Alrededor de 103 países –responsables del 46% de las emisiones globales de metano y de al menos el 60% del PIB mundial– han firmado este martes el Compromiso Mundial sobre el Metano en la COP26 de Glasgow. Liderado por Estados Unidos junto a la Unión Europea, este compromiso tiene como objetivo reducir las emisiones de este gas de efecto invernadero en al menos un 30% hasta 2030.
Hasta ahora, no existían objetivos concretos sobre el metano, a pesar de ser uno de los gases más potentes que calientan el planeta, responsable de ello en un 25% y con un potencial de calentamiento muy superior al dióxido de carbono, cuyas emisiones suelen ser en mayor medida protagonistas de las conversaciones climáticas.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE) –un organismo que históricamente ha apoyado a la industria de los combustibles fósiles y se ha mostrado reticente frente a las alternativas limpias–, las emisiones mundiales de metano procedentes de los combustibles fósiles podrían reducirse un 75% entre 2020 y 2030 si se pone en marcha una estrategia global. Sin embargo, hasta la intervención de Joe Biden este martes en Glasgow, era un asunto omitido por la industria del petróleo y el gas, y también por los gobiernos.
Se trata, eso sí, de un avance a medias, ya que este compromiso no es vinculante ni forma parte de las negociaciones de la COP26.
Grandes ausencias
Entre los países que no están destacan China ni Rusia –ausentes de por sí en la COP26–. Tampoco Australia o India, principales responsables de las emisiones de metano procedentes de las minas de carbón. El presidente de este último se comprometió este lunes a alcanzar las cero emisiones netas de CO2 en 2070; veinte años después de lo que pide la ONU.
La semana pasada, varios grupos ecologistas señalaban cómo las mayores empresas cárnicas y lácteas están lastrando la reducción global de emisiones de metano: no tienen planes, objetivos ni tampoco informan con transparencia sobre cuánto metano emiten.
Acciones sobre los sectores que más emiten
En esta segunda jornada de la COP26, más de 40 gobiernos, incluidos España, Estados Unidos, China, Marruecos, India, Bangladesh y Kenia, han firmado un compromiso para acelerar el despliegue y la viabilidad financiera de soluciones de cero emisiones en algunos de los sectores que más emiten.
Bajo el lema «Glasgow Brakthrough Agenda», este compromiso está diseñado para ampliar la implantación de políticas climáticas en sectores clave: el acero, el hidrógeno, la energía y el transporte. Pretenden así estimular las asociaciones público-privadas y la colaboración entre países en estos ámbitos.
Es la primera vez que el hidrógeno y el sector del acero –cuyas emisiones se consideran difíciles de reducir– ocupan un lugar central en las negociaciones.


