No soy una persona que se niegue a ver productos pensados para adolescentes, de hecho me gustan y sigo varios, pero con ese nombre tan forzadamente provocativo, que parece un burdo intento por llamar la atención de un público muy concreto usando palabras clave a las que solo les faltaba añadir “y cerveza gratis” admito que no me interesó. De hecho, como decía, me generó cierto rechazo. Me esperaba una comedia mal escrita en la que se iban a tratar todos los temas más tópicos y aprovechando cualquier excusa para juntar a un grupo de chicas y chicos guapísimos.
Repito, no tengo nada en contra de este tipo de series, pero no me apetecía en ese momento. Sin embargo cuando vi en twitter que alguna gente de la que tenía buenas referencias recomendaban encarecidamente la serie, me animé. Y debo decir que estoy encantado con la decisión y de ahí mi proselitismo en este artículo.
La primera sorpresa está en el poster, concretamente en la parte superior, con una fuente bastante pequeña y en rosa sale el nombre de la creadora, Mindy Kaling, que la mayoría conocerá por haber sido Kelly Kapoor en The Office. Pero quizá no es tan conocida (al menos fuera de USA) su faceta como escritora. Ya en The Office estuvo detrás de varios de los guiones y posteriormente tuvo su propia serie dónde hacía un poco de todo además de protagonizarla. Así que cuando leí su nombre pensé, “garantía de calidad”; y en ese punto empecé a investigar un poco más. La acompaña en los guiones Justin Noble del que no tenía referencias pero vi que era escritor en Brooklyn Nine-Nine. Decidido, merecía una oportunidad.
Si mi miedo era una comedia tonta llena de tópicos, la realidad no podía estar más lejos. Es una comedia, sí. Tiene ese punto post adolescente de primer año de universidad, sí. Hay una trama de romance entre la protagonista y el chico popular, también. Claro que la hay, no deja de ser una serie de universitarias. Sin embargo hay un motivo por el que llama la atención y es que además de todo esto hay muchas tramas que no estamos acostumbrados a ver en este tipo de series, y lo más importante de todo no son los temas que se tocan, es el cómo se hace.
Hay una cierta dificultad en comentar las cosas que llaman la atención sin desvelar lo que ocurre. Hacer una recomendación sin spoilers de esta serie se me hace muy complicado así que voy a saltarme un poco esta norma autoimpuesta y voy a comentar una de las situaciones que se van a desarrollar en la serie. Creo que es importante analizarlas y reflexionar sobre ellas para poder entender algunos de los matices que me hacen alabar tanto este producto de título paupérrimo.
La primera situación es la que le ocurre a Bela (Amrit Kaur), una especie de avatar de la propia Mindy en la serie. Bela quiere ser una cómica, quiere escribir para Saturday Night Live y quiere hacerse un nombre en ese mundo. Para hacerlo se inscribe en el semanario satírico de la universidad. Es allí dónde sufre acoso por parte de uno de los miembros senior de la publicación. Esto no es ninguna novedad, no solo en la vida, sino en la producción audiovisual. De hecho ya escribí sobre otra serie con esta temática.
Y es que Bela, que está en una etapa de liberación sexual ahora que ha llegado a la universidad, en la fiesta de bienvenida de la revista mantiene relaciones con varios de los miembros de la organización. Es bastante claro que aquí lo que se nos está planteando es que si el primer día no tuvo problemas en hacer algo así, ahora debería aceptar sin mucho problema cualquier avance sexual que se le ofrezca. Es una forma de decir “has empezado tú”. Nosotros, espectadores concienciados, sabemos que no es así como funciona el consentimiento. Ningún hecho pasado establece las normas para los siguientes. Pero también sabemos que hay mucha gente que no lo ve así. Y por eso Mindy nos ha puesto el asunto sobre la mesa.
Con esta primera escena nos queda claro cómo a pesar de ser una serie que se toma las cosas con humor, no todos los temas son para reír. Y este es un ejemplo de ello en el que considero que se trata un tema con una mayor profundidad de la esperada.
Ya os he spoileado una de las cosas que pasan, el resto lo dejo para aquellos que se animen a ver la serie. Sin detallar mucho, se van a tocar temas de sexualidad, género, discapacidad, pobreza, racismo, etc. Pero siempre con este añadido de ser situaciones complejas y con soluciones complicadas, aunque escondido bajo un tono humorístico muy moderno y representativo de la creadora.
Este tipo de situaciones que tienen más de un punto de vista, que tienen un nivel de profundidad argumental y que nos pueden llevar a un debate sobre las decisiones que se toman en la serie, y obviamente sus equivalentes en la vida real, son lo que me lleva a recomendar mucho esta serie. En 10 episodios podemos entender a unos personajes muy bien desarrollados. Las cuatro chicas protagonistas (que además salvo Chalamet eran auténticas desconocidas), bordan sus papeles. Los personajes secundarios aportan y mejoran las tramas, obviamente sin tanta profundidad, pero con sus propios dilemas internos.