La mayoría de catalanes considera que es necesario garantizar que todas las escuelas acojan proporciones similares de alumnos de origen inmigrante y de nivel socioeconómico bajo. Así se desprende de la última encuesta publicada por el Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat, que por primera vez preguntaba específicamente sobre estas dos cuestiones a una muestra total de 8.200 ciudadanos. Aunque las proporciones varían ligeramente en función de la pregunta formulada, el rechazo a la segregación escolar ya sea por razón de origen o de renta oscila entre el 48,4% y el 76,2%.

Ante la pregunta concreta sobre si creían que las proporciones de alumnado de origen recién llegado deberían ser similares en todos los centros educativos, un 65% de los encuestados responde que está de acuerdo o muy de acuerdo (contabilizando las respuestas situadas entre el 6 y el 10 en una escala del 0 al 10). Entre las posiciones 0 y 4, en cambio, sólo se sitúan el 15,3% de los encuestados y un 19,7% optan por la postura intermedia.

A continuación, al ser interrogados sobre si consideran que debería haber proporciones similares de alumnado de nivel socioeconómico bajo en cada escuela catalana, un 76,2% se muestra de acuerdo o plenamente de acuerdo. Un 28,5% de la ciudadanía, de hecho, defiende este escenario con total seguridad. En este caso, la proporción de respuestas entre el 0 y el 4 es sólo del 4,7%.

Ahora bien, estas dos preguntas registran proporciones muy diferentes cuando están acompañadas por un añadido relacionado con la elección de escuela por parte de los padres y las madres. Concretamente, el CEO también preguntó: “¿Es necesario garantizar que todas las escuelas acojan proporciones similares de alumnos de orígenes familiares inmigrantes, aunque esto signifique limitar la libertad de elección de las familias?”. Formulada la pregunta de este modo, la proporción de los que se muestran más bien de acuerdo o muy de acuerdo desciende ligeramente por debajo de la mitad (48,4%), mientras que los contrarios (respuestas entre el 0 y el 4 de la escala) suben hasta el 30,2%. De hecho, hay un 11,9% de los encuestados que no se muestra nada de acuerdo –proporción que en la pregunta original era del 6,2%–. La proporción de indecisos aumenta ligeramente, pasando del 19,7% al 21,4%.

Asimismo, las proporciones también varían en la pregunta sobre la segregación escolar por motivo de renta teniendo en cuenta “la libertad de elección de las familias”. En este caso, entre los que se muestran más bien de acuerdo o muy de acuerdo, la proporción desciende hasta el 55,1%, mientras que los contrarios son el 18,2%. Los indecisos, representan el 26,8%.

El CEO también pregunta a los encuestados si creen que las escuelas públicas deberían recibir los mismos recursos públicos por alumno, o bien si deberían recibir más si acogen a más alumnado de origen inmigrante. En este caso, la mayoría (77,3%) aboga por repartir los mismos recursos en todas las escuelas, sin favorecer positivamente a aquellas que concentran mayor población de origen recién llegado. La aceptación de la asignación diferencial de recursos suma tan sólo el 17,8% de respuestas.

Por el contrario, ante la misma pregunta pero referida a las escuelas que concentran mayor cantidad de alumnado de origen socioeconómico bajo, quienes apoyan la distribución de los mismos recursos en cada centro descienden al 44,8%. Al mismo tiempo, los partidarios de favorecer positivamente a las escuelas que concentran mayores índice de pobreza suben hasta el 46,5%.

Confianza en la meritocracia… pero no tanto

La relación de los encuestados con la meritocracia individual tampoco acaba de ser nítida. Cuando se les pregunta si “los alumnos que se esfuerzan son los que tienen buenos resultados”, un 30,5% se muestra totalmente de acuerdo con la afirmación, y un 45,7% más bien de acuerdo. Los contrarios o muy contrarios son solamente el 19,6%. Asimismo, a la pregunta sobre si la escuela brinda a todos las mismas oportunidades de éxito, el 53,4% responde favorablemente.

Sin embargo, paralelamente a estas respuestas, el CEO también pregunta si “los alumnos de familias con más recursos tienen más facilidades para obtener buenas notas”, aseveración que es compartida por el 55,2% de los encuestados. Asimismo, también plantea si “la posibilidad de fracaso escolar está muy condicionada por el entorno familiar de los alumnos”, afirmación que recoge la adhesión del 76,7%.

Escuela basada en competencias

Por último, la encuesta determina también que un 56,7% de la ciudadanía defiende “un modelo de escuela basado en las competencias y el trabajo por proyectos”, mientras que sólo un 26,8% aboga por “un modelo de escuela basado en la transmisión de conocimientos y el estudio de memoria”. El 16,5% restante opta por no posicionarse.

Este punto ha sido especialmente celebrado por el Fòrum Futurs de l’Educació, que reúne 36 escuelas e institutos, públicos y concertados, que formaron parte de la experiencia de Escola Nova 21. En un comunicado, este grupo de centros ha celebrado “la incorporación de este asunto en la encuesta de opinión” y, sobre todo, el resultado del sondeo. De acuerdo con su valoración, “los datos del CEO muestran que la tendencia a promover un aprendizaje competencial no sólo es promovida por las instituciones y profesionales del sector, sino también es demandada por las familias y la sociedad”.

Share.
Leave A Reply