Las cifras son siempre agridulces: unos veinte mil estudiantes probarán suerte una vez comenzado el curso para obtener una plaza de FP. Esto es muy grave, porque hasta el 21 de septiembre no sabrán si se les ha adjudicado una plaza o no de las vacantes que ofrece el Departamento (unas 23.000).

A simple vista, las plazas parecen encajar, pero es totalmente falso. Existe un desajuste entre la oferta y la demanda. La FP es mucho más compleja que el bachillerato. Existe una sobredemanda de plazas en ciertas especialidades y una infrademanda en otras, por lo que si una persona quiere estudiar un grado del ámbito sanitario no puede estar satisfecha si se le ofrece una vacante textil o de soldadura, por citar algún ejemplo que ha salido en los medios de comunicación.[1]

La conselleria debería tener en cuenta que hay una tendencia que viene de lejos: la petición de estudios de FP no deja de crecer, pero existe un desajuste entre la oferta y la demanda. El pasado año unas 25.000 personas en julio no tenían asignada una plaza y hasta septiembre no se les pudo encontrar, en la mayoría de los casos, una solución, bien ampliando ratios hasta 33 o 34 alumnos, o creando algún grupo más, o bien derivandolas al IOC o asignándoles una plaza que no habían pedido. De esa experiencia sacamos alguna conclusión:

• El sobredimensionamiento de los grupos (33 o 34 alumnos) es un parche puntual: no se puede consolidar permanentemente porque fomenta la desconexión y podría ser una de las causas del abandono prematuro en primero de ciclos formativos de grado medio.

• Es necesario establecer un equilibrio entre oferta y demanda teniendo en cuenta los territorios y las empresas, lo que se puede conseguir si se realiza una prospección adecuada.

• Todo el mundo, sin excepciones, tiene derecho a formarse. El gobierno sólo ha garantizado el acceso al alumnado proveniente de cuarto de ESO: nos felicitamos que prácticamente el 96% de las peticiones de alumnado proveniente de la ESO haya obtenido una plaza. Desgraciadamente, veinte mil jóvenes permanecen a la espera de tener una plaza de FP en septiembre.

El Departament d’Educació estableció para el curso 2022-23 un doble calendario para la priorización en la preinscripción de los alumnos que cursaran 4º de ESO. Esta distinción ha dejado al margen al alumnado de segundas oportunidades y de centros de formación de personas adultas, así como al alumnado que cursó 4º de ESO el año pasado y no obtuvo plaza de formación profesional o la persona que quería cambiar de ciclo porque no era el adecuado o pasar de un bachillerato inacabado a un ciclo de grado medio.

Desde UGT entendemos que todo el mundo tiene derecho a tener una formación, reglada o no, de Grado Medio, independientemente de su vía de acceso, ya que la Ley de Educación de Catalunya recoge este derecho y que ya el año pasado el Síndic de Greuges, recomendó “garantizar en el proceso de admisión para el curso 2021/2022 una plaza de ciclo formativo de grado medio a todo el alumnado preinscrito en estas enseñanzas”.[2]

Esta parte de la población que se ha quedado sin plaza no puede estar en una situación de expectativa permanente: necesita formarse para tener una

vida digna. Nuestro país no puede prescindir ni de su talento ni de su futura mano de obra calificada (no necesitamos, como en el siglo XX, mano de obra manufacturera).

¿Cómo hemos llegado a esta situación?

Se ha producido una suma de factores: información de la oferta existente mejorable, la orientación debería ser más cercana en la etapa obligatoria, siendo necesario tener un acompañamiento más personalizado durante el proceso de matriculación y preinscripción.

La administración debe dar una respuesta que satisfaga la demanda. Lo que no puede decirse es que existen 26.000 plazas vacantes no cubiertas o que 6.000 alumnos preinscritos no se han matriculado por razones que habría que estudiar y determinar.

Según nos consta, este año ha habido una mejora informática considerable, lo que en la época del big data no debe extrañarnos. A nuestro entender lo que necesitamos es tener una prospectiva bien definida. A partir de aquí es necesario realizar el cruce de datos pertinente, fundamentado en la tendencia de demandas de los últimos años.

La FP debe tener los recursos técnicos y humanos necesarios. Es necesario crear nuevos centros, remodelar las vetustas instalaciones del siglo pasado e instalar hardware nuevo. Con unos 130 millones extras saldríamos adelante.

Es necesario, pues, ajustar la oferta a la demanda. Es una tarea compleja, pero nuestro principal objetivo es proponer soluciones al respecto.

La información, clave en la elección

Deberíamos hacernos unas preguntas para entender la magnitud del problema. He aquí unas cuantas: ¿por qué unas formaciones son más atractivas que otras? ¿Por qué tenemos ciertos grados que nos cuesta llenar y en otros tenemos sobre demanda? ¿Cómo cambiar y revertir las tendencias? ¿Se informa suficientemente bien al futurible alumnado?

Mejorar la integración de la oferta de FP

¿Realmente la oferta de formación profesional está integrada? En la rueda de prensa conjunta de abril se informó tanto de la oferta de plazas que ofrecía el Departament d’Educació como la del Departament d’Empresa y Treball, pero esto no significa que hoy sea una oferta realmente integrada. Es un reto pendiente donde todo el mundo debe implicarse. No será nada fácil cambiar ciertas dinámicas enquistadas durante mucho tiempo, ¡pero lo intentaremos!

Calendarización y cambio de fechas de preinscripción y matriculación

No se puede equiparar el calendario de la FP con el de la ESO. Y más si queremos tener una oferta modular e integrada. Se dará la paradoja de que muchos de los alumnos (entre 20.000 y 26.000) hasta el 20 de septiembre estarán intentando matricularse, pero oficialmente las clases por imperativo de la Conselleria, pase lo que pase, se inician el día 7 de septiembre sin tener totalmente los grupos cerrados. Todo un despropósito si se mira desde un punto de vista de la lógica racional.

Mejorar la planificación de la FP

Confiamos en que esto se repare si realmente se cree en la integración de la FP. Vienen tiempos de cambios, de desarrollo de la ley de FP de 2015, de desarrollo de la LOMLOE, donde la modularidad permite pasar de formaciones cortas a más largas, donde se puede acreditar, convalidar y formarse a lo largo y ancho de la vida. No debemos perder oportunidades.

Si esta es la legislatura de la FP debe demostrarse con hechos: la sociedad exige una FP que esté bien diseñada y planificada, que acepte y forme a todo el mundo, que apueste firmemente por todas las transiciones hacia la formación de las personas trabajadoras, independientemente de su vía de acceso y edad.

[1] https://www.lavanguardia.com/vida/20220829/8488678/20-000-estudiantes-sabran-entran-fp-septiembre.html

[2] 1 https://www.sindic.cat/ca/page.asp?id=53&ui=8045

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