La mayoría de la población, que es quien sufre las consecuencias de las crisis económicas, se encuentra desinformada porque las explicaciones que se dan son incomprensibles y alejadas de la vida cotidiana. Y no es casualidad. Los principios económicos globales están diseñados para mover enormes cantidades de dinero y, al mismo tiempo, esconder que no importa adónde van, ni por qué se utilizan, ni cómo se distribuyen, ni cuál es el impacto que tiene esta distribución entre la población. Y así, el 1% más rico sigue acumulando dinero a expensas de unos niveles de desigualdad social muy elevados en todo el planeta.
Esta desigualdad económica, que se estructura a nivel global y se concreta en los estados, toma forma en la vida cotidiana de las ciudades, y Barcelona no es la excepción. Por eso los ayuntamientos no deben renunciar a influir en los principios económicos y, especialmente, en su capacidad de acercar la economía al territorio por democratizar la economía de los municipios, promoviendo una economía más diversa en la que las personas estén en el centro. Barcelona en Común, a pesar de las dificultades para incidir desde lo local en las estructuras económicas globales – bien representadas en nuestra ciudad por los lobbies abusando de las querellas judiciales – ha impulsado políticas concretas y ambiciosas para hacer realidad en nuestra ciudad este acercamiento, diversificación y democratización de la economía, que requiere un liderazgo claro desde las instituciones para tener éxito. Queda mucho por hacer y tenemos que ganar bastante, pero algunos resultados importantes ya son bien visibles en la ciudad.
Se ha demostrado que recuperando las calles y los barrios por los barceloneses y barcelonesas y protegiendo el uso de los locales comerciales, se puede construir una economía más arraigada en el territorio, más justa y más verde. El modelo Superilla Barcelona promueve el comercio de proximidad, incrementando la facturación hasta un 30% por aquellos comercios protegidos con un Plan de Usos especial que preserva la vida de barrio de la gentrificación y la especulación.
Se ha demostrado que las decisiones políticas influyen en los sectores económicos en crecimiento en la ciudad. Algunos ejemplos: ahora mismo Barcelona está liderando la inversión en vivienda pública en todo el Estado, construyendo más vivienda pública que la Comunidad de Madrid y la Generalitat juntas. De 2015 a 2021, el Ayuntamiento ha construido más de 6.000 viviendas, convirtiéndose en un motor del sector en la ciudad. Hemos impulsado el mayor vivero de cooperativas de trabajo de Europa, un espacio de 4.500 metros cuadrados en Can Batlló que servirá de incubadora de nuevos proyectos y ofrecerá servicios a empresas ya existentes. También hemos hecho una apuesta por la investigación en biomedicina y en sectores médicos, y un ejemplo es la Ciutadella del Conocimiento, un polo de referencia en Europa con 1.200 investigadores en biomedicina, biodiversidad y bienestar, que hace que lleguen a nuestra ciudad empresas importantes de estos sectores como Astrazeneca, que abrirá un hub de ensayos clínicos en Barcelona y creará nuevos puestos de trabajo. La apuesta municipal por sectores económicos innovadores y de futuro da resultados.
Se ha demostrado que para democratizar la economía, las ciudades deben influir en el “qué” y en el “cómo”. Por eso el consistorio está construyendo vivienda pública y equipamientos con tecnologías sostenibles y materiales reciclados, reduciendo las emisiones durante la construcción y mejorando la eficiencia energética. Por ejemplo, la construcción de los edificios APROP de Ciutat Vella y Glòries, hechos con contenedores marítimos reciclados, emitió un 33% menos de CO2 que una construcción tradicional y gastó la mitad de recursos. También se han tomado medidas para proteger y mejorar el tejido productivo e industrial de la margen derecha del Besòs –los polígonos del Bon Pastor, el Torrent de l’Estadella, Montsolís y la Verneda Industrial–, favoreciendo la implantación de actividades con valor añadido y la atracción de la industria del futuro.
Se ha demostrado también que la diversificación económica necesita que los ayuntamientos, además del “qué” y del “cómo”, influyan en el “quién” y prioricen a las personas con menos privilegios. Con la voluntad de impactar en la distribución del dinero en la ciudad, el Ayuntamiento ha aprovechado el potencial de la economía social y solidaria a la hora de proveer servicios municipales. También se han incrementado las ayudas a la rehabilitación de viviendas priorizando las reformas para mejorar la eficiencia energética en las áreas de renta baja, destinando más de 127M€ desde 2016 y generando 6.200 puestos de trabajo. Y conscientes de que las mujeres siguen asumiendo la mayoría de las tareas de cuidado, a menudo en condiciones de precariedad extrema, estamos promoviendo un sector económico de futuro mejorando las condiciones laborales y de vida de las personas cuidadoras, ya sean profesionales (mejorando el convenio laboral del Servicio de Atención Domiciliaria) o no profesionales, creando el espacio Barcelona Cuida para apoyar a las mujeres cuidadoras. En los últimos 7 años de gobierno de los comunes, el sector social y sanitario ha creado 24.000 puestos de trabajo nuevos, tres veces más que en los 7 años anteriores.
El municipalismo debe asumir su papel económico y liderar los procesos de diversificación y democratización de la economía. No es un camino llano ni fácil, y la experiencia nos dice que está lleno de obstáculos y actores dispuestos a invertir mucho dinero para que las prioridades económicas no cambien, incluso con denuncias sin ninguna base jurídica contra el gobierno municipal. Sin embargo, estamos convencidas de que existe una mayoría social y económica dispuesta a plantear una nueva relación simbiótica entre las administraciones públicas y el sector privado, que plantee trabajar conjuntamente ante los grandes retos del futuro: luchar contra la emergencia climática, acabar con la barra libre turística y la especulación y crear más puestos de trabajo y de mayor calidad, reduciendo las desigualdades.


