¿Cómo ha afectado el adelanto del curso a la organización de los centros?

Ya hace una semana que las aulas se llenan cada día con el millón y medio de alumnos de todas las edades y condiciones que hay en Cataluña, en el año en que un ligero movimiento de calendario (cinco días en el caso de primaria , tres en el de secundaria) ha hecho tambalear todos los andamios del sistema. El Departamento de Educación considera que ha merecido la pena, ya que la medida tiene muchos más pros que contras, y por eso hoy queremos preguntar a los directores de los centros cómo han vivido el avance desde el punto de vista organizativo, y si a juicio su esta experiencia debería repetirse en el futuro. Les hemos pedido una respuesta sintética (de uno o dos párrafos) y que traten de abstraerse del tema del calor. Y esto nos han contestado.

[si eres director/ay quieres contestar a la encuesta, envíanos un mail a redaccio@diarieducaci ó.cat y añadiremos tu respuesta]

Queralt Gonfaus, directora pedagógica de la Escuela Fedac Xarxa (Berga)

La idea del adelanto del curso, propuesta con antelación y consenso, sería buena. Ha faltado escuchar la voz de los maestros. Ha sido precipitado. Es necesario dar tiempo para la organización y recursos humanos. Pero no se ha tenido ni una cosa ni otra. Es necesario repensar el calendario escolar.

No es un buen año, viniendo de una pandemia, cambios de currículums y sobre todo de las evaluaciones, formaciones obligadas… La matrícula viva ha tenido que gestionarse con un día. No ha habido tiempo para hacer una buena acogida a las familias, ni para realizar el traspaso de información con las escuelas de procedencia… Y ahora ponemos en marcha en las etapas superiores con un currículo provisional.

En la escuela estamos para educar y enseñar. En FEDAC Red, en las etapas de infantil y primaria, los profesores han puesto mucho esfuerzo por preparar actividades ricas por las tardes. Es necesario dar un buen servicio a las familias. Es necesario facilitar la adaptación de los pequeños. La voz que se ha oído de los profesores no es por no querer hacer estos cambios. Queremos hacerlo bien, con formaciones, acompañamiento, coordinaciones…

Vinyet Llamas, directora de la Escuela Agnès (Sitges)

Durante la primera semana de julio el claustro dejó terminado todo el trabajo que siempre hacemos en septiembre. Este calendario podría repetirse si se tienen en cuenta factores como:

1. Calor y bochorno: la mayoría de alumnos se quedan por las tardes en la escuela sufriendo el calor que llevamos arrastrando desde mayo. Nuestro centro es de nueva construcción, tiene hecha la instalación de aire acondicionado y no podemos ponerlo. Se deben dotar a todos en los centros de sistema de climatización. Es muy fácil hablar desde un despacho con aire acondicionado sobre las medidas que debemos tomar frente a las olas de calor, en cambio, las personas más importantes de los centros como son los alumnos estén en aulas que alcanzan los 30 grados. ¡No hay derecho!
2. Servicios Territoriales deben hacer una buena planificación porque los centros no podemos cambiar toda nuestra organización y estructura en el último momento, como ha ocurrido en Sitges en nuestro centro y en otra escuela. En nuestro caso el día 1 de septiembre se nos confirma que nos adjudican una línea más a 3º de primaria y que la que en marzo nos adjudicaron a 1º nos la quitan.
3. Más relevante: si no existe conciliación laboral. Plegar a las 13 h de nada sirve para los alumnos porque la mayoría continúan el horario hasta las 16h 30, aunque realizan actividades de ocio.

Juan Carlos López, ex director y coordinador pedagógico del Colegio San Rafael (La Selva del Camp)

El adelanto escolar es una medida que ha venido sobrevenida y no ha facilitado buena acogida. Los y las docentes junto con el equipo directivo no hemos tenido tiempo de terminar todo lo necesario para una buena organización del curso. Atender adecuadamente las necesidades con la diversidad con que nos encuentran en las aulas. Mucha angustia con la sensación de no llegar.

Creo que sería conveniente que el próximo curso no se vuelva a repetir esta medida. Si se repite habría que tomar otras medidas en junio, que ahora vamos resolviendo de forma poco satisfactoria. La hora por la tarde de recreo se ha llevado a cabo de forma precipitada y no se ha podido coordinar debidamente con los monitores que se han hecho cargo de esta actividad.

También nos encontramos con EAP con cambios de profesionales y con horas de veladores reducidas y por acabar de definir. Faltan informes de valoraciones y, como siempre, estos alumnos son los más perjudicados cuando hay falta de organización motivada por la incapacidad de dar respuesta coordinada y adecuada tanto por parte del Departamento de Educación como por la propia escuela.

David Martin, director de la Escuela Eduard Marquina (Barcelona)

Es difícil no abstraerse del calor con temperaturas entre 35-40 grados en las aulas. Aparte de eso, es complicado planificar en dos días, con la llegada de siete personas nuevas a 1 de septiembre (docentes, TEEI, TIS, conserje) a pesar de haberlo dejado suficientemente terminado en julio, así como las dinámicas propias del centro y el conocimiento del claustro. También no tiene demasiado criterio pedagógico reducir la jornada lectiva a cuatro horas y aumentar las horas de atención con monitorización para alargar la permanencia en el centro. Si la razón es por la larga duración de las vacaciones y la conciliación que afecta al alumnado más vulnerable, una solución sería ofrecer casales subvencionadas al 100% para este alumnado durante los primeros días de septiembre. Sí que es positivo tener la plantilla estructural a finales de junio, aunque no hemos tenido a todas las personas en julio,

Anna Micaló, directora de la Escuela Fructuoso Gelabert (Barcelona)

Hemos abierto puertas, pero que nadie nos haga creer que lo teníamos todo a punto. No ha habido tiempo para nada. Ni por hacer una buena acogida de los maestros, ni por hacer traspaso de la cultura y filosofía de escuela (esto ya cuesta hacer en seis días, en dos es imposible), ni tampoco por el traspaso de información sobre el funcionamiento del escuela, ni por el traspaso de información sobre las criaturas y grupos a las maestras que tendrán en el aula; se ha reducido el tiempo de conversación pedagógica (no sólo de claustro, también de ciclo y de nivel) y tampoco ha habido tiempo para coordinarse con la responsable de las tardes de ocio… Todo esto lo vamos haciendo a trancas y barrancas a base de horas extras y de estresar al personal. Esto mientras soportamos las altas temperaturas y vamos dando explicaciones a las familias,

Para que se entienda: en la escuela tenemos 10 maestros nuevos este curso: 2 vinieron en julio, 3 vinieron sólo el 1 de julio para presentarse porque tenían la adjudicación pero no el contrato, 5 son de media jornada que no se nombraron hasta septiembre. O sea, que preparamos el curso en julio cuando todavía nos faltaban 4 tutoras, una media jornada de maestra de atención a la diversidad y maestros a media jornada de apoyo. Cuando te falta tanto personal, ya puedes hacer cosas en julio, que tendrás que repetirlo en septiembre.

Espero que de cara al próximo curso se lo repiensen. Avanzar el calendario no me parece mal si se hace bien y se tiene en cuenta todo esto que estamos evidenciando las direcciones y maestros. Tal y como lo han hecho, no.

Jordi Musons, director de la Escuela Sadako (Barcelona)

El avance de curso en primaria, desde la pura perspectiva organizativa, ha sido francamente compleja, ya que son muchos los factores que hay que sincronizar al iniciar el curso, muchos de los cuales son imposibles de dejar terminado en julio. Personalmente, creo que es necesaria una revisión profunda del calendario escolar, pero empezar antes, y hacerlo sin que el equipo docente lo haga también, me parece una pésima solución. Sin embargo, lo que más me preocupa no es poder tener las aulas listas para arrancar el curso, sino la pérdida sin precedentes de espacios de debate pedagógico de calidad. Los días previos para arrancar un curso son determinados para cohesionar la visión del centro y focalizar dentro del proyecto educativo del centro a los nuevos docentes que se incorporan.

Claro que de cara a las familias es una buena alternativa, pero con dos días de curso ya han resonado los clamores en referencia a las condiciones climáticas de las aulas de nuestro país en la primera semana de septiembre, sin olvidar que el despropósito de hora de monitorización por las tardes, que sin desmerecer el trabajo excelente de muchos monitores/as, es un parche, en el que los docentes del curso desaparecen por la tarde justo en el proceso más fuerte de vinculación con el alumnado y de éste con el curso, sin perder de vista el coste económico que esto supone, con los problemas de financiación que nuestra educación arrastra.

Anna Pérez, directora de la Escuela Jacint Verdaguer (Barcelona)

El conseller ha dicho recientemente que con dos días de septiembre hay tiempo suficiente, pero eso sólo sería así si el objetivo es tener niños y niñas en la escuela con el concepto de canguro para que las personas adultas de la familia puedan trabajar. No es suficiente si de lo que hablamos es preparar pedagógicamente el curso.

Lo primero que ha tenido que hacer el profesorado en las aulas es limpiarlas. El curso comenzó antes, pero el personal de limpieza no. Nos encontramos también que el material informático, o no ha llegado, o no se han realizado las asignaciones para poder dar los ordenadores a los alumnos. Tampoco hemos podido organizar bien la escuela porque no nos comunicaron las horas en julio de las veladoras, que es cuando teníamos más tiempo para preparar el curso, y cuando nos lo han comunicado hemos visto que nos han recortado horas. Hasta 1 de septiembre no tuvimos tampoco todo el claustro, por tanto el equipo entero no se ha podido conocer antes y por tanto sólo ha habido dos días para hacer equipo.

La sensación es que la escuela ha empezado antes pero no así los trabajos que la administración debe garantizar (personal, mantenimiento, limpieza…). Debemos poner sobre la mesa cuál es el sentido de la escuela y que es lo que realmente es necesario para empezar un curso escolar.

Xavier Ros, director del Instituto Matadepera (Matadepera)

Para mí, en secundaria la gran ganancia organizativa ha sido que, efectivamente, hemos sabido el profesorado que tendríamos a finales de junio (salvo algunas excepciones). Esto nos ha facilitado a los equipos directivos avanzar en la acogida a los nuevos, en la cohesión de los equipos de trabajo y en la planificación. Esto, en los centros, nos obligó a avanzar mucho el inicio de la preparación del curso siguiente y, como no contábamos, fue un motivo extra de estrés en el primer año.

Por el contrario, en septiembre hemos ido más justos de tiempo y hemos empezado el curso con más temas para resolver lo habitual. De hecho, por ejemplo, para los equipos directivos ha sido muy necesario trabajar muchas horas en los últimos días de agosto.

Si se repite este calendario, habría que pensar algunas mejoras. Sobre todo, en lo que se refiere a secundaria, encaminadas a facilitar espacios de coordinación de docentes, especialmente en septiembre, reconocer las horas extra de equipos directivos y resolver algunas disfunciones del calendario de juntas de evaluación y de matrícula, que genera dificultades importantes en la gestión interna de fin de curso y en la planificación del siguiente. También estaría bien aclarar la situación del profesorado en el mes de julio y cuándo se realizan las formaciones.

Dolors Selga, directora general de FEDAC Red (Berga)

Organizativamente es complicado empezar el curso de forma óptima sin disponer de suficientes días previos para la preparación. Sin embargo los docentes, al igual que profesionales de otros sectores, tenemos una gran capacidad de adaptación. Últimamente ha habido más situaciones que nos han puesto a prueba que situaciones que estaban ya planificadas y organizadas.

Cabe destacar la buena disposición, ganas, empuje, energía y en resumen pasión que tienen el personal de nuestra escuela, de modo que con una buena sonrisa en boca hemos iniciado el curso con los alumnos de manera excelente. ¡¡La creatividad a la hora de organizarse también cuenta!!!

Sin embargo, repetir esta situación año tras año no sería una buena práctica. En todo caso es necesario repensar el calendario laboral tanto de junio como de septiembre.