
Esta decisión confirma la idea de una Catalunya de tres espacios y medio, nacida después de las elecciones del 14 de Febrero de 2021. Un espacio socialdemócrata independentista, un espacio conservador independentista y uno tercero correspondiente al progresismo unionista. Ese medio que falta, lo completarían todo el resto de fuerzas políticas del Parlament. Sin el acuerdo entre dos o más de estos espacios, no existe gobernabilidad en el país.
La ruptura del gobierno de coalición por parte de Junts per Catalunya representa un reto gigantesco para Esquerra Republicana, así como una oportunidad. En primer lugar, tendrá que hacer valer su espacio central en la política catalana, capaz de pactar con progresistas y soberanistas; utilizando su definición ideológica para arrastrar a diferentes sectores hacia un gobierno de amplio espectro impulsado por la colaboración parlamentaria. Viviremos, más que una geometría variable, una vía amplia parlamentaria encabezada por un ejecutivo que si no es dialogante y proactivo, decaerá inevitablemente.
En segundo lugar, el partido del Presidente tendrá que ocupar todas las vacantes del Consejo Ejecutivo, reorganizar Departamentos y situar a personal directivo de la confianza de los republicanos para llevar el día a día de la administración de la Generalitat de Catalunya. Hay quien dice que ERC no está preparada para esta labor, pero también habían aparecido comentarios similares cuando Junqueras asumió Economía y Hacienda, o cuando otros cuadros del partido tomaron posesión como máximos dirigentes en Interior, Salut, Educació o Agricultura. Y el escenario grotesco que algunos vaticinaban no ocurrió.
Flexibilidad, negociación y capacidad de dirigir la administración de la Generalitat. A todo esto habrá que añadir un contexto económico y social muy complejo, con los precios de la energía al alza y con una inflación que cerrará en 2022 por encima del 10%. Aragonés tendrá la oportunidad de poner en marcha políticas públicas con sello propio, el de una Generalitat republicana que, a la fuerza, tendrá que experimentar un giro hacia la izquierda. El primer objetivo de este gobierno Aragonés II será sacar adelante las cuentas para el año 2023. Parece razonable pensar que Junts per Catalunya no votará contra los presupuestos elaborados por Jaume Giró, que con toda probabilidad tendrían el voto favorable de los Comunes. Un primer paso que deberá ir acompañado de una elección inteligente y plural de las nuevas caras que integrarán el Consell Executiu. El éxito y la estabilidad del ejecutivo catalán también dependerá de estos nuevos integrantes y de la reorganización de Departamentos que ya preparan en el Palau de la Generalitat.
Toda esta situación tiene lugar a las puertas de la celebración de elecciones municipales, un momento en el que las fuerzas políticas ponen en marcha al máximo su maquinaria para llegar a todos los rincones de Catalunya. En este contexto, no parece irrelevante constatar que será la segunda vez desde la Transición que Catalunya tenga un ejecutivo formado por sólo un partido político, después del medio año que Artur Mas gobernó sin Unió Democràtica en 2015. Un ejecutivo monocolor para poner en marcha un nuevo tiempo -y para afrontar nuevos comicios electorales-.
Hemos llegado al momento de Aragonès. Esta crisis de gobierno se abrió con el Presidente cancelando su agenda y anunciando desde el Palau de la Generalitat el cese de Puigneró como Vicepresidente del Govern. Ahora se ha cerrado, desde el mismo sitio, con una comparecencia donde ha anunciado que Junts dejaba al ejecutivo catalán. Un liderazgo que muchos no le presuponían. El Presidente ha demostrado carácter, capacidad y seriedad en la respuesta firme que dio a la propuesta de moción de confianza que, sorpresivamente, enunció a Albert Batet durante el debate de política general.
Aragonés dijo en comparecencia que es necesario rehacer confianzas. Es necesario diálogo y negociación, a ambos lados. En el seno del movimiento independentista, en el ámbito de las izquierdas y con el gobierno español. El Presidente es consciente de ello y parece decidido a conseguir sacar la legislatura adelante.


