La ineptitud de la clase política puede visualizarse perfectamente en la cárcel Modelo de Barcelona, cerrada desde hace varios años y después de anunciarlo continuamente durante varios lustros. Si estuviéramos en París o en Salamanca, seguramente el edificio se habría transformado en un museo y, sobre todo, en un espacio abierto a la ciudadanía, pero aquí estamos como estamos, esperando desde hace años a que se construyan los pisos anunciados y las obras correspondientes. Sin embargo, todo ello tiene una ventaja: los creadores pueden utilizar un espacio anacrónico para situar sus obras en un contexto real.

De esta forma, la película Modelo 77 (2022), dirigida por Alberto Rodríguez, acontece en el lugar exacto donde tuvieron lugar los hechos narrados. Bueno, no exactamente lo que viven los dos protagonistas, magistralmente interpretados por Miguel Herrán y Javier Gutiérrez y un brillante elenco, sino lo que se vivió en las cárceles españolas, en general, y en la cárcel Modelo de Barcelona, en particular. Estamos en el año 1977 y en el largometraje se expone sin miramientos cómo se comportaban de forma corrupta las fuerzas de seguridad (en especial, los agentes penitenciarios), cómo prevarican los jueces y cómo no cumplían sus promesas los políticos del momento.

Modelo 77 (C)Julio Vergne

Se muestra de forma realista y verosímil el ensañamiento con el que tratan a los presos, en especial a los presos comunes que son los verdaderos protagonistas de la trama, una historia que se basa en la reivindicación de sus derechos, en especial exigiendo la amnistía prometida que sí llegó a los presos políticos. Con este lícito objetivo contemplamos el nacimiento y desarrollo de la Coordinadora de Presos en Lucha, más conocida por su acrónimo COPEL, una iniciativa impulsada por los presos de distintos lugares en el país y que permitió realizar de forma coordinada diferentes acciones de protesta y reivindicación en respuesta a la represión y duras condiciones de vida en las cárceles. Hay expertos que afirman que para poder hablar del concepto de «democracia consolidada» lo primero que debe hacerse es mirar cómo es el sistema penitenciario de ese país.

Además de la película, quien quiera profundizar más en el tema, recomendamos el documental COPEL: Una Historia De Rebeldía Y Dignidad (2017), por cierto, documental financiado con micromecenazgo. Sólo unos pocos datos extraídos del documental para dar una idea de la magnitud de lo que estamos hablando: «…dos huelgas de hambre y decenas de motines en 1976, veintinueve motines, doce huelgas de hambre, dieciséis autolesiones colectivas, decenas de fugas y cientos de acciones de solidaridad en el exterior en 1977, once motines, cuatrocientos presos autolesionados y dos presos fugados en 1978…».

Modelo 77 (C)Julio Vergne

Afortunadamente, han pasado algo más de cuatro décadas desde que el dictador murió en la cama por su avanzada edad. Vivimos en una sociedad donde ya no hay corruptos en las fuerzas de seguridad, no hay jueces prevaricadores ni políticos que no cumplan sus promesas, y no lo digo yo, lo dicen la mayoría de los medios de comunicación, difícilmente sospechosos de ser mentirosos o manipuladores vendidos a los poderes económicos. Si alguien dijera lo contrario le diría que tiene una opinión muy «burda», y le recomendaría que hiciera «más periodismo». Pero el franquismo se manifiesta de forma invisible e imperceptible en una de las rémoras que todavía perduran: los horarios de la sociedad.

En mayo de 1940, Franco cambió el huso horario a toda España, aumentando una hora el horario de todo el país, adoptando el huso horario central en Europa, es decir, el mismo huso que el de su amigo Hitler. Poco después haría lo mismo Gran Bretaña, pero, en este caso, para evitar problemas con posibles confusiones con los horarios en los que podían ser bombardeados (no es broma, si un espía descubre a qué hora se hará el ataque, ¿de qué hora hablamos?). Francia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo también cambiarían de huso, pero en este caso por obligación al ser invadidos por el ejército alemán.

En la película Suite francesa (2014), dirigida por Saul Dibb, que adapta la obra de Irène Némirovsky, autora que murió en Auschwitz, se muestra la ocupación alemana de Francia en un pequeño pueblo de provincia en el este de París. Al inicio de la historia, el alcalde colaboracionista pide que cada familia del pueblo se lleve a un soldado alemán a su casa y contemplamos, atónitos, como lo primero que hacen estos inquilinos forzosos cuando llegan a cada hogar es cambiar el reloj de pie del comedor. En el discurso actual de banalizar el fascismo, seguramente los titulares serían: “Las familias adoptan un nazi en su casa“. Tiempo al tiempo, el lenguaje es muy importante.

El huso horario es cada una de las veinticuatro áreas en las que se divide la Tierra y permite sincronizar los relojes al reloj solar en todas las ciudades situadas entre dos meridianos. En Europa existen tres husos horarios: el occidental, el central y el oriental. Una vez finalizada la segunda guerra mundial, Gran Bretaña volvió a su huso horario, mientras que Francia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo decidieron quedarse en el huso central por motivos geopolíticos y económicos. España continuó en el huso central pese a que el propio meridiano cero o meridiano de Greenwich atraviesa el estado. Lo cierto es que ningún gobierno democrático ni se lo ha planteado a pesar de las continuas quejas, en especial de los gallegos (los más afectados), y de los expertos.

Modelo 77 (C)Julio Vergne

Una vez finalizada la contienda mundial, en España los años cincuenta y sesenta se convierten en la época del desarrollismo industrial del país. Lo podemos identificar claramente con el Biscuter primero y con el seiscientos después, creando una clase media-baja que quiere incorporarse a un incipiente consumismo. Un reflejo de la vida cotidiana del momento lo podemos ver en la película La vida por delante (1958), dirigida e interpretada por Fernando Fernán Gómez, donde el protagonista debe realizar diferentes trabajos de todo tipo para poder pagar las deudas que, junto a su esposa, la actriz Analia Gadé, van acumulando: entrada del piso, los muebles, el coche, las vacaciones, etc.

El 8 de noviembre de 1972, TVE emitía el episodio Pluriempleado, (en el enlace se puede ver en la televisión a la carta). Era el noveno de la serie Historias de Juan Español (1972-1973). En el episodio podemos escuchar la siguiente conversación cuando su mujer le dice a Juan: “Tienes que ganar más, es preciso”, “Pero tengo ya dos empleos”, contesta él, “Mercedes me ha dicho que su marido tiene tres”, le replica ella. Este ritmo de vida (sueldos bajos y trabajos precarios que obliga a un trabajo principal por la mañana en jornada intensiva y otro por la tarde, u horas extras cuando fuese), tuvo un impacto directo sobre el horario de las comidas del país: el almuerzo pasa de la una de la tarde a las tres y media de la tarde y la cena de las ocho de la tarde a las nueve y media de la noche o más… hasta ahora. Este cambio de hábito se ha convertido en normal en las últimas décadas y nos hemos convertido en una sociedad que ha recibido la peor herencia del franquismo: unos horarios únicos en el mundo que retrasan las comidas y reducen los horarios de dormir con efectos graves sobre la salud , y alargan el horario laboral fomentando comportamientos innecesarios como el presentismo (se denomina así a valorar más estar en el trabajo que la calidad o el resultado final… ay, cuídense de los directivos que llegan los primeros y se marchan los últimos, probablemente son unos pobres desgraciados fuera del trabajo, se lo digo yo que conozco a unos cuantos).

Con la irrupción de las televisiones privadas, el conocido como el horario prime time televisivo (el de mayor audiencia), se ha ido retrasando hasta empezar hoy a las diez y media de la noche prácticamente, cuando no más tarde incluso, justo cuando en el resto del mundo termina esta franja. Somos el país del mundo en el que cenamos más tarde y dormimos menos horas que el resto, tanto infantes como adultos, con un efecto devastador sobre la salud y también sobre la creatividad y productividad de las personas. La irrupción masiva del teletrabajo por el motivo en que ha acontecido tampoco ha contribuido a mejorar este tema, en algunos casos lo ha empeorado (si desea leer más sobre el tema le recomiendo el artículo Una cura para este tipo de ‘teletrabajo’).

Una gestión poco racional del tiempo de la sociedad y, como consecuencia, personal, nos provoca una angustia continua de sensación de falta de tiempo cada día, con un conflicto continuo para asignar prioridad a todo, por tener que escoger continuamente qué hacer y qué dejar de hacer; y para valorar qué es importante y qué no lo es. Y lo peor, nos empeñamos en decir que estos horarios son normales cuando no lo son en absoluto, solo hay que viajar mínimamente para comprobarlo. Es necesario que actualicemos los conceptos de «tradición» y de «libertad horaria» al momento actual y pensando en el bienestar de las personas… sin que nos veamos abocados a tener que crear nuestra COPEL.

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