El Mundial menos deportivo de la historia

Qatar es un emirato cómodo y acogedor. Si no eres, por ejemplo, parte del colectivo LGBTIQ+, inmigrante —de un país ‘pobre’—, o mujer. Con motivo del Mundial, están en debate público todas las vulneraciones de derechos humanos en Qatar: la condena a los homosexuales cataríes —y los visitantes han sido ‘advertidos’ por el portavoz del Mundial, Nasser Al-Khater, que respeten las ‘tradiciones’ porque son un país conservador—, los 6500 trabajadores muertos en las construcciones según el diario “The Guardian” —mayoría de ellos inmigrantes de países como Pakistán—, las condiciones infrahumanas de los mismos, o el hecho de que las mujeres estén ligadas a “un hombre de referencia” a través de sistemas de tutelas como apunta Human Rights Watch.

Xavi Hernández, actual técnico del primer equipo masculino de fútbol del Futbol Club Barcelona, forma parte de ese privilegiado cisheteropatriarcado que puede sentirse cómodo y acogido. No es inmigrante —pobre—, no es mujer y no es del colectivo LGBTIQ+. El de Terrassa vivió seis años en el emirato, primero siendo jugador y luego entrenador del Al-Sadd Sports Club, equipo catarí. En 2018, el régimen activaba todas las palancas posibles para empezar con el lavado de cara, y Xavi se convirtió en uno de sus mayores activos siendo proclamado embajador global de Qatar 2022. Hace más de un año concedía una entrevista a la FIFA donde declaraba que “Qatar es un país cómodo y acogedor”, y antes de regresar, daba una entrevista al ARA donde se aventuraba a decir que aun no viviendo en un país democrático, “el sistema de aquí [Qatar] funciona mejor que el de allí [España]”.

En 2018, el régimen activaba todas las palancas posibles para empezar con el lavado de cara

La despolitización del futbol llega de la mano de la industria, y es que más allá de algunos como el entrenador del Liverpool, Jürgen Klopp, o el mítico exjugador Eric Cantona, ha costado iniciar la cadena de protestas. Selecciones como la danesa o la noruega se han posicionado sobre lo que opinan de la sede del mundial, algunos jugadores como Tony Kross o Harry Kane también lo han hecho. Pero nadie dejará de asistir al mundial —sin contar a ‘no-futbolistas’ como el streamer Ibai Llanos, que ha rechazado ir de viaje con la selección por “principios”, o cantantes como Dua Lipa, que han rechazado actuar por el mismo motivo—. A su vez, en la Bundesliga, en la última jornada previa al inicio del mundial de la discordia, se han visto grandes pancartas entre los aficionados reclamando boicot a Qatar. “15.000 muertos por 5.760 minutos de fútbol. Vergüenza”, se leía en una de la multitud de pancartas vistas en la grada del partido del Hertha Berlin contra el Bayern. Es paradójico pues, que la afición de un equipo que juega en un estadio llamado Allianz Arena, reclame el boicot de un evento que patrocina a su equipo y al propio evento a la vez. Y en general, gran parte de empresas alemanas, al igual que el resto de europeas y estadounidenses, que han contribuido a construir el gigante al que ahora repudian —o hacen ver—.

“Qatar 2022 – the biggest crime in football”

“Boycott Qatar”

Fans across the Bundesliga once again stood united to send a clear message about #Qatar2022! pic.twitter.com/SFAVPlybcA

— DW Sports (@dw_sports) November 12, 2022

Win-win para todos

A menos de un mes de la inauguración del Mundial de Qatar, el expresidente de la FIFA, Joseph Blatter, declaraba en el medio Tages-Anzeiger que la proclamación del país del golfo como sede del evento había sido un error. Si bien en 2018 se denominó Rusia para acoger el mundial, el plan era que en 2022 fuera para Estados Unidos y así simbolizar un tratado de convivencia entre ambas potencias. Pero la llamada de Platini, presidente de la UEFA en el momento, lo cambiaría todo, y es que Blatter le acusa de haberle llamado una semana antes del Congreso de la FIFA de 2010 diciéndole que el plan simbólico de paz para la guerra fría no iba a funcionar. Yendo más lejos, el expresidente de la FIFA —suspendido de sus cargos por acusaciones de corrupción en 2015— deja caer que antes de esa llamada, Michel Platini se había reunido con Sarkozy, y que el presidente francés había tenido contactos recientes con el príncipe heredero de Qatar. “Los votos de Platini fueron decisivos para la adjudicación de Qatar. Y por supuesto que había factores económicos de por medio. Seis meses después de los encuentros, Qatar compró aviones de combate a los franceses por un valor de 14.600 millones de dólares”, concluía Blatter.

La llamada de Platini, presidente de la UEFA en el momento, lo cambiaría todo

Las declaraciones del expresidente vienen a confirmar lo que France Football publicó en 2013 con un titular demoledor, “Qatargate”. En el reportaje exponían la existencia de la reunión en noviembre del 2010 entre Sarkozy, presidente francés del momento, Michel Platini, presidente de la UEFA del momento, el príncipe heredero de Qatar Al-Thani, y el propietario del PSG, Sebastián Bazin. La idea era obtener un win-win para todos: Platini vota a favor de Qatar, Qatar invierte en Francia —los aviones mencionados por Blatter son claro ejemplo—, y ya de paso, colabora en mejorar la situación económica del Paris Saint Germain. Y ahí es donde Qatar Sport Investment (QSI) entra en juego en 2011, es decir, meses después del fructífero encuentro. El grupo de inversión soberano de Qatar nace en 2005 para gestionar el superávit petrolero del país, y es a través de esta herramienta con la que el estado del golfo se apropia de activos como acciones de la bolsa de Londres, del Empire State de Nueva York o un 17% de las acciones de Volkswagen, entre otros. El equipo parisino de momento le está saliendo a pérdidas a Nasser Al-Khelaifi, propietario del club y alto directivo de QSI (además de íntimo amigo de Al-Thani). Concretamente L’Équipe las data entre 200 y 300 millones de pérdidas para la temporada 2021/2022, a las que se van sumando el déficit de las temporadas anteriores.

!function(e,i,n,s){var t=”InfogramEmbeds”,d=e.getElementsByTagName(“script”)[0];if(window[t]&&window[t].initialized)window[t].process&&window[t].process();else if(!e.getElementById(n)){var o=e.createElement(“script”);o.async=1,o.id=n,o.src=”https://e.infogram.com/js/dist/embed-loader-min.js”,d.parentNode.insertBefore(o,d)}}(document,0,”infogram-async”);

Un parque temático de la opulencia

FocusEconomics, proveedor de análisis económicos y pronósticos, estima que la proyección de Qatar para 2025 es que aumentará su PIB hasta superar los 200000 millones de dólares, y a la vez, el PIB per cápita incrementará a 71000 dólares en la misma fecha. Según Marketing Registrado, agencia dedicada al deporte, se pronostica que la recaudación será 4670 millones de dólares por parte de la FIFA y de 17.000 millones de dólares por parte del emirato, y prevé que al Mundial asistirán 1,2 millones de turistas, lo que supone casi la mitad de la población de Qatar (2’8 millones de habitantes). La tensión a la que se someterá el país, que ha realizado obras faraónicas para acoger el mundial, se ve reflejada en elementos como la inclusión de hoteles dentro de algunos estadios. Es el caso de Lusail, que tiene capacidad para 80000 espectadores y dispone de palcos, hoteles, un techo que se abre y se cierra para adaptarse a las condiciones climatológicas, y todo un entramado de paneles solares que aportará energía también a las inmediaciones del estadio. La previsión del aumento de PIB va también de la mano de otro elemento, y es que más allá de los estadios y hoteles, Qatar ha invertido una enorme cantidad de dinero en modernizar redes de transporte, como metro y aeropuertos.

!function(e,i,n,s){var t=”InfogramEmbeds”,d=e.getElementsByTagName(“script”)[0];if(window[t]&&window[t].initialized)window[t].process&&window[t].process();else if(!e.getElementById(n)){var o=e.createElement(“script”);o.async=1,o.id=n,o.src=”https://e.infogram.com/js/dist/embed-loader-min.js”,d.parentNode.insertBefore(o,d)}}(document,0,”infogram-async”);

Sumando la capacidad de espectadores de los ocho estadios construidos para el mundial, obtenemos la cifra de 380000 asientos para disfrutar del futbol en el país. Un estado, cabe reiterar, con 2’8 millones de habitantes. Es decir, los estadios tienen la capacidad de acoger al 13,5% del total de habitantes de Qatar. Un país sin una excesiva tradición futbolística más allá de la fiebre generada por el dólar, la compra del PSG, la presencia de estrellas europeas que se deben al petrodólar antes de retirarse y la fijación en convertir al fútbol un elemento de diálogo —o negocio— con los países occidentales.

¿Qué pasará con los estadios tras el mundial? ¿Qué pasará con las grandes instalaciones hechas por y para el mundial? ¿Se oxidará el parque temático de la opulencia?

Los estadios tienen la capacidad de acoger al 13,5% del total de habitantes de Qatar

La RFEF y su susurro vestido de grito

LaLiga Santander, anteriormente conocida como LaLiga BBVA, supone un 48% de los ingresos de la Real Federeación Española de Fútbol según publicaba el diario Marca, que tuvo acceso a un informe interno de la organización. Tanto Santander como BBVA, viejos conocidos del fútbol masculino de primera división español, son a la vez grandes beneficiados del Mundial de Qatar: un nuevo informe de Fair Finance International muestra que casi la mitad (47%) de la financiación de las empresas de construcción y hostelería en Qatar (dos sectores con un alto riesgo documentado de violaciones de los derechos humanos) la proporcionan bancos, fondos de pensiones y compañías de seguros europeos que utilizan los ahorros y primas de ciudadanos europeos. Entre ellos, constan los principales bancos, también otras empresas españolas como Sacyr o OHL.

Tanto Santander como BBVA, viejos conocidos del fútbol masculino de primera división español, son a la vez grandes beneficiados del Mundial de Qatar

La Real Federación Española de Futbol, que basa casi la mitad de sus ingresos en el funcionamiento de LaLiga Santander, ha denegado llevar la bandera LGBTIQ+ en el brazalete de capitán, pero si lucirá emblemas de una iniciativa de la ONU sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible, en los cuáles se consideran primordiales los derechos humanos. Un susurro complaciente vestido de grito irreverente, y que se va a llevar a cabo en las instalaciones pagadas por las mismas personas que pagan las fichas de los futbolistas.