¿Es viable el sistema en el que vivimos? ¿Cómo enfrentarse a una dinámica que lleva a crisis residenciales cíclicas? ¿Existen alternativas ante el uso especulativo del suelo?

La vivienda cooperativa en cesión de uso se convierte en una opción basada en la autoorganización de carácter cooperativo -además de ético y sin ánimo de lucro- de los socios y socias que forman parte de la propia cooperativa -es decir, quienes serán convivientes en la comunidad—. La construcción de estas residencias viene promovida por los propios futuros usuarios, y cuentan con soporte de subvenciones y acompañamiento de entidades especializadas en el tema. La cesión de uso está en torno a 75 años (depende los casos), y es un sistema que involucra dinero público además de las aportaciones de los usuarios.

El Fórum toca desde vertientes transversales las políticas, aplicaciones, teorías, ideas y prácticas respecto a este modelo que está en aumento: según la Concovi (Confederación de Cooperativas de Viviendas de España) en 2021 cerró con 11000 viviendas cooperativas registradas, un 70% más que en 2016.

Generar un ecosistema cooperativo sólido

Precisamente es este empuje del modelo en los últimos años lo que hace que esté tomando suficiente solidez para dar un salto de escala: “Saber cuál es el modelo de vivienda por el que apuesta este país es básico para establecer objetivos y compromisos”, dice Vanesa Valiño, jefe de Gabinete de la Concejalía de Vivienda y Rehabilitación, Ayuntamiento de Barcelona, ​​“ahora necesitamos un plan de vivienda de ámbito catalán, necesitamos dejar claro que es un reto no sólo para el sector, es un reto compartido con las administraciones. Necesitamos tejer alianzas y estrategias”.

Saber cuál es el modelo de vivienda por lo que apuesta este país es básico para establecer objetivos y compromisos

En la misma línea, Javier Buron, de la Gerencia del Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación del Ayuntamiento de Barcelona, ​​hace especial énfasis en las necesidades para este cambio de etapa: “se necesita suelo, confianza, pactar precios de los solares. En Barcelona ya hemos puesto suelo encima de la mesa, suelo para entidades cooperativas y sin ánimo de lucro, hemos puesto 38 millones de euros”, además especifica que se han metido a disposición pública unas pequeñas subvenciones de entre el 7 y el 17% del coste total de los proyectos cooperativos para cesión de uso. Estas ayudas pueden ser complementarias a las que ofrece el Estado a través del fondo Next Generation.

Paula Martí (XES, habicoop y REAS), Vanesa Valiño (jefe de Gabinete de la Concejalía de Vivienda y Rehabilitación, Ayuntamiento de Barcelona) y Álvaro Porro (Comisionado de Economía Social del Ayuntamiento de Barcelona) | Laura Casamitjana

“Desde fuera, miramos a Cataluña con los dientes largos”, explica una asistente a los debates, técnica de vivienda del Gobierno de Euskadi, que, al igual que gente de todo el estado, llega al Fórum para poder compartir experiencias y poder exportar algunos de los puntos de éxito a su zona. “Está feo que lo diga yo, pero en Barcelona estamos ante un tejido lo suficientemente fuerte como para tenerlo en cuenta a la hora de establecer una ley estatal”, expresa Álvaro Porro, Comisionado de Economía Social del Ayuntamiento de Barcelona, ​​y Javier Buron añade que “el modelo que se propone no es único ni perfecto, pero se necesita una ley estatal en la que se nos tenga en cuenta. Estamos hablando de alrededor de 3000 personas que estarán viviendo en parque de vivienda cooperativa en cesión de uso, hemos generado un marco suficientemente relevante para ser paradigmático a nivel estatal”. El problema es, según Buron, que para generar este ecosistema, han tenido que poner sangre, sudor y lágrimas. Ahora que se ha hecho este esfuerzo, dice que es necesario que nadie tenga que cruzar este tipo de odisea porque no todo el mundo tiene los recursos para hacerlo. Para ello, es imprescindible legislar, facilitar las cosas y mucho diálogo”.

En Barcelona estamos ante un tejido lo suficientemente fuerte como para tenerlo en cuenta a la hora de establecer una ley estatal

Ante la emergencia residencial y los cambios de paradigma

Maravillas Espín, directora general de Trabajo Autónomo, Economía Social y Responsabilidad Social de las Empresas del Ministerio de Trabajo y Economía Social del Gobierno estatal, expresa que existe un anteproyecto de ley en fase de borrador para la ley integral de economía social, y que implica reformas en la ley de cooperativas: “el reto es visibilizar esta realidad evidente en muchos territorios, y queremos hacerla visible precisamente con esta normativa para que sea también una realidad legal”. Para que funcione, menciona que debería concretarse de manera muy específica el destino de los fondos europeos, además de que será un esfuerzo donde habrá que unir fuerzas para que sea efectivo.

El auditorio de la UPF Ciutadella ha sido la sede del Fòrum | Laura Casamitjana

“El sistema de vivienda catalán y español son modelos con poca intervención pública, poca vivienda social y mucha exclusión residencial. Debemos preguntarnos, ¿qué papel queremos que juegue la vivienda cooperativa?”, dice Jordi Bosch, jefe del Servicio de la Vivienda, Generalitat de Catalunya. La respuesta para él es que depende de unas u otras estrategias, pero ve necesario que no haya competencia entre modelos de vivienda social: “llevamos más de 10 años en emergencia residencial, tenemos a jóvenes que no se pueden emancipar , debemos tener en cuenta también a los estratos más bajos… algo está claro, necesitamos a todos los modelos de vivienda social, sea o no cooperativa. La taxonomía competitiva nos lleva a insatisfacer a todo el mundo. Los necesitamos a todos, y tener claro que será un camino duro, debemos pensar los subsidios cruzados, pensar en todo el mundo necesite más o menos ayudas. Debemos movernos en el camino que nos lleve a un sistema de vivienda por debajo del precio de mercado”. Para Josep Vidal, director general de Economía Solidaria de la Generalidad de Cataluña, “la propuesta de vivienda cooperativa es un cambio de modelo y visión, es una respuesta, pero no es la respuesta. Ante la emergencia, es necesaria una línea política de incrementar la posibilidad de alquileres de protección social. La vivienda cooperativa es una prioridad, la prioridad de la agencia de vivienda es dar techo a la gente que no puede acceder a ello. El diálogo será mucho más fluido”.

La vivienda cooperativa es una prioridad, la prioridad de la agencia de vivienda es dar techo a la gente que no puede acceder a ello

Maravillas Espín, a este elemento, añade que se corresponsabilidad de todos y que debe manifestarse a través de una gobernanza multinivel y unos niveles latentes de intercooperación. “Lo que debemos hacer desde la administración es escuchar en el sector, que está en contacto directamente con la sociedad civil y, sobre todo, adaptar la burocracia a las necesidades reales. Todas estas herramientas deben aplicarse al plan integral de la economía social”, concluye.

Gloria Rubio (XES, habicoop y REAS), Maravillas Espín, Álvaro Porro, Javier Buron y Jordi Bosch | Laura Casamitjana

“La vivienda es un derecho, no una mercancía”

La directora de la Agencia de la Vivienda de Cataluña, Sílvia Grau Fontanals, apuesta por entender las complejidades y diferencias del territorio para poder responder de manera eficaz, y muestra como primordial salir del binomio compraventa y alquiler. “Nos interesa reforzar el parque de vivienda social. Con un plan territorial coherente queremos llegar mínimo al 7% de vivienda social cooperativa. Nos marcamos en 2042 como meta, queremos disponer de 182 mil parques de viviendas”.

David Guardia (XES, habicoop y REAS), Josep Vidal y Sílvia Grau | Laura Casamitjana

La ambición y la ilusión conviven con la realidad y la voluntad durante los debates, pero Doris González, secretaria Ejecutiva de Condominios del Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Chile, hace convivir todo ello en el discurso de clausura donde habla del ejemplo Chileno: “tenemos una meta de construir 260 mil viviendas en un período de 4 años. Es un reto terrible, por eso mismo no queremos perder de vista el horizonte que tiene que ver con pensar y planificar cómo cada uno de estos habitantes estará en estos hogares y sus posibilidades de desarrollo”. Explica cómo un ecosistema propicio en el país estuvo desmantelado, y es que en Chile “existían cooperativas y economía social era bastante relevante, pero a partir de los años 60-70 fue desapareciendo de la política pública a partir de procesos de dictadura y neoliberalización ”. Por último, recuerda un elemento clave: “la vivienda es un derecho, no una mercancía”.

Doris González | Laura Casamitjana 

La Morada de los cuidados, el feminismo y lo comunitario

 

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