El 7 de noviembre del 2022 la plataforma Spotify alcanzaba un récord, y es que el artista Bad Bunny llegó los nueve mil millones de reproducciones con un disco estrenado en mayo. “Un Verano Sin Ti” mantuvo al puertorriqueño trece semanas en el top de la lista Billboard 200, y le ayudó a marcar otra hazaña sin precedentes: ha sido nominado a mejor álbum del año en los Grammy -y no en los latinos, en los generales-, posicionando a ese galardón por primera vez en la historia un disco grabado íntegramente en castellano. Ha arrasado en streaming, alcanzando a nivel global 18500 millones de reproducciones, y en España, una vez más, ha sido el artista más escuchado del año en plataformas. Las cifras en YouTube son igualmente escalofriantes: “Me Porto Bonito”, tema junto a Chencho Corleone y más escuchado en España, acumula 586 millones de visitas. “Tití Me Preguntó”, una de las indiscutibles canciones del verano, asciende a los 614 millones de reproducciones.

Del Dos mil 16 al Dos mil 23

“La persona que se acerque a mí a saludarme, a decirme algo, o solo conocerme, siempre recibirá mi atención y respeto. Los que vengan a ponerme un cabrón teléfono en la cara lo consideraré como lo que es, una falta de respeto y así mismo lo trataré yo. #SINCOJONESMETIENE”, tuiteaba Bad Bunny el dos de enero tras generar polémica.

Apenas unos días antes, se viralizaban en las redes unas imágenes en las que se ve al puertorriqueño arrebatando el teléfono móvil de las manos de una insistente fanática y arrojándolo al agua. El debate que se ha generado en torno a su reacción, los límites de la fama y la intimidad han llevado a la caída en picado de reproducciones de Bad Bunny en Estados Unidos, como sería en el caso de sus dos canciones más escuchadas: “Me Porto Bonito” cae dieciocho posiciones, y “Tití me Preguntó”, 12.

Que Bad Bunny tiene algunas dificultades para gestionar la fama es algo de lo que no se esconde, y es que son muchas las ocasiones en las que expresa nostalgia por esa vida antes de los focos y escenarios. En el álbum “Un Verano Sin Ti”, el artista incluye la canción “Dos mil 16”, dónde con toques traperos como los de sus principios corea “¿A dónde le tengo que caer? Pa pasar tres día’ y dos noche’ en el 2016”. Fue ese año precisamente el que la colaboración con Arcángel en el tema “Tu no vive así”, y el exitoso tema “Soy Peor”, catapultarían al puertorriqueño a iniciar una carrera que no ha dejado de ir cuesta arriba.

Que se vayan ellos

El Centro de Periodismo Investigativo data que el aumento promedio del precio de la vivienda en menos de una década (2012-2021) en Puerto Rico incrementó un 63%. Esto provoca, como bien sabemos en España, que la población local con rentas más bajas se vea en una crisis habitacional promovida por fondos inversores que son recibidos con los brazos abiertos. En el caso de Puerto Rico, territorio no incorporado de los Estados Unidos con autogobierno, aplicación de normativas como la Ley 22, propició este cambio de paradigma. A través de incentivos contributivos, las personas con rentas altas de Estados Unidos pudieron acceder a trasladarse a la isla a través de la compra de terrenos. Así es como, al puro estilo Calle 13 con su himno “Latinoamérica”, Bad Bunny reivindica en la canción “El Apagón” este pseudo colonialismo instaurado en la ínsula boricua: “No me quiero ir de aquí / Que se vayan ellos (…) Lo que me pertenece a mí / Se lo quedan ellos / Que se vayan ellos”, recita la letra. Tras la publicación del tema en el disco “Un verano sin ti”, el artista sorprendía el pasado octubre con la publicación de un nuevo videoclip del mismo, esta vez de 25 minutos. “El Apagón – Aquí vive gente” se titulaba esta vez, y es que dentro del mismo tema incorpora un reportaje de Bianca Graulau en el que se habla sobre la especulación y las tramas de corrupción que están generando la insostenibilidad residencial para las clases humildes.

Hace apenas una semana, Bad Bunny sorprendía junto al cantante Arcángel dando un concierto gratuito en el techo de una gasolinera en San Juan, Puerto Rico, dónde filmaban el videoclip de su tema conjunto “La Jumpa”. El compromiso con la tierra viene de lejos, y es que en 2019 “el conejo malo” protestó junto a miles de personas en las manifestaciones que mantenían al territorio en vilo, inmerso en una crisis política que derivaría en la dimisión del gobernador Ricardo Rosselló tras salir a la luz tramas de corrupción además de chats sexistas y homófobos.

Un verano sin fin

Una de las maniobras más destacables que Bad Bunny ha llevado a cabo con “Un Verano Sin Ti”, es la capacidad de generar un ecosistema ecléctico. Si te han dejado, te has enamorado, estás de fiesta, estás conduciendo, en un karaoke. Hay una canción en ese álbum para cada contexto. Quizás ese punto es el que le haya llevado al récord de streamings, además de la capacidad de desmarcarse de la etiqueta —presuntamente despectiva y con cierto tufo racista para depende de quién la diga— de “reggaetonero”. “Un Verano Sin Ti” se ha convertido en un álbum total, uno sin prejuicios y sin miedos, uno que marca un punto de inflexión en géneros latinos que han sido vilipendiados durante tantos años —cabe recordar que hace apenas una década si un artista hispanohablante quería meterse en el mercado anglosajón, debía adaptarse a la lengua, veáse de ejemplo Shakira y sus “english version”—.

En la pandemia, todo paró en seco, pero no Bad Bunny, que se atrevió a publicar “YHLQMDLG” —álbum por el que recibió premios Billboard y Grammy—, o la mítica canción “Safaera” que hizo el encierro más fácil para tantas personas. Tras ese momento de eclosión, estamos ante la efervescencia de lo que se coció en la cuarentena, un boom de la industria musical que está volviendo a construir tras una época que no tenía arreglo. Una vez más, ahí sigue Bad Bunny, todo y que haya anunciado un parón en 2023 por su “salud mental y física”. Pese a ello, aún le queda larga vida a su último álbum, que seguirá ahí para bailar o para ponerse nostálgico, para quedarnos inmersos en un verano sin fin.

Y para quienes hayan llorado con el single “Un Verano Sin Ti”, recuerden que cuando algo no tiene arreglo, la pregunta es qué puede construirse.

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