
En 1993 algunas mujeres del movimiento feminista habían empezado a trabajar en un nuevo proyecto. Era necesario dar formación a muchas mujeres que carecían de acceso al mercado de trabajo de forma efectiva. En ese momento no había ley de igualdad, ni de erradicación de la violencia machista, ni siquiera se contemplaban planes de igualdad y había muchos (todavía más que actualmente) puestos de trabajo en los que las mujeres no tenían ninguna presencia. En sólo 30 años han pasado muchas cosas.
Fue el año en que la primera mujer minera fue aceptada en el puesto de trabajo por el que había sido considerada apta, después de años de lucha en los tribunales, que acabaron con una histórica sentencia del Tribunal Constitucional que reconoció el derecho a una de las plazas en igualdad de condiciones que los hombres que habían superado las pruebas.
Así fue cogiendo forma la idea de una asociación que en ese momento ya llamamos SURT, asociación de mujeres por la inserción laboral, y que en 2007 pasó a ser Fundación. Desde aquellos inicios militantes, nos hemos comprometido con los valores de equidad de género, inclusión, solidaridad, transformación y gestión transparente, profesional y socialmente eficiente. Es a partir de ahí que hemos ido creando programas de atención, apoyo, formación… trabajando por una igualdad real y efectiva y combatiendo las discriminaciones y vulnerabilidades.
Son 30 años construyendo redes y haciendo vínculos con las mujeres que nos han querido a su lado, con las entidades de mujeres y de acción social con las que hemos cooperado, con los territorios que hemos actuado. 30 años de propuestas de transformación social para mejorar las condiciones de vida de las mujeres en situaciones de vulnerabilidad. El nuestro es un objetivo ambicioso, contribuir a construir una sociedad con equidad de género, libre de violencias machistas, en la que todos los trabajos, remunerados y no remunerados, sean asumidos al margen de las identidades de género, y en la que el trabajo de sostenimiento de la vida sea visible, revalorizado y entendido como responsabilidad colectiva. El objetivo es conseguir una sociedad con equidad de género, inclusiva y libre de violencias machistas.
Este año celebramos estos 30 años de propuestas y luchas, muchas que han comportado cambios importantes, de los que nos sentimos, humildemente, parte. Y celebramos con todas las personas que quieran acompañarnos 30 años de proyectos que quieren ser una aportación a esta lucha feminista y de acción social, por la igualdad real y efectiva, por la equidad social. Nos queremos seguir comprometiendo y avanzar en esta construcción colectiva, vinculándonos.