Los socialistas ganan en sus principales fortalezas, como Santa Coloma de Gramanet, Cornellà de Llobregat, Sant Boi y Esplugues, donde mantienen la mayoría absoluta, aunque la pierden en L’Hospitalet, Viladecans y Gavà, a pesar de quedar en primer lugar. También ganan en Montcada i Reixac, un feudo histórico de los Comuns, ICV y PSUC.
En L’Hospitalet, la segunda ciudad de Cataluña, el PSC ha gobernado desde la restauración de la democracia y todo indica que seguirá siendo así durante los próximos cuatro años. Núria Marín revalidará el cargo que ha ostentado durante 15 años, aunque esta vez sin mayoría absoluta. ERC, que llevaban de cabeza de cartel al exsocialista Jaume Graells —quien sacó a la luz el caso Consell Esportiu —, perdió un concejal respecto de sus resultados anteriores. Ciudadanos desaparece del consistorio de la segunda ciudad con más población de Cataluña, y el PP gana fuerza al pasar de uno a cuatro concejales, mientras que Vox entra con tres. Los Comuns se mantienen con tres concejales, y Junts per Catalunya se queda nuevamente fuera.
Badalona y Santa Coloma de Gramanet eran dos municipios bajo el punto de vista mediático. En Badalona, la incógnita estaba en si la propuesta de “badalonisme” de García Albiol conseguía hacerse con la mayoría absoluta. En Santa Coloma, ERC había apostado fuertemente por Gabriel Rufián para hacerle un pulso a Núria Parlon (PSC), quien permanece al cargo durante 2019.
La victoria de Albiol fue absoluta, quién logró una mayoría sin precedentes para el PP, obteniendo 18 de los 27 concejales. En el mandato anterior, a pesar de ganar al PP, Badalona tuvo tres alcaldes: Álex Pastor (PSC), quien renunció después de conducir en estado de embriaguez y violar el confinamiento; Albiol, quien duró un año y medio, y Rubén Guijarro, también socialista, quien asumió el poder tras una moción de censura debido a la aparición de Albiol en los papeles de Pandora. Los socialistas, a pesar de los decentes resultados en el área metropolitana, no pudieron hacerle sombra al populista por excelencia.
En Santa Coloma, los socialistas obtienen 17 concejales, los mismos que en 2019, lo que permite a Núria Parlon revalidar su cargo que ha ocupado desde 2009. En total, el PSC ha gobernado la ciudad desde 1991. La apuesta de los republicanos con Rufián no pudo romper la hegemonía socialista y solo gana un concejal más, sumando un total de cuatro. El sitio de Rufián continuará siendo el Congreso de los Diputados, tal y como fue anunciado después de la convocatoria relámpago de Pedro Sánchez la mañana del lunes.
Los resultados electorales para los comuns en El Prat y Montcada fueron agridulces. En El Prat, el actual alcalde Lluís Mijoler ha perdido dos concejales, pasando de 11 a nueve. El PSC también ha bajado de siete a seis concejales, mientras que ERC se mantiene en tres. Podemos ha desaparecido y han entrado en el ayuntamiento el PP con dos concejales, Vox con dos, Jóvenes y Pensionistas con dos y Junts con uno.
En Montcada, la alcaldesa actual Laura Campos, del partido En Comú Podem, ha pasado de tener siete concejales a cinco, quedando por detrás del PSC, que ha logrado un sorpasso al subir de seis a siete concejales. ERC ha obtenido cuatro concejales, y los tres concejales de Ciutadans han sido repartidos entre el PP con dos y Vox con uno. También ha entrado en el ayuntamiento Vivim Montcada i Reixac con dos concejales.
En Sant Feliu de Llobregat, donde en este mandato la alcaldía ha sido compartida por ERC y los comuns con el apoyo de Junts, el PSC ha ganado terreno al subir de seis a ocho concejales. Los comuns han pasado de tener cinco concejales a tres, ERC ha bajado de cinco a cuatro, Junts se ha mantenido en dos y han entrado en el ayuntamiento el PP con dos concejales y Vox con uno. El partido Veïns ha mantenido un concejal, mientras que Ciutadans ha desaparecido.
Así pues, el PSC sigue siendo indiscutiblemente el partido dominante en el cinturón rojo, resistiendo en los bastiones históricos y recuperando algunas de las posiciones ocupadas por Podemos y/o Ciudadanos en los últimos años. ERC, con una disminución en sus resultados en toda Cataluña, no logra su objetivo de romper la hegemonía socialista en la zona y pierde representación en la mayoría de los municipios metropolitanos. Además, los Comuns y la CUP retroceden, Junts no logra crecer excepto en Barcelona, y el PP y Vox obtienen buenos resultados al entrar en la mayoría de los municipios.