Después de las elecciones municipales del 28M hemos escuchado en la radio, hemos visto en la televisión y hemos leído en las redes sociales que hay un claro peligro de que el bloque de la derecha y de la ultraderecha pueda gobernar el Estado. Además, en las últimas semanas de curso, en muchos claustros y centros educativos hemos tenido conversaciones sobre las terribles repercusiones que podría tener esta situación en nuestro sector. Estamos preocupadas. Estamos tristes.
La coeducación va avanzando poco a poco… en muchos centros ya se cita a científicas, escritoras, filósofas… en algunos hay referentes en coeducación que se encargan de que los proyectos educativos tengan perspectiva de género y de que en todas las etapas se trabaje la lucha contra la violencia de género. Empezamos a ver los patios de las escuelas como espacios de socialización, ya no solo se juega al fútbol. Y con el trabajo que se está haciendo, el alumnado LGTBI disfruta de una aceptación que hace unos años no tenía. Tenemos un sistema educativo más igualitario, aunque queda mucho por avanzar. ¿Qué pasará con la coeducación si no vamos a votar y ganan a los partidos de derecha extrema y ultraderecha?
El catalán es la lengua vehicular de nuestro sistema educativo. Esta apuesta, no debemos olvidarlo, fue una conquista de los barrios populares y de las familias castellanohablantes para conseguir la igualdad de oportunidades para todos los niños y jóvenes y para disfrutar de una convivencia y cohesión social que nos convirtiera en un solo pueblo, a pesar de tener lenguas y culturas diferentes. Además, esta decisión ha permitido que el alumnado de 4.º de ESO acabe su escolarización obligatoria con un buen nivel de las dos lenguas cooficiales y con un nivel igual al de los alumnos del resto de comunidades autónomas, a pesar del grave problema actual de su uso, sobre todo entre los jóvenes. ¿Qué pasará con el catalán si no vamos a votar y ganan los partidos de derecha extrema y ultraderecha?
La sensibilización sobre la emergencia climática y la sostenibilidad es un contenido presente en el currículo de la educación básica. Desde las primeras etapas educativas, el alumnado se va formando en contenidos y competencias como reciclar, reducir, recuperar y reutilizar. También en la importancia de utilizar el transporte público y reducir el consumo energético, aunque es necesario avanzar mucho en este tema, tanto en los centros educativos como a nivel de Administración y social. Ellos y ellas saben que no tenemos planeta B y que deberemos cambiar muchos hábitos para seguir teniendo un mundo habitable. ¿Qué pasará con la educación por la sostenibilidad si no vamos a votar y ganan los partidos de derecha extrema y ultraderecha?
Que no nos roben la educación coeducativa, en catalán, crítica y democrática
El pensamiento crítico es una de las herramientas más importantes de las que disponemos en la educación. El personal docente tenemos el encargo de enseñar a pensar –no de qué pensar–. Para trabajar esta habilidad hay que leer, razonar, debatir, poner en cuestión incluso lo que dice el libro de texto, si se tiene, o lo que dice la docente. Y esto lo hacemos cada día en los centros como aprendizaje de lo que significa la democracia. Hace pocos días se ha prohibido en un pueblo de Burgos una representación de teatro, «El maestro que prometió el mar». Esta obra es la historia real de un maestro tarraconense; Antoni Benaiges. Fue fusilado durante la Guerra Civil por los fascistas por enseñar a sus alumnos a pensar y entender el mundo. ¿Qué pasará con la educación del pensamiento crítico y con la memoria democrática si no vamos a votar y ganan a los partidos de derecha extrema y ultraderecha?
La participación de las profesionales, el alumnado y las familias es imprescindible para construir unos centros democráticos. Las leyes educativas actuales en la enseñanza no universitaria establecen que los Consejos Escolares de Centro son órganos decisorios donde toda la comunidad educativa aporta su visión para conseguir escuelas e institutos con mayor calidad e inclusión. Cuando hay participación y democracia en un centro crece el sentimiento de pertenencia y, por tanto, la comunidad educativa se siente responsable del cuidado de todos los miembros, de las instalaciones, del entorno y así el centro consigue un marco mucho más propicio para la inclusión y la equidad, a la vez que toda la comunidad educativa, principalmente el alumnado, tiene la oportunidad de practicar las reglas de la democracia. ¿Qué pasará con la democracia en los centros si no vamos a votar y ganan los partidos de derecha extrema y ultraderecha?
Las profesionales de la educación en Cataluña somos 250.000 personas. Somos diversas, somos docentes, somos educadoras, somos TEIs, somos TIS, somos monitoras, somos PAS… pero todas tenemos en común las ganas de mejorar la educación de nuestro país porque sabemos que es una de las herramientas más importantes para conseguir una sociedad más cohesionada, justa, democrática e igualitaria.
Si trabajas en el mundo educativo, no olvides ir a votar. Porque ningún voto progresista puede quedarse en casa. Que no nos roben la educación coeducativa, en catalán, sostenible, crítica y democrática. Por la educación: VOTA!!!