El objetivo del presente artículo es proporcionar datos sobre el gasto en armamento y defensa que difícilmente se pueden encontrar en un solo documento. Los datos que se presentan se han obtenido de fuentes publicadas y se pueden consultar en los enlaces del texto. La intención, por lo tanto, es que podamos tener una idea mínimamente completa sobre los intereses que nos llevan a lo que parece ser una carrera armamentista sin freno.
Exportación de armas. Los datos.
El Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), un centro de referencia mundial e independiente que investiga conflictos y control de armamentos, indicó que en 2022 España fue el octavo país del mundo que más armamento exportó. Como se puede ver en el gráfico siguiente, en el acumulado de los últimos 5 años ocupa la misma posición. La lista la encabeza Estados Unidos (55,497 mil millones de dólares ($)), seguido de Rusia (22,381 millones de $) y Francia (14,862 millones de $). Los países de la UE exportan aproximadamente el 25% del total del comercio de armas en el mundo.
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Por otro lado, los países que más inversión han dedicado a la importación de armas en los últimos 5 años han sido: India (15,449 millones de $), Arabia Saudita (13,262 millones de $) y Qatar (8,883 millones de $). Debido a la guerra con Rusia, Ucrania pasó del 63º lugar en 2021 al 3er lugar en 2022.
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Si nos centramos en las exportaciones españolas de material militar de 2017 a 2021, según el Centro Delàs de Estudios por la Paz y con datos de la Secretaría de Estado de Comercio, en el gráfico siguiente se puede ver la distribución de los 10 países que más material militar compraron a España.
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Durante el primer semestre de 2022, el país al que se exportó la mayor cantidad de material militar fue Arabia Saudita (más de 302 millones de euros). El conjunto de los seis países a los que se exportó la mayor cantidad, que se pueden ver en el gráfico siguiente, representa el 68% del total de las exportaciones españolas.
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El Centro Delàs pide que las exportaciones de material militar y de doble uso no estén incluidas en la Ley de Secretos Oficiales, y que, por lo tanto, se puedan debatir las exportaciones con claridad en el Parlamento.
¿Qué prohíbe el Tratado sobre el Comercio de Armas?
Llegados a este punto, podemos preguntarnos si cumplimos con las normativas internacionales firmadas y ratificadas. El Tratado sobre el Comercio de Armas promovido por la ONU, firmado por 130 países pero ratificado solo por 83 de ellos, incluyendo a España y la mayoría de los de la UE, dice en su artículo 6.3: Un Estado parte no autorizará ninguna transferencia de armas convencionales (…), si en el momento de la autorización tiene conocimiento de que las armas o los elementos podrían utilizarse para cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad, infracciones graves de los Convenios de Ginebra de 1949, ataques dirigidos contra bienes de carácter civil o personas civiles protegidas como tales, u otros crímenes de guerra tipificados en los acuerdos internacionales en los que sea parte.
Además, el artículo 7.1 dice: Si la exportación no está prohibida en virtud del artículo 6, cada Estado parte exportador, antes de autorizar la exportación bajo su jurisdicción de armas convencionales (…), evaluará, de manera objetiva y no discriminatoria y teniendo en cuenta los factores pertinentes (…), el potencial de que las armas convencionales o los elementos (…) podrían utilizarse para: i) Cometer o facilitar una violación grave del derecho internacional humanitario; ii) Cometer o facilitar una violación grave del derecho internacional de los derechos humanos.
El Centro Delàs describe la venta a determinados países como muy preocupante: “Tanto Arabia Saudita como los Emiratos Árabes han llevado a cabo ataques indiscriminados contra la población civil yemenita, considerados crímenes de guerra. Son especialmente alarmantes por razones humanitarias las ventas de munición a Arabia Saudita, que, por sus características, escapan a cualquier mecanismo de control posterior”.
Financiamiento del Complejo Militar y de Fronteras en el Mediterráneo
El material militar puede ser utilizado para reforzar un ejército, pero también para reprimir a la población o militarizar las fronteras. Según el Informe 59 del Centro Delàs sobre militarización en el Mediterráneo, durante el período 2011-2021, “un total de 37 países de todo el mundo han contribuido a la militarización de la zona mediterránea a través de la exportación de material militar. La Unión Europea, Estados Unidos y Rusia se reparten el 91% del volumen total de las transacciones, que se destinan principalmente a países del Mediterráneo Sur”. Ciento veinticinco empresas han producido material militar destinado a países del Mediterráneo y también a la militarización de la frontera sur. Por lo tanto, es importante conocer los mecanismos que financian la compra-venta de material militar.
El informe destaca que 44 entidades financieras con sede en España han destinado de 2020 a 2022 más de 14,000 millones de dólares a empresas de armamento, en forma de créditos, préstamos, acciones, bonos o pagarés. Entre los bancos, destacan el Banco de Santander (4,985 millones de $) y el BBVA (4,752 millones de $), con un 68% del total de financiamiento, seguidos de lejos por el grupo La Caixa y el Banco de Sabadell, entre otros, a niveles mucho más bajos.
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El Banco de Santander y el BBVA son las únicas entidades financieras españolas que figuran -en los puestos 38 y 39- en la clasificación de las 100 entidades financieras internacionales que más financiamiento otorgan a las empresas armamentísticas.
Entre las empresas que han recibido este financiamiento destacan Airbus, Boeing, Honeywell International y General Dynamics, que se llevan el 86% del financiamiento total. El informe indica que “las empresas ATOS, Eulen, Indra y Thales han recibido un total de 56 contratos desde el año 2019 para militarizar la Frontera Sur de España, a través de la gestión de los Centros de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI), del desarrollo y mantenimiento del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), de la construcción y mantenimiento de los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla y del mantenimiento del recinto aduanero de Beni-Enzar en Melilla”.
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El gasto militar
Los países de la OTAN acordaron en 2014 destinar el 2% de su PIB a defensa en 2024. Según publicó Euronews, ahora solo lo cumplen 7 de los 30 países de la OTAN. De estos, los países que destinan un porcentaje más alto de su PIB a defensa son Grecia (3,76%), Estados Unidos (3,47%) y Polonia (2,42%), y los que menos, Bélgica (1,18%), España (1,01%) y Luxemburgo (0,58%).
Sin embargo, la evolución en España del presupuesto dedicado a Defensa de 2016 a 2023 es creciente, por encima del promedio del aumento de los presupuestos generales del Estado. Este aumento se puede ver en la siguiente figura. Los datos se pueden consultar en la web del centro Delàs.
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En los últimos 8 años, el presupuesto del Ministerio de Defensa ha aumentado un 109% (de 6.899 millones de euros en 2016 a 14.453 en 2023). Durante el mismo período, el presupuesto con criterio OTAN ha aumentado un 75% (de 14.118 millones de euros en 2016 a 24.759 en 2023). Cabe aclarar que estrictamente el presupuesto del Ministerio de Defensa es de 12.827 millones de euros y que para llegar a los 14.453 que publica el centro Delàs se incluye el destinado a Organismos Autónomos del Ministerio de Defensa (1.289 millones de euros) y al CNI (337 millones de euros). Aclarar que el total de “defensa con criterio OTAN” incluye el presupuesto del Ministerio de Defensa y además lo que dedican otros ministerios, las clases pasivas militares, organismos internacionales, la Guardia Civil y los créditos I+D.
La pesadilla del armamentismo
¿Qué conclusiones se pueden extraer de la información y los datos presentados? La primera es que la fabricación y venta de material militar y de doble uso es un gran negocio y que la mayoría de los países fabricantes no están dispuestos a renunciar a este negocio. Un análisis independiente y racional seguramente encontraría que muchas de las exportaciones de armas que se hacen en el mundo no cumplen el Tratado sobre el Comercio de Armas.
También podemos concluir que si muchos países destinaran el gasto de comprar material militar a usos civiles, las mejoras en sus sociedades serían palpables. Es difícil de asumir que países con fuertes desigualdades como India, Egipto y Pakistán estén entre los 10 que más gastan en la compra de armamento.
En cuanto a las exportaciones españolas, la propuesta del Centro Delàs de mayor claridad y transparencia parece razonable si se aspira a ser una sociedad avanzada.
En relación al gasto militar español, sería deseable que en lugar del aumento observado en los últimos años hubiera una disminución. Hace poco se tuvieron que gastar muchos recursos en reparar tanques Leopard para enviarlos a Ucrania. ¿Podemos concluir que estos no eran necesarios para nuestra defensa, ya que parecía que estaban en un estado lamentable? Nos podemos preguntar cómo se compraron. ¿Para tenerlos almacenados e inutilizados? Sin entrar a analizar si tener un ejército es necesario o deseable, un ejército moderno debe caracterizarse por tener lo esencial y en buen estado.
Por último, cabe destacar que es muy necesaria la transparencia en la financiación de las empresas armamentísticas, ya que se da la paradoja de que algunas de ellas exportan armas que se utilizan en zonas de conflicto y, además, reciben contratos para suministrar equipos y material para controlar los flujos migratorios de los civiles víctimas de estos conflictos. Un negocio redondo.