La realidad es tozuda y la región metropolitana de Barcelona o la ciudad de los 5 millones —dile como quieras— es una evidencia de sentido común inapelable para todo el mundo que sepa dónde vive en este mundo que va cambiando de civilización y encadenando crisis de diferentes pelajes. Lo único sensato que colectivamente queda por hacer es ir construyendo la metrópolis de forma sólida y colaborativa. Y el martes 12 de diciembre se aprobó una hoja de ruta estudiada y discutida por cientos de académicos, políticos, expertos y miembros de la sociedad civil durante más de dos años en un proceso abierto (Barcelona Demà) para consolidar los cimientos y levantar las paredes maestras de la gran conurbación catalana en los próximos seis años.

Este Compromiso metropolitano 2030 fue aprobado por unanimidad por el Consejo General (reúne a más 300 personas, instituciones políticas y cívicas, patronales, sindicatos, universidades, bancos, diarios…) del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB), la entidad que ha pilotado y pilota todo este proceso. Y conviene darle a este consenso su valor en un país que, en medio siglo, y por luchas de poder y por politiquería, no se ha sabido dotar de una ley electoral propia y equitativa, y cuyo gobierno disolvió el primer y embrionario ente metropolitano.

El coordinador general del PEMB es Oriol Estela, quien, por cierto, tiene fijado un tuit que recoge una idea básica: metropolitanos o irrelevantes, y saludó el nacimiento de este diario de periódicos locales defendiendo la ciudad de los 5 millones. El pasado martes no dejó de recordar la complejidad administrativa del territorio al avanzar que ya se trabaja en la nueva etapa hasta el 2030.

El reto que plantea el salto de escala anhelado para afrontar de forma coordinada las crisis climática y ecológica, de alimentación, de vivienda, de movilidad, de trabajo y de servicios y prestaciones sociales desborda al actual Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y sus 36 municipios. La región consolidada incluirá cerca de 200, de las comarcas del Barcelonès, el Baix Llobregat, el Maresme, el Vallès Oriental y Occidental, el Alt y el Baix Penedès, el Garraf y el Anoia.

Estructura federal y policéntrica

En el acto de Santa Coloma de Gramenet, Jaume Collboni (PSC), presidente del PEMB, dijo: “El mundo ha cambiado, como también lo ha hecho nuestro territorio. Si queremos que Barcelona sea relevante en el contexto global, es necesario considerarla la región metropolitana de más de 5 millones que ya somos. (…) O remamos juntos, o no saldremos adelante”. Y Janet Sanz (Comuns), presidenta de la Comisión Ejecutiva del PEMB: “Somos el único gobierno metropolitano del Estado, y hoy damos un paso adelante. (…) Necesitamos una soberanía metropolitana con más competencias y recursos para hacer frente a las desigualdades… (…) La emergencia climática desafía las divisiones administrativas y fronteras y exige una respuesta coordinada de las ciudades”.

Ambos coincidieron en que la metrópolis debe tener una estructura “federal y policéntrica”.

Ocho misiones, quíntuple hélice

El nuevo plan estratégico aprobado se estructura en ocho misiones, que deben servir de guía para la actuación coordinada en el territorio. Son: Economía innovadora e inclusiva, Niveles de renta suficientes, Emergencia ambiental y climática, Movilidad sostenible y segura, Alimentación saludable, Cohesión territorial, Vivienda adecuada y Vitalidad cultural. Cada misión plantea una serie de objetivos y orientaciones para conseguirlos.

Para hacer posible este proceso en un territorio en el que operan y se solapan un centenar de entes se mantendrá la implicación de todos los actores de la vida colectiva: desde los ayuntamientos y las administraciones públicas al sector privado, el mundo académico, la ciudadanía y los medios de comunicación; lo llaman la quíntuple hélice.

Y ejemplos de lo que supone en la práctica la estrategia del Compromiso metropolitano 2030 de empezar la casa por abajo y no por el tejado los tienen en los tres premios otorgados en su primera edición el mismo martes en el Auditorio Can Roig i Torres. Uno es Alquilamos! Yes we rent! +Bloc Cooperatiu, realizado en Mataró, con el acompañamiento del ayuntamiento, que tiene por objetivo aprovechar propiedades privadas vacías para crear un sistema cooperativo de vivienda asequible. La otra es Apropa Cultura, de Barcelona, que hace accesible la cultura de varios colectivos en distintos municipios metropolitanos. Y el último, Vallès Circular, una iniciativa para promover la economía circular en la comarca a partir de la colaboración entre distintos actores.

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