«Alteridad» proviene del latín alterĭtas, alteritātis, que a su vez deriva del latín alter, que significa «otro». Para la filosofía, la alteridad es lo contrario a la identidad. La alteridad hay que entenderla a partir de una división entre un «yo» y un «otro», que puede inducir a crear desigualdades, en ocasiones imperceptibles para el entorno, por estar normalizadas sobre estereotipos que se perpetúan desde la etapa escolar. Explicar qué es lo que sientes puede resultar complicado o, peor aún, difícil de entender. Poder ver la escena completa de lo sucedido y conocer los sentimientos del protagonista en cuestión tiene un gran valor pedagógico. En ese sentido, la novela gráfica tiene una capacidad de comunicación inmensa. Y si el autor es el protagonista de la historia, más aún.
Jung Jin Lee tenía tres años cuando toda la familia surcoreana decidió emigrar a Estados Unidos. A su llegada al instituto, en plena adolescencia, se encuentra que en su entorno es la «oriental», la «coreana» o «la surcoreana» o, lo que es peor, la «china», por sus rasgos faciales, casi siempre expresado de forma despectiva. Su nombre parece que es difícil de pronunciar por los profesores, en una rutina denigrante (pasar lista en cada clase) a la que te acostumbras, por lo que decide adoptar el nombre de Deborah para simplificarle la vida a los demás, sean profesores o amigos. A todos. Habla con dificultad el coreano pese a las clases extraescolares a las que asiste (se siente muy diferente al resto de jóvenes coreanos que asisten como ella a las clases los sábados por la mañana), y pese a que con los padres y sus familiares habla una mezcla de inglés y coreano. En América es la coreana (la única en la escuela), y en Corea es la americana… y ella se siente que está en «el limbo», un lugar abstracto a medio camino entre los dos lugares.
La dificultad de expresarse correctamente en inglés convierte en un suplicio las clases, en especial cuando existe la posibilidad de que te pregunte el profesor y debas responder delante de todos, con el riesgo de las burlas y el acoso consecuente. Pero hay una materia liberadora: la de música, allí no tiene que hablar. Aunque tocar el violín resulta que no le gusta, y que las clases particulares que paga su familia para avanzar con el instrumento son una tortura, cuando tu vocación, en realidad, es el dibujo. La carga mental de la adolescente es significativa y, lo peor, es que se produce en un entorno familiar singular. La misma autora reconoce que «las relaciones son distantes en las familias asiáticas, con una relación fría basada en la supervivencia en un contexto muy estresante debido al rol del emigrante, en este caso, solos con dos pequeños de apenas uno y tres años cuando llegaron».
Ediciones La Cúpula publica en enero de 2024 la novela gráfica En el limbo (Il limbo, 2023) de Deb Jj Lee, con traducción al castellano de Marina Borrás. Deb Jj Lee es el nombre artístico con el que ha decidido firmar su obra, y en su página web personal avisa: «Hola, soy Deb (¡¡pero no “Deborah”, o peor aún, “Debbie”!!), y mi pronombre es “elle” (they/them en inglés)», aclarando que, en la actualidad, desde que acabó esta obra, no se identifica con el género binario, aunque en el relato aparecen algunos indicios en su adolescencia, colocados de forma premeditada. Es su primera novela gráfica como tal (su segunda publicación, en realidad, tras otros trabajos de ilustración), realizada a lo largo de cinco años en paralelo con diversos trabajos de ilustración, surgida como propuesta de su agente después de que en 2018 escribiera un breve cómic de cuatro páginas en la red social Twitter, y se hiciera viral, justo cuando se acababa de graduar en la universidad. La escueta historia se basaba en las barreras lingüísticas transgeneracionales. Nacida en 1996, Deb reconoce en el epílogo que ha dedicado casi una quinta parte de su vida a narrar una parte esencial de la misma, la que transcurre en el instituto, desde su llegada hasta justo conocer el nombre del centro universitario donde haría sus estudios en arte.
Deb tenía claro el inicio y el final de la historia, lo complicado era qué experiencias escoger en medio para que se entendiera el proceso que estaba viviendo y cómo explicarlo. No es una historia asociada a la identidad de género, sino una historia fruto de su crisis de identidad en un contexto social en continuo conflicto coreano-estadounidense, con problemas habituales de relación con sus amistades y, lo que es peor, en una familia abusiva, con maltrato físico y psicológico por parte de su madre, en un enfrentamiento perenne que conllevó un intento de suicidio por parte de la adolescente y a un tratamiento posterior. Reconoce que dibujar todo ese drama no ha sido traumático después de tener que explicarlo en muchas ocasiones en sus sesiones de terapia, aunque «hacer una novela gráfica resulta emocionalmente agotador, sin importar el tema. Si un libro tiene, digamos, 350 páginas, y cada página tiene de 3 a 6 viñetas, serían hasta 2100 dibujos aproximadamente. Trabajé en este libro casi todos los días durante tres años, escribiendo una página por día, y fue agotador, dedicando entre 8 y 12 horas en cada jornada. Sin embargo, tenerlo impreso y en tus manos es una de las experiencias más gratificantes, y también única, sobre todo para nosotros, los artistas digitales».
El discurso resiliente del relato es esperanzador. Quizás la creación de la obra en sí ha sido una terapia reconfortante, aparentemente lo parece. Curiosamente, una parte importante de la obra se realizó durante la pandemia, con todo lo que supuso el confinamiento a nivel emocional. Reconoce que el resultado final ha servido para que su entorno comprenda mejor por todo lo que ha pasado, tanto la familia como los amigos protagonistas de la novela gráfica. No tanto para conseguir su perdón, porque no era el objetivo (especialmente, para las personas a las que acusaba de ser las detonantes del intento de suicidio, por ejemplo). El lector comprende las decisiones que va adoptando, las renuncias y las oportunidades trabajadas, en todos los sentidos, a nivel personal y social.
También resulta pedagógico comprender los efectos sobre la salud mental asociados a las situaciones singulares de los inmigrantes. Una ansiedad provocada por los conflictos familiares, la violencia explosiva de la madre exigente (decepcionada con un notable, mientras trabajan para que no les falta de nada a sus hijos), la competitividad y presión en el instituto, y los conflictos cotidianos con las amigas más cercanas que, a su vez, deben de gestionar sus propios conflictos personales. El estilo escogido en el arte, con tonalidades de grises y gran expresividad corporal, transmiten perfectamente la desesperación creciente y la soledad de la adolescente, agravado por la presión social, aceptada por su madre y su familia en Corea, de realizarse una operación de cirugía estética: una blefaroplastia.
La cirugía de doble párpado se ha convertido, prácticamente, en una acción obligatoria para los jóvenes coreanos. Muchos de ellos nacen con párpados monólidos (es decir, sin pliegues), y, socialmente, se puede atribuir como algo poco atractivo, de ahí el interés en que la expresión de los ojos parezca lo más «occidental» posible. Corea del Sur es el lugar del mundo donde más se realiza dicha intervención por cápita, con más de un millón de intervenciones al año. Y allí es donde se realizó la intervención la joven Deb, aprovechando unas vacaciones con su familia coreana, en una especie de ritual y suplicio por la que pasan casi de forma obligatoria justo al llegar a la mayoría de edad. La presión estética, una más en la carga mental de la protagonista.

En un discurso similar, cabe destacar la novela gráfica El pez mágico (The magic fish, 2020), de Trung Le Nguyen, publicado en octubre de 2023 por el sello Astronave de Norma Editorial, con traducción al castellano de Juan Naranjo. El mismo autor en su página web se define como vietnamita-estadounidense (nació en un campo de refugiados). The magic fish fue su primera novela gráfica, nominada a un Premio Eisner y numerosos reconocimientos, un éxito que le ha llevado a publicar a posteriori con editoriales tan conocidas como DC Comics, Image Comics o Marvel, en historias de superhéroes donde la identidad de género es importante en la trama.
El pez mágico es una historia autobiográfica sobre su infancia y su adolescencia, con los problemas ya comentados del idioma de las familias inmigrantes, cuando sus padres no acaban de dominar el inglés y él no acaba de hacerlo con el vietnamita, y la comunicación es importante cuando tratas de explicarles que quieres salir del armario (ni siquiera sabe qué palabra es la adecuada en vietnamita). El juego didáctico propuesto por la madre, de que el hijo le lea cuentos infantiles para aprender el idioma, es utilizado por el artista para emplear ese universo fantástico y onírico para hacer comprender a su entorno lo que intenta decirles. En la novela gráfica vislumbramos la importancia de las visitas a la biblioteca para escoger las futuras lecturas, y de como se funden las historias leídas en voz alta con las historias adaptadas a su realidad del día a día.
A diferencia de En el limbo, aquí la relación con la familia es positiva y gratificante, aunque también será importante el discurso de la herencia cultural del país de origen, mostrado, especialmente, a través de uno de los viajes que debe de realizar su madre, provocado por el fallecimiento de la abuela materna. Para identificar claramente el presente con el pasado, y con el mundo fantástico, el autor utiliza el color como recurso diferenciador, creando una atmósfera que ayuda al lector a avanzar en las diferentes tramas presentadas, acompañando en su periplo hacia el objetivo final, utilizando los colores primarios: azul para los segmentos de cuentos de hadas, amarillo para los recuerdos de la madre y rojo para las experiencias actuales del joven. El tercer cuento que aparece en la novela gráfica y que el autor reconoce que le influyó y ayudó en su relación con su progenitora fue el de La sirenita (Den lille Havfrue, 1837), un cuento del escritor danés Hans Christian Andersen (1805-1875), protagonizada por una joven sirena que está dispuesta a renunciar a su vida en el mar como sirena para ganar un alma humana, una historia dramática con final feliz.
Las dos lecturas recomendadas son muy interesantes por diferentes aspectos, en especial, para comprender la dificultad de los padres inmigrantes para entender a sus hijos y apoyarles cuando crecen en una cultura diferente. Al final, todos estamos en el limbo.



