Camil Ros, secretario general de UGT de Cataluña, analiza los resultados de unas elecciones catalanas con aritméticas complicadas, aunque asegura que “el Parlamento de Cataluña sigue siendo mayoritariamente de izquierdas”. Se muestra preocupado por el aumento de la extrema derecha y advierte que en los últimos comicios hemos visto que “tenemos la extrema derecha catalana y española y las dos son iguales”. Apela a la movilización social de cara a las próximas elecciones europeas  y pone el foco en conseguir la reducción de la jornada laboral. Recuerda al Ejecutivo que “mucha gente ha confiado en este Gobierno, y en cuestiones importantes no puedes frustrar”. 

¿Cómo valoras los resultados de las elecciones catalanas?

Complicados. Tenemos un mapa del Parlamento más complejo que el anterior y estas semanas veremos cómo se reconfigura todo. Tampoco ayuda a que haya las elecciones europeas, porque la campaña puede crispar más. Entre el 7 y el 10 de junio veremos cómo se conforma la mesa del Parlamento, un día después de las europeas. Cómo se constituya la mesa marcará mucho hacia dónde iremos. Nosotros priorizamos en Cataluña y en el Estado las políticas de izquierdas, pero es cierto que tanto aquí como en Madrid se tiene una situación más compleja esta legislatura. Las mayorías son más difusas. Esperamos que haya investidura, primero con Salvador Illa al ganar las elecciones y si no que se planteen otras opciones. 

“La extrema derecha siempre intenta recoger frustraciones de otros”| Pol Rius

La derecha sube: Juntos pasa de 32 a 35 escaños y el PP pasa de 3 a 15. La extrema derecha también tiene mayor fuerza. Vox se mantiene en 11 escaños y Aliança Catalana entra con dos escaños. ¿Crees que tenemos una sociedad catalana más conservadora?

Tenemos un sistema electoral que los últimos escaños no dependen de un traspaso de voto, si no que dependen más de la Ley de Ohm. Es evidente que antes también había extrema derecha catalana o gente con planteamientos similares. El voto de Vox estaba antes dentro del PP. Junts sube, pero no tanto. El efecto Puigdemont no ha sido multiplicador. 

De los 135 diputados, los tres grandes partidos (PSC, Junts y ERC) han pasado de 98 a 97 diputados. Si uno sube mucho, otros deben bajar. Hay 100 diputados para los grandes partidos y 35 para los más pequeños. Por tanto, se han movido cosas, pero tampoco demasiado. Otro elemento es la desaparición de Ciutadans que se marchan al PP, que vuelve a los resultados de Josep Piqué. Vox también vemos que se afianza en el ámbito del área metropolitana. 

La extrema derecha siempre intenta recoger frustraciones de otros

¿Y qué ha pasado socialmente para que entre en el Parlament Aliança Catalana?

Una parte es voto independentista que va hacia un discurso similar al que hacía en un inicio Vox. La extrema derecha siempre intenta recoger frustraciones de otros. No conozco ningún sitio donde gobierne la extrema derecha donde se viva mejor. También hacen el discurso peligroso y mentiroso de la inmigración. No hay sitio donde se den las ayudas en función de tu origen, se dan en base a tus ingresos. Otra cosa a analizar es si el suelo social para recibirlos debe subir o bajar. Si el sistema de pensiones aguanta es por los trabajadores, también inmigrantes que desempeñan trabajos que mucha gente de aquí no quiere ocupar. La gente viene aquí a trabajar y salir de la situación de pobreza de sus países. No vienen aquí a delinquir. Ellos juegan con estas frustraciones. Tenemos la extrema derecha catalana y española y ambas son extrema derecha. Son iguales. Con una Europa liderada por la extrema derecha, ¿habríamos tenido fondos Next Generation? ¿O la compra única de vacunas COVID para que todo el mundo, sea de donde sea se pudiera vacunar? ¿O la directiva de salario mínimo a nivel europeo? El embate que tuvimos hace un año en el Estado lo veremos ahora en Europa si suman o no la derecha y la extrema derecha. 

Los partidos más a la izquierda bajan todos: ERC, Comuns y CUP. ¿A qué crees que se debe? 

Son motivos distintos. ERC se ha desgastado mucho por el Govern en minoría, aunque les ha desgastado de más. De los Comunes, la gente no ha entendido la oposición a los presupuestos y provocar elecciones. Con los indultos y la amnistía, hemos pasado una etapa. 

“El Parlament de Catalunya sigue siendo mayoritariamente de izquierdas” | Pol Rius

Usted había apelado a un voto progresista. ¿Qué ha podido llevar a la falta de movilización?

Ha habido un traspaso de votos. Si sumamos la CUP, hay más de 68 diputados de izquierdas. El Parlamento de Cataluña sigue siendo mayoritariamente de izquierdas. Son unas elecciones que vienen provocadas por un adelanto electoral y que cogen a todo el mundo con el pie cambiado, incluso a ERC que las convoca. Cataluña debe poder hacer el debate nacional, pero también el debate social. No puede que el debate nacional monopolice el social. Con los presupuestos que iba a aprobar el Govern había avances importantes y eso ha decaído. A nosotros nos interesa que tengan continuidad y que todo el proceso de recortes y desinversión pública se revierta. ¿Cómo ampliamos la Renta Garantizada a la Ciudadanía? Debemos tener un Gobierno que sea referente en políticas sociales en el Estado y Europa. Nosotros valoramos a los gobiernos por sus políticas. En los últimos dos años hemos podido acordar cuestiones importantes y hemos visto un mejor resultado, aunque no es suficiente. 

El embate que tuvimos hace un año en el Estado ahora lo veremos en Europa si suman o no la derecha y la extrema derecha

Hoy por hoy, la única opción que evitaría una repetición electoral es un tripartito liderado por el PSC que en campaña ha defendido propuestas como el Hard Rock, la B-40 o la ampliación del aeropuerto. ¿Crees que son buenas propuestas para Cataluña? 

La sociovergencia también suma. 

Ellos lo han descartado. 

Todo se descarta hasta que suma. Nosotros priorizamos las políticas de izquierdas. En el debate del aeropuerto a nosotros se nos presionaban para saber si estábamos a su favor o en contra. Aparte de hablar del cemento, yo quiero hablar de lo que ocurre dentro del cemento. Si se habla de construir un aeropuerto mayor, ¿cuáles serán las condiciones laborales? Entonces nadie te daba respuestas, porque ya no era blanco o negro. Si existe una ampliación del aeropuerto con criterios de sostenibilidad y de calidad del trabajo no nos oponemos. En el aeropuerto de Barcelona es donde existen más huelgas y conflictividad laboral, porque va por subasta. Por tanto, nosotros queremos hablar de estas cosas. 

Joan Cascante y Camil Ros| Pol Rius

Del Hard Rock, queremos hablar de lo que supone. Los criterios de sostenibilidad hace quince años no estaban y ahora deben estar. No es un tema blanco o negro. Con el accidente de la petroquímica de Tarragona, la gente del territorio no quería cerrarlas. Con el Hard Rock, las opciones políticas que estaban en contra no han tenido apoyo. 

Sobre, la B-40 debe realizarse con criterios de sostenibilidad, pero es evidente que la AP-7 está saturada. Algunas alternativas al tráfico debes hacer. Las proclamas a favor del transporte público me parecen fantásticas, pero es para Barcelona y alrededores, en el resto necesitas el coche. Yo no puedo venir en AVE para ir y volver a casa. No es un conflicto sobre si tienes o no una visión ecologista. El eje transversal, es decir, la C-25 también tuvo oposición y se hizo más estrecho y tuvo que ampliarse. Son debates que deben hacerse y en esto Europa también marca para que se hagan con garantías de sostenibilidad. 

Algunos hablaban de “turismo masivo y precariedad laboral” otros de “turismo de valor añadido”. ¿Tú qué crees?

Otros han hablado de “turismo familiar”. Allí tienes un espacio donde puedes realizar algunas infraestructuras. Hay que ver el equilibrio y si no se hace tampoco pasa nada. No es imprescindible para la actividad del Camp de Tarragona. Lo que a mí me preocupa es cómo mantenemos y ampliamos el empleo industrial. Con las petroquímicas, las nucleares, el hidrógeno verde… esto es lo que me preocupa. En Mont-Roig, vimos la llegada de una fábrica de baterías . Por tanto, se debe trabajar para mantener este polo. Debe haber un equilibrio entre la actividad turística y la industrial. 

Con el Hard Rock, las opciones políticas que estaban en contra no han tenido apoyo

El 9 de junio se celebran elecciones europeas y las encuestas apuntan al crecimiento de las fuerzas conservadoras y de ultraderecha en un momento clave por la recuperación económica, la guerra en Ucrania y en Palestina o la transición verde. ¿Le preocupa una recesión de derechos en Europa?

La crisis de 2008 se gestionó con recortes, tal y como marcaba Europa. La crisis de la COVID y el post, se ha gestionado con otras políticas. Dos crisis que nos han impactado directamente se han gestionado de formas muy diferentes. Por tanto, Europa marca. La derecha y la extrema derecha son negacionistas del clima y de la COVID. También existe el problema de la inmigración donde Europa no ha estado a la altura y es un tema pendiente. La cuestión climática y de la COVID podrían haberse gestionado mejor, pero se han resuelto bien. Si vamos hacia una crisis climática, es necesario tener políticas estratégicas y que no sean negacionistas. En aspectos sociales, se aprobó un acuerdo en materia de inteligencia artificial, recientemente, cuestiones de género y todos estos elementos con la extrema derecha no estarán ahí. Europa debe ser un espacio de construcción de derechos sociales. Por tanto, hay que ver cómo se sigue actualizando, no cómo se va en contra. La gente debe ir a votar, si no la derecha y la extrema derecha irán. Si ellos van, ellos ganarán. Si la movilización social no se produce, lo pagaremos en los próximos años. 

¿Cómo apelará usted a la movilización?

Nosotros somos una organización social y no vamos a apelar a formaciones políticas concretas, pero sí qué políticas queremos. Es algo de los partidos. Podemos realizar reuniones o asambleas, pero tampoco determina tanto. Si determinase de manera importante, lo haríamos sin lugar a dudas. Por tanto, llamas a la movilización y que la gente vaya a votar. Todo es movilización, las cosas no son azar. 

Si la movilización social no se produce, lo pagaremos en los próximos años

El pasado 1 de mayo estuvo marcado por las demandas de reducción de la jornada laboral que según el acuerdo de Gobierno se rebajará a las 37,5 horas en 2025. ¿Existe margen de acuerdo con la patronal? 

Se debe intentar un acuerdo con la patronal. Ahora, si quieren cambiar la reducción de jornada para hacer lo mismo con horas extras, es hacer trampa. Se puede trabajar menos y ser más productivos. Con las nuevas tecnologías, muchos procesos van más rápido. La jornada laboral de 40 horas la tenemos desde hace más de cien años y desde principios de los años ochenta en el Estatuto de los Trabajadores. La gente, en los años ochenta, valoraba mucho hacer horas extras porque estaban bien pagadas y así podías ir de viaje o comprar una segunda residencia o acceder a una mejor hipoteca. Ahora, la gente ya no le da ese valor. Para nosotros, las 37,5 horas son una gradualidad. Defendemos las 32 horas. Cuando en el 2006, el salario mínimo no llegaba a 600 euros y defendíamos los mil euros también parecía muy loco. Si persistimos, se conseguirá. Trabajando menos se puede trabajar mejor y necesitamos también repartir el trabajo. El Ejecutivo debe intentar un apoyo de la patronal, pero si no, es un acuerdo de Gobierno. Con la reforma laboral había otros muchos elementos, pero eso es sólo qué jornada laboral y la gradualidad en dos años. Por tanto, mejor si está la CEOE, si no el Gobierno debe aprobarlo antes de que acabe el año. Una vez liquidada la amnistía, debe ser el siguiente paso . Mucha gente ha confiado en este Gobierno, y en cuestiones importantes no puedes frustrar. 

Camil Ros habla de la reducción de la jornada laboral como la reivindicación del pasado 1 de mayo | Pol Rius

También se ha hablado de plantear incentivos para convencer a la patronal. 

Yo creo que la reducción de la jornada de trabajo les beneficia. Muchos sectores ya no están a las 40 horas. Quizás en alguna empresa es complejo de aplicar, pero tienes el cómputo anual. Si tienes 14 días por año, días personales, vacaciones y puentes, ya casi cubres. No es un tema complejo. Henry Ford, fundador de la marca de coches, les redujo la jornada de trabajo de nueve a ocho horas y subió el sueldo. Las conclusiones fueron que mejoró la productividad y redujo el absentismo. Debemos encontrar el encaje, pero no se puede obligar a cubrirlo con horas extras y que no se paguen como horas extras. Se pueden contemplar elementos de flexibilidad y bolsas de horas. 

¿Y veremos una jornada de menos de 37,5 horas en un corto plazo?

Sí. El tema es la gradualidad. Si podemos hacerlo de dos años en dos años, yo firmo. Se acababa el mundo, según Banco de España, con el salario mínimo de mil euros y con la rigidez de la reforma laboral. Hay más gente indefinida y la economía va mejor. Dos personas cobrando lo mismo, una con contrato temporal y una con contrato indefinido, la segunda consume más porque tiene mayor seguridad. Si damos mayor seguridad, la economía irá mejor. Si la gente tiene más tiempo libre, otras actividades económicas se dinamizarán. Reducir la jornada laboral va a favor de la economía. 

Reducir la jornada laboral va a favor de la economía

¿Qué otras prioridades tiene el sindicato?

Veremos cuál es la sentencia de Europa sobre la denuncia que interpusimos por el precio de las indemnizaciones y los salarios de tramitación. Ya hay sentencias en esta línea en Francia. El salario mínimo todavía no está en el 60% del salario medio y también es prioritario el salario mínimo catalán. Las causas objetivas de despido, que es por qué te puede despedir, cambiar las condiciones de trabajo o por qué se puede hacer un ERE, que fueron otros daños de la anterior reforma laboral y que no se abordó en el actual. Pero ahora mismo, focalizados en reducir la jornada de trabajo y subir salarios. Hemos logrado incrementos de salarios, pero los precios han aumentado más.

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