Javier Pacheco, secretario general de CCOO de Catalunya, reflexiona sobre el panorama que pueden dejar las elecciones europeas del 9 de junio y los peligros que plantea una victoria de la ultraderecha. El día después de las elecciones, se conforma el Parlament de Catalunya, que da paso a una nueva legislatura aún con muchas incógnitas. Pacheco emplaza a las fuerzas progresistas a ponerse de acuerdo y “que no abandonen la izquierda y conformen un gobierno de una manera rápida y clara”. Asegura que las prioridades ahora pasan por garantizar la vivienda, especialmente para los jóvenes.

En poco más de una semana, Europa vota y las encuestas apuntan a una victoria de los conservadores, pero especialmente de la ultraderecha. Pero, ¿qué se juega concretamente Europa en estas elecciones?

Europa se juega que el proyecto europeo se consolide y avance, más allá del mercado monetario, hacia una Europa social o retroceder; no hay término medio. La sociedad europea vivió durante la pandemia la necesidad de federalizar las políticas en el marco de la Unión Europea. Por lo tanto, hay que avanzar en este proyecto y federalizar aún más las políticas económicas, financieras, fiscales y sobre todo desarrollar el pilar social europeo. Eso es lo que se juega: más Europa o menos Europa, no hay término medio.

¿Y cuáles son los retos que tiene Europa en la próxima legislatura?

Las elecciones se dirimen entre volver a reglas fiscales que vuelvan a poner al sistema financiero europeo como un elemento de financiación de políticas europeas o que sea el desarrollo de los recursos que autónomamente los estados miembros puedan delegar con los presupuestos de la Unión Europea para desplegar políticas de inversión como se ha hecho con los fondos Next Generation o de protección como fue el programa Sure que permitió financiar en el caso de España con casi treinta mil millones de euros el modelo de los ERTE, que protegieron a más de tres millones de personas. Eso es lo que se dirime. Nosotros planteamos que debemos integrar la política fiscal europea con un proceso de armonización que incremente la capacidad de recaudación de los casi 200 mil millones de euros que gestiona el presupuesto de la Unión para poder triplicarlo y llegar casi al 3% del PIB de Europa. Con esta financiación pública poder sostener los Estados del bienestar social europeo que son referencia en el mundo.

El sistema de salud público es uno de los símbolos de Europa. Ahora debemos afrontar el reto de la gestión de los datos. Acabar con el oligopolio de las cinco grandes multinacionales de gestión del big data, para poder democratizar el acceso y la gestión de los datos del conjunto de la población para ponerlos a disposición de la gente y no a disposición del capital. Aquí Europa puede jugar un papel muy importante. Por último, también debe ser referencia en las políticas de lucha contra el cambio climático. Estamos viendo de nuevo un discurso de freno contra la descarbonización de la economía y la electrificación de la movilidad. Por lo tanto, nos jugamos más Europa para la gente o más Europa para las finanzas.

Pacheco pide un cordón sanitario a la ultraderecha en Europa | Pol Rius

Hemos visto un blanqueamiento de la extrema derecha de Meloni y parece que se busca su apoyo en la próxima legislatura. ¿Veremos alguna otra aritmética o habrá pacto con la extrema derecha?

Debe ser un cordón democrático de cara a los acuerdos que se puedan plantear. Es cierto que la corriente de fondo se inclina hacia la derecha a nivel europeo y mundial. Es un problema para la gente que defendemos modelos de sociedad como el sindical confederal en España o en Europa. Debemos intentar plantear dónde están los límites. El voto de la clase trabajadora, aunque se esté inclinando hacia la derecha en términos generales, debido a las incertidumbres y los miedos que apelan al conservadurismo, debemos frenar que pasen al populismo. Esto es lo que debemos frenar, para que la ultraderecha no acabe entrando a desmantelar las bases fundamentales de Europa. Puede que sean las elecciones más trascendentales de las últimas décadas. Debemos saber leer esta realidad. Hay otras alternativas, aunque sean más conservadoras de lo que les podría gustar al movimiento sindical que representamos, pero que al menos frenen la entrada de la ultraderecha en las administraciones europeas.

¿De qué opciones hablamos?

Mantener el acuerdo tradicional entre la socialdemocracia y los conservadores. Las encuestas no dan otra alternativa. Si esto no tiene la mayoría del Parlamento Europeo, pueden entrar a jugar opciones ecologistas para conformar una mayoría suficiente.

¿Y qué puede hacer el sindicalismo para frenar a la ultraderecha?

Nosotros hemos iniciado una campaña de sensibilización en todas las redes de comunicación del sindicato. Hemos organizado actos y manifiestos con otras organizaciones sociales… Nosotros primero queremos superar la desafección política que hay en el marco de la participación en estas elecciones de manera tradicional y más ahora que venimos de muchas elecciones y poder pasar después de la participación al voto progresista.

Nos jugamos más Europa para la gente o más Europa para las finanzas

El día después de las elecciones europeas se configura el Parlamento, para dar paso a una nueva legislatura y dejar atrás otra que ha sido movida para muchos sectores. El informe PISA que más allá de unos malos resultados mostraba cómo se ampliaban las diferencias socioeconómicas entre los alumnos, los profesores también han pedido menos ratios en un momento en que hay más profesores que nunca. ¿Qué queda pendiente?

Hay más profesores que nunca porque ya no somos la Catalunya de los seis millones, somos la de los ocho millones. Aunque la natalidad no es la palanca de crecimiento, sí lo es el proceso de migración y las personas extranjeras que llegan con su familia y acceden a la educación. Nosotros venimos denunciando desde hace tiempo que los efectos de los recortes de 2008, no recuperados en todo este tiempo y década en el marco presupuestario de la Generalitat ha sido la causa de la pérdida de la calidad del sector educativo en Catalunya que era una referencia en España y que demostró que no solo garantizaba un espacio de calidad y de acceso igual a las oportunidades, sino que se hacía en un proceso de inclusión muy importante de todas las personas que venían de fuera de Catalunya. En una primera fase de migraciones internas y después de personas que venían del extranjero. Esto se ha ido deteriorando por una falta de recursos, por sobre ratios en las aulas, por falta de inversión en infraestructuras para poder adaptar las aulas a las situaciones actuales cuando sufrimos las consecuencias del cambio climático que causa en los niños frío y calor en función del carácter más extremo de la temperatura. Las políticas de inclusión tienen falta de recursos para poder desarrollar un sistema educativo integral.

Pacheco pide un cordón sanitario a la ultraderecha en Europa | Pol Rius

 

La última fase de conflictos donde el Departamento de educación quería negar la participación de los docentes como elemento fundamental de la práctica diaria, ha sido un proceso de miopía política de confrontar y no contar con una reorientación de esta realidad, cuando después los datos han sido incontestables, como el informe PISA u otros informes previos. Hemos recuperado con el último acuerdo el reverso de los recortes más importantes, pero no es suficiente. Vuelvo a repetir que estamos en la Catalunya de los ocho millones. Debemos empezar a plantear cuáles son los mecanismos y los recursos disponibles, que no es solo de carácter cuantitativo sino también de carácter específico. Por lo tanto, se debe cambiar un modelo educativo que se dedica a segregar personas según su capacidad de acceso a un tipo de modelo educativo (privado, concertado o público) y sobre todo garantizar que la gratuidad está a disposición de todos. Hay algunos distritos de Barcelona que tienen falta de infraestructuras para garantizar las plazas que tienen a su disposición y deben ir fuera de sus barrios para poder ir a la escuela y tenemos pueblos con dificultades para garantizar la cohesión territorial en el ámbito educativo. Por lo tanto, queda mucho trabajo más allá de recuperar recortes. Nosotros tenemos varias mesas al respecto. El otro día presentábamos una campaña en la mesa del 0-3 para poder ampliar la etapa educativa también a los primeros años de vida, en la que el Gobierno que se conforme debe emprender de una manera proactiva y participativa. Si se vuelve a hacer una lectura como la que se ha hecho con el conseller Cambray con conflictividad continua, el conflicto lleva a conflicto.

Las políticas de inclusión tienen falta de recursos para poder desarrollar un sistema educativo integral

¿Y qué queda por lograr una escuela inclusiva?

Queda integrar el 0-3, la gestión pública de las cuidadoras y el ocio educativo, que la pedagogía y las educaciones especiales tengan realmente los profesionales necesarios, hacer un esfuerzo en la inclusión de las personas extranjeras para poder garantizar un acceso cualitativo en la lengua y las costumbres de nuestro país, intentar hacer un planteamiento de ratios suficiente con infraestructuras y prestigiar la profesión a través de la mejora de las condiciones laborales idóneas.

El tercer acuerdo del ICS generó movilizaciones sindicales como las de Infermeres de Catalunya, pero CCOO se ha posicionado a favor.

Con el proceso explicativo se demostró que no era cierto que fuera un acuerdo sesgado solo para una profesión. Hubo un proceso de adecuación, mejora y actualización de un acuerdo que llevaba más de once años sin renovarse en el ámbito de la salud pública del país y que afectó en condiciones de jornada, clasificación profesional y salarios a todas las profesiones de la salud pública catalana. La primera instrumentalización del acuerdo que se planteaba sin conocer el contenido del acuerdo se ha ido desvaneciendo una vez los profesionales han ido conociendo y cobrando las condiciones que se estaban pactando. Por lo tanto, aquí ha habido un proceso de instrumentalización que atiende sobre todo a un elemento que yo pienso que todos deben tener muy en cuenta y hacer una lectura correcta. Es decir, hay cosas que un acuerdo normativo puede terminar de solucionar, como las condiciones establecidas en el marco laboral, pero hay cosas que no pueden acordarse y que no están aún suficientemente resueltas y sobre todo compensadas en lo que ha sido un proceso de compromiso y sacrificio no reconocido suficientemente ni por las administraciones públicas, ni por la propia sociedad, ni por la propia articulación de la gestión de sus condiciones laborales.

Javier Pacheco delante de la sede de CCOO de Catalunya| Pol Rius

El sacrificio que hicieron en la pandemia es un esfuerzo que no ha sido suficientemente compensado para el conjunto de la sociedad. Este sentimiento que tienen los profesionales de la salud debe tener una lectura correcta para el conjunto de la ciudadanía y sobre todo de las instituciones, también de los sindicatos. Hay diferentes ámbitos que también conforman parte, que no pueden pactarse en un acuerdo laboral, pero que conforman parte de lo que debe ser una política de gestión de los profesionales y el sistema de salud. Nosotros hemos leído estas movilizaciones de esta manera. Y queremos emplazar al gobierno, las administraciones, el Departamento de Salud a que podamos conformar un marco de gestión de los profesionales que dé respuesta a lo que ha sido realmente un agravio de la situación. Y que no se haga un desequilibrio, que es innegable para todos, que hay un desequilibrio entre lo que se aportó a la pandemia y lo que están recibiendo realmente del reconocimiento de su condición como profesional de la salud. Pero vuelvo a decir, la instrumentalización que se hizo del acuerdo del ICS, se ha ido apaciguando una vez la información ha llegado a los trabajadores. La otra cosa es que queda pendiente resolver lo que es el justo reconocimiento de lo que significa ser un profesional de la salud. Yo pienso que no hay cosa más honorable que dedicarse a salvar la vida de la gente.

Los resultados de las elecciones en Cataluña han dejado un Parlamento con mayorías más complicadas y con un crecimiento de la derecha y la ultraderecha y unos malos resultados para los partidos más a la izquierda. ¿Cómo analizas los resultados?

Cataluña no está tan fuera de la realidad. Existe una derechización de las ideologías políticas en todo el mundo y que llega también aquí. Cataluña debe tener en cuenta que abandonar durante muchos años las coordenadas de los ejes derecha-izquierda puede abrir la puerta a escenarios peligrosos. Y también abrir camino a otras opciones que no deberían estar implantadas. En Euskadi, no tienen implantación los espacios de ultraderecha. Y aquí en Cataluña han tenido un resultado muy preocupante con la irrupción del independentismo con la Estelada, que representa al partido de Alianza por Cataluña, que se ha quedado en las puertas de tener cuatro parlamentarios. Ha tenido dos, pero se ha quedado en las puertas de tener cuatro. Cuando abandonas el eje ideológico, corres el riesgo de que la derecha acabe radicalizando su posición. Y por tanto la izquierda debe hacer esta lectura. Y ahora no puede enredarse en cuestiones que no sean esta realidad, porque debe reforzar el espacio ideológico. Los catalanes y las catalanas, aunque se ha derechizado la representación en el Parlamento, hemos mantenido una mayoría sobre las opciones de izquierdas. Tenemos la obligación de pedirles que conformen un gobierno, y ellos la obligación de conformarlo, para combatir, precisamente, con la acción de un programa progresista, estas inercias que se están planteando y llegando a nuestro país de una manera muy, muy peligrosa. Si alguien se está pensando repetir las elecciones catalanas es que ha abandonado la izquierda desde hace tiempo.

Respecto a la conformación del nuevo Govern, el PSC ha planteado en campaña la ampliación del aeropuerto, la B-40 y el Hard Rock como proyectos prioritarios y los Comuns parece que retiraban la línea roja. ¿Son proyectos prioritarios para el país?

No son proyectos prioritarios. Yo pienso que son proyectos electorales y que en este caso lo que toca no es definir el programa electoral, sino conformar los acuerdos políticos que garanticen una mayoría y un programa progresista. Y aquí hay un partido que puede tener una orientación hacia unas políticas en relación a las infraestructuras, pero los otros que pueden conformar una mayoría tienen otra opinión diferente. Se deben poner de acuerdo y conformar. En este sentido, el mínimo común denominador está en desarrollar un programa real que dé respuesta al sistema de salud, al sistema de educación, a la lucha contra el medio ambiente, el despliegue de las energías renovables, la apuesta clara por la reindustrialización, garantizar espacios y escenarios hacia el pleno empleo. Aquí hay un programa progresista de común denominador que está probablemente en la principal prioridad que tiene la gente ahora mismo para poder darle respuestas a sus necesidades. Por lo tanto, enredarse en otras cosas es que estás abandonando el espacio de la izquierda. Me siento legitimado para plantearles a los tres partidos de izquierda que tienen 68 diputados, que no abandonen la izquierda y conformen un gobierno de una manera rápida y clara.

Cataluña debe tener en cuenta que abandonar durante muchos años las coordenadas de los ejes derecha-izquierda puede abrir la puerta a escenarios peligrosos

El Hard Rock, algunos partidos lo han definido como un proyecto de turismo de valor añadido y otros de precarización. ¿Qué representa para ti?

No es el modelo de turismo que nosotros estamos defendiendo. Defendemos el turismo que hemos pactado en la mesa, el acuerdo nacional que hicimos para el turismo responsable. Tenemos una oferta que es plural, es cultural, es geográfica. Evidentemente también es de ocio, pero sobre todo es hacer una marca de concentración por una orografía, que tiene Cataluña, que favorece que el turismo pueda estar durante todo el año y sea sostenible, que respete el espacio público, que garantice una movilidad sostenible. Los que promueven el Hard Rock también han conformado el acuerdo nacional por un turismo responsable. Yo pienso que hay una iniciativa y una inercia de movilizaciones ciudadanas sobre todo en algunos ámbitos muy concretos, como es el caso de Tenerife o en La Palma, y que seguramente en Barcelona también se está empezando también un embrión de movilizaciones en este sentido que tienen toda la razón. Aquí es donde tenemos que plantear la propuesta y realmente las orientaciones y las prioridades. Las infraestructuras que se arrastran del pasado no deberían estar la prioridad del próximo gobierno.

El PSC tendrá la opción de aprobar propuestas con el tripartito y con la sociovergència. ¿Qué PSC crees que veremos? ¿Crees que tendremos un Gobierno más conservador que el último?

Si la aritmética es conformar un gobierno con Junts, evidentemente será un gobierno conservador. Es una apuesta de abandono del espacio de la coordenada de la izquierda por parte del PSC si apostara por un acuerdo con Junts per Catalunya. Nosotros no somos partidarios de que este acuerdo se dé. Ya vimos algunas conversaciones en el Ayuntamiento de Barcelona, no sé por dónde irán aún estas negociaciones, parece que la campaña electoral europea las tiene un poco en stand-by. Yo confío en que no sea esta la apuesta. También veo muy difícil ahora que el lazo entre Puigdemont e Illa sea posible y viable en el corto plazo para conformar un gobierno entre los dos partidos. Y también porque confío en que hay una parte importante de las bases del PSC que quiere un acuerdo de izquierdas. Creo que Illa también tiene que dar respuesta a lo que está sustentando buena parte de sus resultados, que son las bases socialistas que vienen de los barrios obreros. Por tanto, si da respuesta a su base electoral no puede ir a un gobierno, como dicen algunos transversales, que es a lo que apelan en Foment del Treball, este eufemismo de la transversalidad para intentar tener un gobierno de concentración conservador con el PSC y Junts. Sería el sueño de la patronal, que yo creo que las bases obreras del Partido Socialista de Catalunya no estarían para nada de acuerdo, con que la dirección del partido abriera un espacio de negociación con Junts.

Me siento legitimado para plantearles a los tres partidos de izquierda que tienen 68 diputados, que no abandonen la izquierda y conformen un gobierno de una manera rápida y clara.

Pero más allá de la conformación del gobierno sí que podemos llegar a ver un hipotético apoyo de Junts a la aprobación de proyectos como los que hemos mencionado.

Seguramente muchas políticas se podrán llevar a cabo con este apoyo y no en una línea más progresista. Los acuerdos en un Parlamento son la práctica de la democracia. Por tanto, los partidos de izquierda tendrán que encontrar los mecanismos para poder desarrollar un programa realmente progresista. Independientemente de que después puedan haber algunos elementos de controversia que puedan utilizarse para la geometría variable. Esto es democracia, y no seré yo quien ponga en cuestión la democracia. Lo que sí digo es que el carril grande del programa de gobierno debe virar hacia la izquierda con un programa progresista. Si esto no es así, estaríamos defraudando probablemente una parte del voto y sobre todo estaríamos abriendo de manera muy peligrosa la puerta a espacios de conformación de otra mayoría donde la ultraderecha, igual que pasa en España, tenga protagonismo para conformar algún gobierno de cara al futuro. Vuelvo a decir, Cataluña no es tan diferente que el resto de Europa y que el resto de España. Por tanto, nosotros tenemos que tener muy claro que si queremos parar la entrada a las instituciones de la ultraderecha, de la mano de la derecha, tenemos que hacer claramente políticas de izquierdas, alternativas visibles para el conjunto de la mayoría social que son trabajadores y trabajadoras.

Los que promueven el Hard Rock también han conformado el acuerdo nacional por un turismo responsable

La reducción de la jornada laboral fue la propuesta más votada en la última ASO y protagonista el 1 de mayo. El acuerdo de Gobierno contempla que el año que viene debería situarse en las 37,5 horas. ¿Crees que se podrá llegar a un acuerdo con la patronal?

Veo muy difícil el acuerdo con la patronal. Sus posicionamientos están prácticamente en la declaración de insubmisión del diálogo social. Están intentando bloquear el paso de un gobierno progresista y de acuerdos en el ámbito tripartito. No veo tan difícil llegar a un acuerdo con el gobierno. Llega el momento, y debe ser antes del verano, de ver cómo acaba en el BOE. Debemos empezar a conformar los próximos calendarios del año que viene para poder hacer efectiva la reducción de jornada. Hay muchos convenios colectivos que están siendo utilizados por la patronal bloqueando los incrementos salariales mirando si deben o no incluir el incremento del gasto que les puede significar una reducción de jornada laboral. Debemos empezar a desbloquear estos convenios colectivos también por estas razones. Emplazaremos un proceso de movilizaciones para acompañar la propuesta, no sea que algunos de la mayoría de investidura acaben teniendo dudas y quieran hacer de lobby patronal.

“Se está haciendo muy difícil acceder a una vivienda para la clase trabajadora, imposible para los jóvenes” | Pol Rius

 ¿Y crees que se debe buscar el acuerdo con la patronal?

Evidentemente que sería deseable. Los acuerdos que son compartidos por las contrapartes son más estables en el tiempo. Se ha demostrado que la subida del salario mínimo entre profesionales, que no ha tenido ningún acuerdo y apoyo de la patronal, ha sido un beneficio, no solo para los trabajadores que tenían estas condiciones de salario, sino para el desarrollo económico y del mercado laboral en este país. Por tanto, no siempre es necesario que la patronal esté. Evidentemente, es más deseable que estén en los acuerdos. Debemos iniciar un impulso hacia el gobierno, una movilización para que los trabajadores levanten la mano, digan a los grupos parlamentarios: no se equivoquen, queremos reducir la jornada, liberar tiempo para poder vivir mejor y, por tanto, a partir de aquí, tener la primera piedra puesta en lo que es un cambio de tendencia de la utilización de los horarios en el mundo del trabajo en el que logremos algunos de los objetivos que tenemos a medio plazo, que es la plena corresponsabilidad entre hombres y mujeres en la utilización del tiempo y poder seguir liberando más tiempo también para la socialización y colectivización de algunos espacios de convivencia, como por ejemplo politizar la sociedad con disponibilidad de más tiempo, sobre todo para detener este aislamiento que la ultraderecha predica e incentiva para convencer adeptos de su programa de desmantelamiento de la democracia. Si queremos más democracia debemos politizarnos y necesitamos tiempo. Por tanto también queremos ir más allá de estas 37 horas y media, pero esta es una piedra necesaria para hacer efectivo el acuerdo de gobierno y lo tendremos que hacer antes del verano.

¿Y podremos ver en un corto plazo una jornada laboral de menos de 37 horas y media?

En algunos sectores ya las tenemos. Hay unos cuantos millones de personas que están trabajando en la función pública que ya tienen menos de 37 horas y media. Claro que es posible mediante la negociación colectiva mejorar las condiciones establecidas en el Estatuto de los Trabajadores y las Trabajadoras. La jornada media ya está por debajo, las 40 horas. Tenemos un derecho y seguimos conquistando otros. Esto es la propia función sindical de la negociación colectiva. No olvidemos que este país tiene la cobertura por convenio colectivo del 93% de los trabajadores y que ha mejorado las condiciones de vida, tanto de salario como de jornada. Por tanto, sí que creo que podremos ver una jornada de menos horas en el corto plazo.

Se está haciendo muy difícil acceder a una vivienda para la clase trabajadora, imposible para los jóvenes

¿Y cuáles son los retos prioritarios para el sindicato de cara a la próxima legislatura?

Estamos viendo cómo el mundo del trabajo y el mercado laboral está incorporando a muchísima gente a trabajar. Y que esto aún mantiene algunas bolsas de precariedad que deben ser corregidas. Algunos sectores de actividad económica padecen condiciones, algunas fijadas por políticas públicas, como todas las empresas que están bajo procesos de licitación de servicios de las administraciones públicas, otros que padecen unas condiciones normalmente más precarias, aquellas que están siempre dirigidas a la atención de las personas, curiosamente porque están feminizadas y por tanto parece que la sociedad podemos compartir que puedan tener unas condiciones más precarias. Esto se debe corregir con una apuesta de un movimiento sindical feminista. A mí me gustó mucho el resumen de la memoria de este año en relación a la negociación colectiva cuando vi que el incremento medio salarial había sido mayor en las mujeres que en los hombres. Que empezamos desde la negociación colectiva a voltear esta tendencia, pienso que es como empezamos a cambiar desde este sindicalismo feminista la realidad que padecen muchos sectores de precariedad. Esta es una base fundamental que debemos plantear. La otra está en el otro extremo, es decir, cómo nosotros organizamos el trabajo cualificado que se está generando porque se está produciendo un cambio de modelo productivo y hay una creación importante de puestos de trabajo de mayor calidad en lo que normalmente no está relacionada con esta acción colectiva de organizarse sus derechos, y que nosotros tenemos un reto como sindicato de organizar a estos trabajadores y trabajadoras. Sectores tecnológicos, sectores de la biomedicina, es decir, hay muchos sectores de la investigación que están creciendo en Cataluña de actividad con muchas trabajadoras y que el sindicato tiene el reto de darles una cobertura colectiva efectiva.

Y después, probablemente del carácter sociopolítico de nuestra acción sindical, es acabar con la especulación de la vivienda. Está siendo probablemente el principal problema de la clase trabajadora de este país. Ya no digo de los jóvenes. Se está haciendo muy difícil acceder a una vivienda para la clase trabajadora, imposible para los jóvenes de este país. Por tanto, resolver lo que es toda una estrategia de regulación de los precios y acabar con la especulación de la vivienda, inundando de vivienda pública, regulando el precio del alquiler, intentando acabar con la mercantilización de la utilización de la vivienda, como es el caso de todas las viviendas turísticas. Pienso que hay todo un trabajo en el que el sindicato quiere iniciar una campaña confederal aquí en Cataluña, que territorialicemos, para intentar realmente empezar a construir un ideario del conjunto de la ciudadanía de presión y de reivindicación hacia la política de que la vivienda tenga una resolución lo más pronto posible y acabar con esta lacra. Un trabajador para comprar una vivienda necesita 40 años de su vida para dedicarle el 30% de sus ingresos, que es lo ideal para poder acceder. Son ya datos que no son sostenibles, y si miras a un joven son 87 años, es decir, que no tiene vida para pagarla. Por tanto, pienso que son elementos que se deben corregir de manera muy clara. Esto intentábamos plantear el primero de mayo, pleno empleo, es decir, trabajo digno para todos y techo para todos.

Y a los jóvenes ¿qué otras respuestas se les deben dar? Porque son uno de los principales objetivos de la ultraderecha con una estrategia digital clara que los apela y parece que está funcionando.

Hay que darles respuestas reales. Es decir, los jóvenes están planteándose que el sistema de hoy no les da las respuestas que necesitan. Parece que los jóvenes siempre se tienen que comer las miserias de las empresas. Pues si nosotros estamos ofreciendo esta situación, evidentemente la juventud está poniendo en cuestión si la democracia les da resultados. Y, claro, los cantos de sirena de otros que dicen protegerlos para utilizarlos, instrumentalizarlos, pues pueden tener más entrada en sus conciencias. Y esto se debe combatir garantizando las condiciones materiales de vida de la gente en cada momento. Y la juventud necesita ahora tener un salario. Porque necesita una condición más digna de la que tiene, una estabilidad que la reforma laboral puede favorecer con la modificación de la contratación, pero necesita también acceder a una vivienda en condiciones habitacionales y para poder pagarla en normalidad. No hace falta que tengan que compartir un piso entre cuatro personas para poder emanciparse. Necesitan emanciparse en proyectos individuales, de pareja, de familia, como cada uno quiera, pero debe hacerse en condiciones, evidentemente, accesibles. Si les damos estas condiciones materiales, la juventud tendrá una incorporación de defensa de los modelos democráticos, porque son los espacios de solidaridad más claros que tenemos. La sociedad contemporánea no conoce otra forma que la democracia, para articular una convivencia solidaria, justa y de promoción de paz. Cuando falta la democracia empiezan a aparecer escenarios más conflictivos con la sociedad y que incluso llevan a guerras. Si queremos vivir con seguridad, con convivencia, con solidaridad, la democracia se debe preservar sobre las condiciones de poder practicarla. Y hoy un joven no puede practicar libremente la democracia. No puede acceder a la cultura, no puede acceder a una educación en condiciones, no puede acceder a un trabajo ni a una vivienda. La democracia no está plenamente al alcance del joven. Esto se debe corregir como sociedad. Por eso hacen falta políticas públicas. Más estado, más Europa, más Cataluña, más España. Esto no va de carreras ni competencias, esto va de solidaridad.

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