Desde el inicio de la guerra de Ucrania varios presidentes y ministros de la Unión Europea coinciden en afirmar que Rusia es una amenaza para Europa, que nos quiere invadir, que nos quiere atacar militarmente y que por lo que es necesario adquirir más armas, aumentar los stocks y armarse con nuevas armas dotadas de nuevas tecnologías. Este discurso va acompañado de acuerdos políticos para impulsar las adquisiciones de armas, incrementar la producción y la inversión en desarrollo de nuevas armas made in EU.
A pesar de estar en campaña electoral para las europeas, antes del 9 de junio se habló poco sobre políticas europeas, de qué problemas consideramos que es urgente hacer frente o de cuáles son los grandes retos de futuro, de si es necesario armonizar políticas social o fiscales. ¡Nada! En España las declaraciones de los líderes políticos, que a diario recogían los medios de comunicación, eran declaraciones vacías, sin contenido, sin análisis y sin propuestas, simplemente se tiran improperios.
Aunque el discurso en público está vacío de contenido, esto no significa que no se desarrollen políticas, que en la UE no se planifique a corto y largo plazo. En 2014 en una cumbre de la OTAN, el presidente Obama comunicó a sus socios que los intereses de Estados Unidos se desplazaban hacia Asia y que su voluntad era desentenderse de la seguridad Europea. En esta cumbre, los países europeos se comprometieron a aumentar su gasto militar hasta el 2%. Desde 2016 y hasta la aprobación de los presupuestos de 2021 tuvieron lugar varios debates y acuerdos sobre qué impulso dar a la defensa europea. Por primera vez el presupuesto de la UE tenía Capítulo de Defensa, se puso en marcha el Fondo Europeo de la Defensa que tenía dos pilares, incentivar la compra de armas conjuntas por al menos tres estados e impulsar el desarrollo de nuevos sistemas de armas de fabricación europea, 13.000 millones €.
El miedo a que Rusia nos pueda atacar militarmente se ha servido para inclinar las encuestas de opinión en el sentido de apoyar que los estados incrementen el gasto militar
A los estados les costaba incrementar fuertemente los presupuestos de defensa, no contábamos con una opinión pública favorable, la guerra de Ucrania y el miedo a que Rusia nos pueda atacar militarmente se ha servido para inclinar las encuestas de opinión en el sentido de apoyar que los estados incrementen el gasto militar. Como siempre generar miedo inclina las encuestas de opinión de forma favorable a las políticas que quieren implantar los gobiernos.
Las políticas que la UE ha implementado en estos últimos 10 años podemos resumirlas en:
Políticas dirigidas a los Estados: la Comisión Europea les pide que gasten más en adquirir armas, nos dicen que los estados gastan poco. ¿Poco o demasiado es una valoración subjetiva y además “poco” es un concepto comparativo, poco respecto de que o de quién? Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) en 2023 el gasto militar mundial ha sido de 2,44 billones de dólares. La primera posición la ocupa Estados Unidos con 916.000 millones $, Europa 374.000 millones € (UE más Holanda y Reino Unido), China 296.000 millones $ y Rusia 109.000 millones $, ambos concentran el 70% del gasto militar mundial. Es evidente que Europa gasta menos que Estados Unidos, pero si nos estamos preparando para una guerra con Rusia hay que observar que nosotros gastamos casi cuatro veces más. Por tanto hay que considerar: ¿quién amenaza a quién?
La Comisión Europea para ayudar a que los estados gasten más en armas decidió que subvencionaría hasta un 25% del gasto en la adquisición de armas
La Comisión Europea para ayudar a que los estados gasten más en armas decidió que subvencionaría hasta un 25% del gasto en la adquisición de armas si las compras eran del mismo material y por al menos entre tres estados, es decir, si tres estado compraban lo mismo la UE subvencionaría a los estados esta compra.
Esta medida parece ser insuficiente y ha puesto en marcha más medidas que ayuden a los estados miembros a gastar más en armas: Por una parte, se permitirá que el Banco Central Europeo facilite liquidez a los estados con eurobonos, dinero público para endeudarse; en segundo lugar, ahora que devolverán las medidas de austeridad presupuestaria permitirá que la deuda producida en la compra de armamento no compute dentro del déficit público del estado (creatividad contable), en tercer lugar, vuelven a plantear eliminar el IVA en la industria militar, ya se planteó en los años 2016 y 2017, pero no hubo acuerdo y en cuarto lugar, aprovechando la experiencia de las compras conjuntas de vacunas por la COVID, se ha puesto en red una unidad para realizar compras conjuntas de proyectiles por Ucrania. La idea es que esta unidad sea permanente y pueda dedicarse a realizar encargos a la industria europea de forma conjunta por varios estados. Por último, cabe recordar que la presidenta Von der Leyen ha anunciado que en este mandato tendremos Comisario de Defensa UE.
Los propietarios de la industria militar quieren seguridad. Si deben invertir para incrementar la producción, quieren tener los contratos a largo plazo firmados antes de invertir
Políticas dirigidas a la industria militar. Los Estados miembros y la Comisión Europea consideran que los distintos ministerios de defensa están escasos en stocks de armamento y que es necesario incrementar la producción europea. Por ello pide a la industria que incremente el volumen de producción, que amplíe las instalaciones y que inviertan en el desarrollo de nuevas armas con nuevas tecnologías de marca UE. Es evidente que la industria frente a esta petición lo que pide son dos cosas: una, créditos públicos para llevar a cabo inversiones y ampliaciones en las fábricas y, en segundo lugar, contratos a largo plazo que aseguren la compra de toda la producción . Los propietarios de la industria militar quieren seguridad. Si deben invertir para incrementar la producción, quieren tener los contratos a largo plazo firmados antes de invertir.
En este sentido, en abril de 2024 los ministros de finanzas de la UE han acordado cambiar las normas del Banco Europeo de Inversiones (presidido por N. Calviño). Las normas anteriores no permitían conceder créditos a la industria de armas y municiones. Pues ya no está prohibido y se ha abierto una línea de crédito de 6.000 millones de euros hasta 2027.
Esta medida se ha complementado en la aprobación por parte de la Comisión Europea de la primera Estrategia Industrial Europea de Defensa, marzo de 2024. Esta estrategia establece objetivos e indicadores, en concreto marca el objetivo que para 2030 el 40% de las compras de material militar quiere que sean conjuntas y que el 50% del gasto en defensa de los estados miembros se lleve a cabo en la industria de la UE y que para 2050 sea del 60%. En definitiva, pretende que el incremento de gasto militar que los 27 están llevando a cabo no se vaya hacia Estados Unidos, sino que en un 50-60% se compre en la industria militar europea; en ese momento casi el 70% de las armas que se compran en la Europa son de fabricación americana.
El Fondo Europeo de la Defensa (FED) ha sido dotado con 8.000 millones €, para el período 2021-2027
La investigación militar (la I+D militar) también está incluida en estas políticas. Estamos iniciando una nueva era marcada por las nuevas tecnologías, la UE no quiere quedarse retrasada en esta carrera. Carrera que también se da en el sector militar y en el desarrollo de nuevos sistemas de armas. El Fondo Europeo de la Defensa (FED) ha sido dotado con 8.000 millones €, para el período 2021-2027, para subvencionar la industria militar, en hasta el 100 del gasto del proyecto, para investigar y desarrollar nuevos productos de uso militar. De los primeros 34 proyectos de investigación de nuevos diseños de sistemas militares, 11 de ellos incluyen utilizar nuevas técnicas de Inteligencia Artificial con aprendizaje profundo.
Vuelve a surgir el debate de retornar al servicio militar obligatorio, “la mili” . Varios países de la UE vuelven a poner sobre la mesa el reclutamiento de jóvenes para realizar un servicio militar, incluidas las mujeres. Se considera que los jóvenes no tienen predisposición a ir a la guerra y no muestran actitudes patrióticas. Por tanto, será necesario un cierto adoctrinamiento y que consideren que está en sus manos defender el proyecto político y cultural que representa la UE. Varios estados ya han puesto ese debate sobre la mesa y requerirá de apoyo social. No creo que sea como el reclutamiento que tuvimos en España antes de la abolición de la mili, no creo que se centre en destrezas en armas sino en adoctrinamiento.
Nos encontramos en un escenario de prepararse para la guerra, de tener ejércitos más poderosos, de implicar a la población en la defensa del Estado
Nos encontramos en un escenario de prepararse para la guerra, de tener ejércitos más poderosos, de implicar a la población en la defensa del Estado, de estar más armados y con mayores capacidades de intervención. Continuamos con la política de disuasión “y yo más”, como un juego psicológico para hacer creer al adversario que tú tienes más armas y que éstas son más poderosas que las suyas, que no debe intentar atacarte o saldrá perdiendo . Este juego psicológico conduce a una espiral de amenazas en la que cualquier error puede ser catastrófico y una nueva carrera de armento.
La experiencia de la historia se indica que cuando el militarismo crece, cuando el gasto militar crece, cuando el stock en armas crece o la retórica militarista eleva el tono, estamos en preludios de guerra. Cuando los tambores de guerra suenen hay que callarlos pronto o cuando queramos reaccionar será demasiado tarde, ya estaremos dentro de la guerra.
¿Sería conveniente preguntar para qué queremos tantas armas? ¿Por qué quieren ocupar el segundo puesto del mundo en gasto militar? ¿Cuánta población tiene dificultad para llegar a fin de mes o cuando la amenaza el cambio climático vemos que nos afectará gravemente, cabe preguntar: ¿es este un gasto tan necesario? ¿Los ciudadanos que quieren disuasión o distensión? ¿No sería mejor parar la espiral armamentista y la retórica amenazante? ¿No es mejor hacer trabajar a la diplomacia?


