Que el PSC no veía con buenos ojos la propuesta de la Renta Básica no era ninguna sorpresa. Durante la campaña electoral, la actual consejera de Economía y Hacienda del gobierno y entonces número dos en la lista de Salvador Illa, Alícia Romero, declaraba en este medio que se mostraba contraria a la aplicación de una Renta Básica Universal para Cataluña. Cuesta entender cómo es posible que el PSC se niegue a estudiar la viabilidad y la posible aplicabilidad de una propuesta que entronca con el grueso del pensamiento progresista a nivel internacional, que tiene el apoyo del 61,34% de la ciudadanía de Cataluña y, especialmente, que cuenta con la aprobación del 76% de los votantes del propio partido, según la encuesta Òmnibus de la Generalitat de Cataluña. La realidad, sin embargo, es que ayer se he publicara en el DOGC el cese del Jefe de la Oficina, el sociólogo Sergi Raventós. En declaraciones a este medio, el ya exjefe de la oficina afirmaba que “Lo que apuntó la consejera durante la primera comisión de derechos sociales no se lo esperaba nadie: en ningún momento nos llamaron para hacer una reunión y preguntarnos sobre el plan”.
Raventós explica, además, que la consejera justificó la paralización del plan y el cese del director argumentando que el proyecto podría perjudicar a aquellas personas que ya estuvieran cobrando alguna prestación, ya que la idea de la renta básica es otorgar una cantidad de dinero fija que sustituiría el resto de prestaciones. Pero, tal como informa Raventós, “este punto ya estaba previsto y explicitado en nuestros documentos de trabajo, ya habíamos contemplado dar una moratoria a las personas que pudieran verse perjudicadas”.
Ahora bien: aunque todo parece indicar que las razones reales del cese de Sergi Raventós y la voluntad de “reformular” el plan piloto son más ideológicas que otra cosa, Salvador Illa está obligado a cumplir con los acuerdos firmados con ERC y el PSC, si quiere que esta legislatura siga adelante, y el Plan Piloto consta en la página 23 del acuerdo firmado con los republicanos:
La Renta Básica Universal (RBU) es un derecho humano emergente para hacer efectivo el derecho de todas las personas a vivir en condiciones de dignidad, promover la libertad real de las personas, su autonomía en la toma de decisiones y la participación política y cultural, y busca reducir la desigualdad, la exclusión social y la pobreza. Por todo ello, se articula como una asignación monetaria, universal, individual, incondicional y suficiente. El Gobierno de la Generalitat de Cataluña quiere promover un debate público, informado, riguroso y con datos sobre la aplicación de una Renta Básica Universal en nuestro país. Por eso, la Oficina del Plan Piloto de la RBU continuará su tarea de difusión de la Renta Básica Universal, y el Gobierno actualizará el plan piloto diseñado y evaluado por Ivàlua, que además ha contado con el asesoramiento del Consejo Asesor para el diseño y la organización del plan piloto para implementar la RBU, con el fin de adaptarlo al contexto social, económico y jurídico del momento en que se lleve a cabo su implementación durante la próxima legislatura.
El PSC parece, pues, obligado a mantener formalmente el Plan Piloto, pero modificará su diseño y reducirá parte de la partida presupuestaria. “Es una pena, porque se han hecho muchos planes piloto de renta básica en muchos lugares, pero nunca se había hecho uno como el que estábamos planteando en Cataluña, para Cataluña”, explica Raventós.
Dos preguntas se repetían en el mundo del tercer sector y de la economía social y solidaria: “¿Qué interés tiene el PSC en cargarse un proyecto de reconocido prestigio internacional dentro del mundo de la izquierda socialdemócrata?” ¿Por qué el PSC pone trabas a una propuesta que cuenta con el apoyo mayoritario de su electorado?” La duda probablemente permanecerá hasta que las filas socialistas den una explicación sobre el cese de Raventós y desarrollen cómo será, a partir de ahora, el plan piloto para la renta básica.
