La elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos por la mayoría del pueblo estadounidense a pesar de ser un golpista, autoritario, estafador, machista, homófobo, violador, putero, xenófobo, racista y clasista irredento, ha hecho acabar de decidirme a abandonar definitivamente la plataforma X (antes Twitter).

¿Por qué? He aquí algunas razones:

1. Porque X es propiedad de Elon Musk, uno de los hombres más ricos del mundo, que ha financiado muy buena parte de la campaña de Trump, que se jacta de compartir sus ideas y objetivos y que al acompañarlo a la Casa Blanca se convertirá en uno de los más poderosos hombres del planeta. Soy consciente de que mi aportación al boicot a X y contra Musk es cien milmillonessimal, es decir, ridícula, como minúscula fue mi participación en el boicot en el Mundial de fútbol de Qatar (no vi ningún partido) o la asistencia a un mitin o una manifestación en la calle a favor de cualquier causa que he considerado justa; pero me parece que es lo que debo hacer por coherencia, e invito a todas las personas que rechazan el trumpismo y lo que representa a hacer lo mismo. Si tuviera la menor posibilidad de comprarme un exclusivo Tesla también lo boicotearía. De la misma forma que si fuera astronauta me negaría a ir con SpaceX.

2. Porque al recortar drásticamente la plantilla de X (antes Twitter), Musk ha reducido los controles de contenidos de la plataforma y la ha convertido en una madriguera donde han aumentado espectacularmente los mensajes de odio, las mentiras, las tergiversaciones de la plataforma realidad y el acoso de numerosas personalidades y famosos de todo el mundo a través de campañas tóxicas a menudo orquestadas con o sin bots.

3. Porque no soy ni el primero y espero que no sea el último en dejar esta arma de guerra desinformativa en manos de uno de los hombres más influyentes del planeta que, con la excusa de dar libertad a todo el mundo, ha permitido el regreso de Trump a X, y lo ha convertido en una cada vez más oscura plataforma hegemonizada por la ultraderecha internacional y gobiernos despóticos como los de Putin y Netanyahu.

4. Porque X es un medio de comunicación de nueva generación que es usado por otros medios de comunicación considerados tradicionales –más rigurosos, honrados y éticos– para difundir sus informaciones y análisis. Yo utilizaba X para ello y para seguir a cientos de amigos, parientes, compañeros, colegas y expertos en cuestiones que me interesan. A partir de ahora, seguiré estos medios, amigos, parientes, compañeros, colegas y sabios de referencia a través de otras vías. Continuaré, por el momento, en Facebook, LinkedIn, whatsapp y Telegram.

5. X (antes Twitter) me ha servido desde 2011, cuando entré, para reencontrarme con otras personas conocidas a las que había perdido la pista hacía años o personas desconocidas con las que no tenía otra forma de contactar, y también para compartir ideas y exponer mis opiniones o repiular otras que me gustaban o interesaban. En algunos casos, para denunciar o protestar por determinados hechos que ocurrían a mi alrededor. Y debo admitir que, en algunas ocasiones, ha servido bastante para arreglar lo que amigos y vecinos considerábamos un disparate. Todo esto, a partir de ahora, intentaré seguirlo haciendo a través de otros medios.

6. Dejo X porque tengo muchos parientes y amigos –ni políticos ni periodistas ni, mucho menos, influencers o asimilados– que viven feliz y tranquilamente sin tener relación alguna con X, lo que demuestra que es perfectamente prescindible.

Participar en X es pagar a Musk. Pagar a Musk es financiar a Trump. ¡Anímese y deje X. Boicot a Musk! ¡Boicot a Trump!

 

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