Llegar hasta Venus no ha sido nada fácil. Parecía una mujer reservada, desconfiada, exigente. Después de dos encuentros previos en su casa antes de realizar la entrevista, e incluso minutos antes de la conversación pactada no sabíamos con certeza si accedería a hablar delante de la cámara. Venus rehúye de ellas. Más tarde entenderíamos su recelo a las cámaras y grabaciones. Era comprensible. En su etapa como docente fue víctima de una grabación de voz no consentida. Desde esa vez, hace muchos años, mantiene su desconfianza ante cualquier persona que quiera grabar su voz o registrar en cualquier formato su…

