Para quienes niegan la violencia machista parece que las más de 1.000 mujeres asesinadas desde 2004 no existan. Son un invento de una sociedad que ha dejado de coser en casa y se ha echado a la calle. La fórmula mágica para VOX es saber coser; eso lo arregla todo. Pero difícilmente se puede coser la muerte de una mujer. Difícilmente se puede coser la orfandad de una criatura o las heridas psicológicas de la violencia