Aprobada por unanimidad y sin que se presentara enmienda alguna al texto que salió del Congreso de los Diputados a…
Discapacidad
El neurólogo cántabro Juan Fortea (1979) ha sido durante años, dice, portador de malas noticias para las personas con síndrome…
Artur Fernández –Turu cuando sube al escenario– era maestro y psicopedagogo del centro de educación especial Mare de Déu de…
“Cuando sales del hospital te das cuenta que nada está adaptado y que nada es tan fácil”, dice medio resignado…
El estudiante de Ciencias de la Comunicación en la UAB, Marc Buxaderas, utiliza el humor para normalizar la discapacidad que sufre a través del monólogo ‘Pon un discapacitado en tu vida’
Pronto se cumplirán cuatro años de la aprobación de la Ley de Accesibilidad, una ley todavía no desplegada ni aplicada posiblemente porque no forma parte de la agenda mediática. Los representantes del Cocarmi se lo recordaron hace unos días al conseller El Homrani, en un primera toma de contacto a la que Treball no dedicó ni una nota de prensa.
El Cocarmi, la confederación de entidades más representativa del mundo de la discapacidad en Cataluña, pedía un comisión legislativa en el Parlament para aplicar la Convención de la ONU al corpus jurídico catalán. No ha sido posible. Con suerte si se hará un grupo de trabajo.
Conversamos con Antonio Guillén, presidente del Cocarmi, la confederación que reúne a la mayoría de entidades de personas con discapacidad y que este año celebra su vigésimo aniversario. Pide a la administración que desencalle reformas legales hoy empantanadas y a las empresas que su RSC sea auténtica y no marketing.
La sala del contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha vuelto a fallar contra la Generalitat y a dar la razón a una familia que se oponía a que su hijo fuera a un Centro de Educación Especial, en este caso, en régimen de compartida. La sentencia argumenta que la administración no ha justificado que la inclusión no fuera posible.
Sólo uno de cada diez niños catalanes con discapacidad auditiva opta por una escolarización en lengua de signos, el resto lo hace en lengua oral; la visión de unos y otros sobre el trato que reciben de la administración es diametralmente opuesta.

