Festival de Cannes

El palestino Elia Suleiman no se prodiga demasiado en películas, pero cada vez que está en competición en Cannes llama la atención. Como con ‘It must be heaven’, un paseo mundial por París y Nueva York para este exiliado de Nazaret que adopta la postura entre lacónica y ácida de un Jacques Tati o un Buster Keaton. Un final de competición, que en la sección paralela Un Certain Regard, ya ha otorgado premios al gallego Oliver Laxe y el catalán Albert Serra

Hay realizadores como el francés Abdellatif Kechiche que, si no existieran los términos ni las limitaciones, continuaría filmando y montando la misma película durante años. Es el problema de ‘Mektoub, my love: Intermezzo’, la segunda parte de un verano hedonista en 1994 en Sète. Que, en esta segunda entrega, se pierde en redundancia y reiteración: tres horas y media con las mismas escenas en una discoteca. Una lástima, porque la primera parte estaba muy bien

Empezábamos a dudar de la capacidad del quebequés Xavier Dolan de recuperar su frescor del principio. Pero con ‘Matthias y Maxime’, en competición, lo consigue como retrato personal y generalcional llegado a los treinta. Porque lo hace desde casa y con los actores que conoce. El giro del francés Arnaud Desplechin también es sorprendente con ‘Roubaix, una lumière’, más social y sobrio que nunca

Retornado de Tánger y de sus excursiones místicas por el Atlas, Oliver Laxe vuelve a su tierra y presenta la primera película en gallego de las 72 ediciones del Festival de Cannes con ‘O que arde’ en la sección Un Certain Regard. Una pudorosa historia de un hombre condenado por haber provocado un incendio forestal, pero que de hecho carga con las culpas de todos los otros que contribuyen a la deforestación del ecosistema

La mateixa jornada a Canes ens va portar a competició dues maneres de jugar amb el thriller, amb els mestres nord-americà Quentin Tarantino i sud-coreà Bong Joon-ho. Tarantino presentava ‘Once upon a time…in Hollywood’, una reescriptura de l’agitat any 1969. Bong, ‘Gisaengchung (Parasite)’, una barreja de film social i d’horror. I guanya el sud-coreà per una major coherència i malícia