Carles Puigdemont

Viendo como los manifestantes descubrían los límites de la política y de la geopolítica, pensé que no habíamos sido capaces de advertirles que caminaban hacia ningún sitio. Fue un día triste.

Es cierto que a Puigdemont le ampara la legitimidad, pero también lo es que Catalunya necesita recuperar las instituciones lo antes posible y la vía de la legitimidad no parece que pueda ser la más efectiva

La investidura de Puigdemont es la prueba fehaciente del agotamiento del régimen del 78 y la incapacidad de generar un Estado de las autonomías federalizante y descentralizador

Parece como si el gobierno central se haya dado cuenta ahora que lo del ‘procés’ va en serio, que tiene muchos seguidores y por tanto consideran que le deben hacer frente de todas las formas posibles. Bueno, de todas menos una: no parece que estén dispuestos a hacer ninguna propuesta.