“Es necesario que haya psicólogos forenses que evalúen objetivamente el daño emocional causado, más allá del daño físico”. Esta es una de las reivindicaciones de Elisenda Pradell, coordinadora del Área de Psicosocial de Irídia. En casos como el 1 de octubre hay que ver como a la persona afectada le ha cambiado su manera de entender la seguridad, los vínculos, las relaciones y los miedos. “La mayoría de personas no recuerdan el moratón que les salió, sino como se sintieron de humilladas o vejadas”, denuncia Pradell.

