No habrá más protección de derechos de autor, habrá menos circulación de información y diversidad de opciones, menos libertad para los internautas y menos opciones para una limitación real y no simulada de los abusos de las grandes compañías de la red. El pecado original europeo y del progresismo continental es la institucionalización de lo que debe ser libre
Directiva de Copyright
La bendición a la Directiva de Copyright y su polémico artículo 13 supone que las grandes plataformas deban supervisar el contenido que suben los usuarios. Esta aberración se ha aprobado gracias a los votos de PPSOE y C’s que han apoyado la censura en Internet, y a las abstenciones y ausencias de eurodiputados de Izquierda Unida con un largo historial de no contradecir a los lobbies del copyright