Después de formar parte de la coalición del 155, nadie debería creer en la capacidad reformadora de los socialistas. La suspensión de la autonomía se convirtió en un precedente peligrosísimo. Todo lo que sabemos del nuevo intento socialista es que propone un nuevo Estatuto. Pero, ¿cuál? Abrirá la lata de una reforma constitucional en un contexto que no le es nada favorable?

