mariano rajoy

En el mejor de los casos es un error. En el peor, una barbaridad. Si descuajaringan la escuela catalana, como hacen los Hermanos Marx con el tren, dudo que el final sea tan feliz como en la película. Habrá fractura para siempre.

Parece como si el gobierno central se haya dado cuenta ahora que lo del ‘procés’ va en serio, que tiene muchos seguidores y por tanto consideran que le deben hacer frente de todas las formas posibles. Bueno, de todas menos una: no parece que estén dispuestos a hacer ninguna propuesta.