La actualidad supera la ficción. Justo cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, iba a pronunciar un discurso televisado para responder a los 22 sábados de movilizaciones de los gilets jaunes (chalecos amarillos), se quema la catedral Notre Dame de París. Y, de repente, el país se hunde en sus 850 años de historia para intentar renacer de sus cenizas.

