Hércules también está representado en una fuente al lado del Pla de la Boquería, pero quien escribe quiere hablar de la estatua, sí, la misma que desde 1928 observa las alturas en el cruce de passeig Sant Joan con Còrsega, la misma atormentada por tanta polución y ese aire de rotonda ajardinada, magro consuelo, amarga victoria entre edificios demasiado modernos, algunos de ellos verdaderos atentados estéticos de la posguerra