violencia machista

La ley 5/2008 es ampliamente reconocida como un buen punto de partida para promover, desde el plano institucional, pasos adelante contra las violencias machistas. Hace una década que los recorre y, en algunos casos, ha pisado fuerte, mientras que, en otros, pone los pies en el suelo con debilidad. La infradotación presupuestaria de los recursos de atención y recuperación previstos en la normativa impide, a menudo, que los procesos de acompañamiento resulten reparadores para las mujeres.