El pasado mes de septiembre, los trabajadores jubilados de Endesa recibieron una carta de la empresa anunciando que, a partir del 1 de octubre, perderían la bonificación que, durante años, había hecho que su tarifa eléctrica estuviera reducida tanto para ellos como para sus viudas o viudos. Así, estas personas jubiladas ahora pagan lo mismo por la electricidad que cualquier ciudadano, habiendo perdido lo que consideran “un derecho adquirido”. Esta decisión de Endesa se enmarca en la política unilateral de recortes de derechos y beneficios sociales que está aplicando la compañía en los últimos tiempos, a pesar de los beneficios económicos obtenidos.

Con este cambio, la empresa afirmaba en la última junta de accionista que podría ahorrarse 700 millones de euros, cifra que considera que anualmente le cuestan los descuentos que afectan a jubilados y afectarán también a la plantilla actual de la eléctrica.

A raíz de esta medida, son recurrentes las manifestaciones de personas jubiladas ante la sede de Endesa en Barcelona, ​​pero a pesar de las protestas, la Audiencia Nacional ha dado la razón a Endesa al considerar que los jubilados no tienen actualmente una relación contractual con la empresa. La eléctrica les ofreció descuentos en la tarifa pero con un consumo de luz limitado, una propuesta que no ha sido aceptada por los afectados, que están haciendo presión ante el Tribunal Supremo para que Endesa no les suprima la tarifa bonificada.

Hablamos con José María Roca Chamorro, un jubilado de la empresa eléctrica, militante histórico de CCOO, primero en Seat y después a Endesa. Ahora intenta detener lo que considera un grave perjuicio para los antiguos trabajadores de la compañía.

¿Cuántos jubilados hay en Endesa en Catalunya?

Los que tenemos contabilizados son unos 9.000. En el conjunto del Estado llegan a 26.000. De estos, un porcentaje muy alto, los más antiguos, van directamente a la pobreza energética. Cuenta que hay que cobran sólo 600 euros de pensión y muchos tienen todos los aparatos en casa alimentados por energía eléctrica. Se ven ahora sufriendo recortes con una edad en que no pueden enzarzarse en inversiones para cambiarse las instalaciones. Por lo tanto, sin poder ingresar más ven recortada su pensión de 600 euros con 100 euros de la factura de la luz con la que nunca habían contado. La empresa ha tomado esta decisión para hacer crecer los dividendos, que van hacia Italia, mientras que ayuntamientos y gobiernos deberán salvar a la gente mayor de la pobreza energética.

¿Dónde se podrían dar estas situaciones de pobreza energética?

En la zona de Lleida es donde más se puede producir esta situación, porque en aquellas comarcas es donde tenemos más gente y gente mayor. Y también, especialmente en el Pirineo, es donde se utiliza más la electricidad, por ejemplo, para calentarse.

¿Cuál es el origen de la subvención o aportación gratuita de electricidad?

Nosotros lo llamamos salario en especies. La gente no lo recuerda pero tiene que ver con la victoria de los trabajadores en la huelga de la Canadenca. Durante años se fueron consiguiendo mejoras y aumentos salariales. Y casi diez años después de conseguir las 8 horas, con una acción que dejó Barcelona a oscuras, el conjunto de empresas eléctricas de Catalunya aprobó este salario en especie por el que siempre los trabajadores hemos cotizado.

¿Esto cuando pasó?

Nos consta un documento fechado el 31 de diciembre de 1928. También hemos encontrado documentos de personas aún vivas, con 95 años, en los que la empresa les garantiza de por vida este suministro. Esto lo haremos valer judicialmente.

Justo en ese tiempo había una situación según la cual las empresas eléctricas tenían superproducción de energía y quizá con esta decisión promocionaban el consumo …

Las empresas han cambiado, se han fusionado, ha habido mil cambios, pero siempre se había mantenido este acuerdo, tanto en democracia como durante el franquismo. Ahora se lo quieren cargar y lucharemos para evitarlo.

La decisión de Endesa está amparada por una sentencia que dice que la subvención está relacionada con el convenio y que, agotada la relación laboral, la subvención se pierde. ¿Qué pensáis hacer para luchar?

Aquellos a los que nos llaman trabajadores pasivos, los jubilados, nos movilizaremos. Haremos acciones en la calle. Hemos hecho concentraciones en Barcelona y nos estamos entrevistando con todos los ayuntamientos, hemos ido al Parlamento y nos estamos entrevistando con los grupos políticos. En este ámbito parlamentario esperamos que haya una resolución favorable a nuestra lucha a la comisión de Trabajo. Esto, sin perjuicio de los recursos que tenemos en marcha.

Y los trabajadores activos?

De momento, las acciones en la calle son protagonizadas por los jubilados, porque a los trabajadores activos, por ahora no les afecta la medida, aunque la empresa la tiene también sobre la mesa. Parece ser que a los activos se les subvencionarían 3.500 kilovatios, cuando actualmente tienen subvencionados cerca de 15.000. A cambio de este recorte recibirían una paga cercana a 700 euros, pero cuando se jubilen se quedarán sin nada.

El accionista mayoritario de Endesa es Enel, empresa pública del Estado Italiano, tiene el 75% de las acciones.

Una vez que Enel quedó como único propietario de la eléctrica, emprendió una política de venderse a sí misma empresas controladas por Endesa, especialmente en Sudamérica. Y también aplicó una política consistente en repartir en forma de dividendo la mayor parte de los beneficios anuales. Y en esta línea se supone que entra la decisión de restringir el derecho adquirido por los trabajadores de tener la luz a un coste subvencionado. Lo que hasta ese momento eran beneficios sociales han pasado a ser beneficios transformables en dividendo que pueden acabar en Italia.

Los sindicatos se quejan también de que la política de la empresa ha supuesto una fuerte pérdida de puestos de trabajo

Es que en los años 95 y 96, sumadas las plantillas de Ener, Fecsa, Hidroeléctrica de Cataluña y cuatro pequeñas empresas de ámbito comarcal, había en Catalunya 12.000 trabajadores. Actualmente en Endesa en Catalunya, la plantilla de los activos se sitúa entre las 1.000 y las 1.200 personas. Esto ha supuesto que ahora todo el trabajo que antes se hacía en la calle haya pasado a subcontratas, lo que se traduce en una pérdida de la calidad del servicio y ha perjudicado también a los trabajadores subcontratados, que deben hacer su trabajo con bajos salarios y en condiciones materiales muy precarias.

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