“Tú quieres un alquiler pero mi cliente no tiene ninguna garantía de que pagarás, búscate una hipoteca como estoy haciendo yo”. Esta ha sido la respuesta que han recibido una veintena de activistas que este miércoles han ocupado las oficinas de Tribó & Tous Abogados, situadas en la calle de Aragó. Reclaman parar el desalojo previsto en el edificio de la calle de Borrell 59, a escasos metros del Mercat de Sant Antoni, inaugurado esta semana.
Si bien la apertura de puertas del mercado, después de ocho años y medio de obras, es motivo de celebración para comerciantes y clientes, no lo es para algunos de los vecinos, que ven como este espacio totalmente reformado encarecerá los precios del vivienda en la zona. Desde el Ayuntamiento de Barcelona, la consejera del Distrito del Eixample, Eulàlia Corbella, desmiente que el Mercat de Sant Antoni sea “el desencadenante” de la gentrificación. “Una mejora urbana no gentrifica”, asegura Corbella, aunque también apunta que estas mejoras “deben ir siempre ligadas a medidas en contra de la gentrificación, como el Pla d’Usos o el PEUAT”.
Para Corbella, el proceso de gentrificación que se vive en el barrio se debe a la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de 2013, la reducción de contratos de alquiler de cinco a tres años y a la burbuja inmobiliaria. “Hay leyes que permiten que una persona privada saque rédito económico a una mejora pública”, opina la consejera del Distrito. Ante esta situación y para luchar contra la gentrificación que se vive en Sant Antoni, hace un año y medio un grupo de personas ocuparon cuatro pisos en el edificio de la calle de Borrell 59. Aseguran que el propietario, Pedro Sistac, había “echado todos los vecinos, menos los cinco de renta antigua, al que ahora están haciendo mobbing“. Para ellos, dicen, fue “muy fácil” ocupar algunos de los pisos de este edificio para que “el resto de vecindario está de acuerdo” y tienen “muy buena relación”.
“Poble Sec y Sant Antoni son barrios que están viviendo un momento de gentrificación, son objeto de interés de fondos buitres por la situación, periférica del centro, que tienen”, opina Octavi, miembro del Sindicato de Barrio del Poblesec, que describe su barrio como “bonito, cerca del centro, peatonal… perfecto para ser gentrificado”. Desde el Sindicato de Inquilinos, Marta Ill, una de las portavoces, comparte esta opinión. “Son una muestra de lo que está pasando en muchas poblaciones de nuestro territorio y en toda la ciudad de Barcelona”, explica Ill, que valora estos dos barrios como “referentes en la lucha contra la expulsión de vecinos para fines especulativos” y con quienes intentan “compartir estrategias y luchas”.
“Pedro Sistac se dedica a especular con la vivienda, tiene varias propiedades en Barcelona e incluso era propietario del castillo de Calders, y ahora nos quiere echar”, denuncian desde el Sindicato de Barrio del Poblesec. Aseguran que los cuatro pisos que ahora están ocupando están dispuestos a pagar un alquiler asequible, pero que la propiedad quiere “echar a los vecinos del barrio” y “reestructurar el edificio para poder subir el precio y revalorizar el inmueble”. Si bien durante este tiempo han hecho un par de reuniones entre las dos partes, aquejan que “la propiedad y los abogados les dan largas, mienten y marean”.
Su preocupación, sin embargo, ha aumentado, ya que ahora tienen fecha de desalojo prevista para el 19 de junio. Ante esta nueva situación, este miércoles han decidido ocupar las oficinas de los abogados de Sistac, Tribó & Tous Abogados. Las demandas de los activistas son claras: negociar un precio de alquiler, no echar al vecindario de renta antigua y arreglar los pisos más deteriorados. Sin embargo, por David Tribó, abogado de Sistac, la respuesta es definitiva: “Mi cliente no quiere ningún acuerdo con vosotros”. También los hace una advertencia: “Marchaos de los pisos y dejadnos en paz o te denunciaré”.
Los activistas han recordado a Tribó que ya los envió a miembros de seguridad privada para intentar echarlos. Según el Sindicato se trataba de miembros de la empresa Desokupa, aunque desde el Ayuntamiento de Barcelona, que medió en el intento de desalojo, no lo pueden confirmar. Durante la ocupación esta mañana de las oficinas de Tribó & Tous Abogados un grupo de “matones”, según portavoces del Sindicato de Barrio del Poblesec, se han dirigido hasta las oficinas y, según denuncian, les han “intimidado”.

“Gracias al apoyo de la gente del barrio vino mucha gente a hacer apoyo y se detuvo”, recuerda Octavi, explicando el primer intento de desalojo, en febrero de 2017, cuando miembros de seguridad privada intentaron echar a las personas que estaban ocupando algunos de los inmuebles. La consejera del Distrito del Eixample, Eulalia Corbella, ha explicado que han hecho varias visitas al inmueble, pero que sólo pueden intervenir cuando hay un desalojo por la vía extrajudicial de los pisos ocupados, como el del febrero del año anterior.
A la acción de este miércoles también han acudido activistas de Poblesec y de Sants, que viven situaciones similares en su distrito. Para la concejala, Laura Pérez, el proceso de gentrificación del Poblesec “viene de lejos”, ya que en anteriores mandatos “se promovió la remodelación de la avenida -a través del Pla Paral·lel- sin una política de vivienda social y de protección del comercio de proximidad que garantizara la continuidad de los vecinos “. Pérez se queja de que están “solos en la lucha contra la gentrificación”, ya que “ni el Estado ni la Generalitat no están ejerciendo sus competencias en vivienda”. “Nos indigna que la Generalitat esté vendiendo vivienda pública de herencias intestadas, con el riesgo de que las compren fondos de inversión que terminen especulando con estas viviendas” aqueja Pérez, en referencia a los de la calle Garay 14, subastados por la Generalidad.
Desde el Sindicato de Barrio del Poble Sec, aunque están en constante diálogo con el Ayuntamiento, no creen que desde el consistorio “se pueda solucionar el problema, por más buena voluntad que tenga”, aunque pueden “apoyar a la gente que se organiza desde la base”. Recuerdan que Poblesec y Sant Antoni no están solos en la lucha contra la gentrificación, haciendo referencia a Gràcia y Sants. Todos ellos participaron en la manifestación en defensa del derecho a la vivienda el fin de semana pasado en Barcelona. “Es un problema que está afectando la ciudad entera y que nos obliga a marchar, estamos hartos”, concluyen los activistas.


Catalunya Plural, 2024 