Estamos en plena campaña electoral y los debates entre candidatos han irrumpido con fuerza. El origen de todo ello ha sido la negativa del candidato socialista a la presidencia del gobierno, Pedro Sánchez, a asistir al convocado por RTVE con todos los candidatos que tienen grupo parlamentario en el Congreso, incluidos los independentistas de ERC y JXC y el PNV . Sánchez dijo que iría al debate convocado por Antena 3, donde había de coincidir con el candidato de Vox, Santiago Abascal, que no tiene representación en el Congreso, y no coincidiría ni con los independentistas ni con el PNB.

RTVE se curó en salud conociendo la jurisprudencia de la JEC, nada proclive a adaptarse a los nuevos canales de comunicación del siglo XXI – todo hay que decirlo -, y por tanto no invitó Abascal. Quizá intuían lo que finalmente ha pasado, que los minoritarios denunciarían Antena 3 y lograrían evitar el debate o que no fuera el representante de Vox, que es lo que ha terminado pasando.

Mientrestanto todos los cabezas de lista ya habían anunciado que si no hay iba Sánchez, ellos tampoco irían a RTVE. Podemos elucubrar que a Sánchez le interesa debatir también con Abascal para que así se visualiza la división de los partidos de derechas, lo que beneficia al PSOE, porque ellos se presentan como los centristas, al igual que hace unos años la división de las izquierdas con la irrupción de Podemos benefició al PP. Demasiado tacticismo que hace que se les vea el plumero a nuestros políticos.

Pero, aunque el tactismo político es habitual en las campañas electorales, lo que no es aceptable es el daño que hacen a la radiotelevisión pública y la incoherencia que representa el desprecio hacia los medios de comunicación públicos por parte de nuestra clase política, que quieren ser nuestros representantes! Y quieren gestionar, en nombre de todos, la administración pública y todas sus empresas y organismos! Entonces que debe pensar la ciudadanía?, que lo harán honestamente o que pensarán primero en sus intereses? No nos lo ponen nada fácil.

Volviendo a la JEC, otro anacronismo: los bloques electorales en los medios públicos impuestos por las juntas electorales. Son como los espacios gratuitos de propaganda pero con una apariencia más periodística. ¿Qué sentido tienen? Los bloques nacieron para dar un espacio a los partidos pequeños, para obligar a los medios que hacerles un espacio informativo. Hay que tener en cuenta que también tienen un espacio gratuito de propaganda electoral a las radios y televisiones públicas.

Al final los bloques electorales que se emiten dentro de los espacios informativos se confunden con la propaganda gratuita porque van empaquetados, porque siguen un orden de mayor a menor y no de interés informativo, porque sólo incluyen lo que quieren los partidos que se presentan y no lo que no quieren que se sepa (lo que normalmente sería la noticia) y porque incluyen lo que se conoce como señal realizada por los mismos partidos (con el objetivo de controlar ellos los contenidos de imagen también).

Total que noticia, poca. No tienen sentido en una época donde hay acceso a todo tipo de información. Son un anacronismo que ya se podrían sacar de encima y pensar en una regulación más genérica que nos implicara a todos, públicos y privados. Lo pueden hacer. De hecho, acaban de forzar un medio privado a cambiar un formato de debate.

Desprecian los medios públicos sin asistir a los debates que convocan, también los desprecian queriendo controlar siempre los contenidos – cierto que unos más que otros – y controlando siempre su dirección, nombrando directamente sus máximos responsables y, algunas veces, repartiendo los cargos entre periodistas agradecidos y bien dispuestos a hacer lo necesario para favorecer un determinado posicionamiento político.

De hecho, por eso los ponen. Por eso no pían cuando el presidente del gobierno de turno les dice que no irá a los debates que convocan. Muy diferente de lo que hizo la BBC ya hace años, en tiempos del conservador John Major. No fue al debate y le dejaron la silla vacía. Nunca más nadie faltó a los debates de la BBC. Aunque aquí tengo mis dudas de que incluso eso sirviera para alguna cosa.

Durante los años de gobierno del PP de Rajoy, los partidos de izquierdas – principalmente PSOE y Podemos – apoyaron las movilizaciones de los trabajadores de RTVE en contra de la censura y la manipulación que practicaban de forma sistemática sus directivos. Hay muchos ejemplos claros y aceptados de forma bastante mayoritaria. También lo corroboran libros como La democracia borbónica, donde Alberto Lardiés explica cómo se repartían el botín de RTVE o El Director, del ex director de El Mundo, David Jiménez, donde igualmente explica cómo se manipulaba.

No parece coherente que estos dos partidos pudieran creer que no asistir a los debates que convoca la radiotelevisión pública, que ahora controlan, pueda ser aceptado por los mismos trabajadores los que decían apoyar. Para estos trabajadores es decepcionante y se quejan a través de sus representantes. Finalmente el PSOE ha rectificado a tiempo. Demasiado tarde para su credibilidad como defensor de la “res pública” en general.

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Montserrat Melià ha estat redactora de política a la seu de RNE Barcelona, redactora de política al congrés dels diputats a Madrid. Cap d’informatius de RNE-Catalunya i directora de RNE—Catalunya. Actualment col·labora en diversos mitjans. Imparteix tallers al Màster gènere i comunicació de la UAB.

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