Matheus fue despedido hace cerca de un mes de donde trabajaba y no sabía exactamente cómo debía cerrar este período, qué papeles debía darle la empresa o dónde debía dirigirse después para notificar su estado de desempleo. Buscando información por internet, vio que desde Barcelona Activa, como servicio del Ajuntament de Barcelona, ​​disponían de unos servicios de asesoría laboral llamados Puntos de Defensa de Derechos Laborales. Les escribió y una abogada le llamó después para revisar todo lo que hiciera falta: la multa que la empresa le había pagado por el despido, la antigüedad, el finiquito… «Yo nunca había hecho nada de eso porque no me había encontrado en el caso y me fue muy bien la ayuda», explica. Así, también explica que le expusieron todas las posibilidades que tenía delante en caso de que quisiera demandar a la empresa. «Estaba todo bien, pero como el despido era improcedente, se tenía que que declarar en alguna esfera pública para que así no me cobraran el próximo año el IRPF sobre ese dinero», relata. Así, desde el Punto de Defensa de Derechos Laborales, de forma telemática, le explicaron qué papeles debía firmar la empresa para que todo fuera correcto y qué tenía que hacer él después respecto a cómo tramitar el paro, dónde tenía que ir, qué era el SOC…

Haydee, que trabaja de auxiliar en centros sociosanitarios, estaba buscando trabajo, pero al mismo tiempo necesitaba que alguien le orientara sobre cómo finalizar los contratos de trabajo. «Yo soy trabajadora familiar especializada en el cuidado de personas mayores… Ya sabes que en este tipo de trabajos te llaman por suplencias, vacaciones, temporadas… y así he estado tres años empalmando contratos», explica. Así, en una de estas muchas finalizaciones de contrato no le pagaron ni el finiquito ni las horas extras que le debían. Habló con su asistenta social en Nou Barris y la derivó al servicio de Barcelona Activa. Una abogada la atendió, la orientó y le explicaron todo lo que necesitaba saber sobre cómo deben ser y terminar los contratos. «Me dijeron que fuera a la empresa, que pidiera las nóminas y solo ir a la empresa con la información correcta, me pagaron ya», dice. Así, como sólo pedirlo la empresa respondió, no fue necesario pedir a un abogado de oficio como también le explicaron que tenía derecho desde el Punto de Defensa de Derechos Laborales. Haydee también resalta que su abogada la llamó para hacerle seguimiento y le explicó cómo podía pedir el paro mientras está buscando trabajo.

Juan llevaba 14 meses trabajando vigilando pisos para un hombre que los compraba en mal estado, los arreglaba y los vendía a precio de oro a través de una inmobiliaria. El trabajo de Juan consistía en estar en estos pisos «para que no entrara nadie a vivir» y enseñarlos a los posibles inquilinos. Trabajaba los 7 días de la semana y las 24 horas del día por 800 euros mensuales. Sólo salía de los pisos para comprar comida. Como explica, «de golpe de un día para otro me dijo ‘vete a casa’, ya que el negocio no le estaba dando rentabilidad». Pero después de hablar con los vecinos sabe que ya hay otra persona cuidando el piso. Cobraba todo en negro porque, como dice, «todavía no tengo pasaporte, ya que solo vivo aquí desde hace 5 años». El despido llegó cuando Juan le pidió un contrato de trabajo. «Él me dijo que con un contrato de trabajo, al conseguir los papeles, le dejaría tirado y que, aparte, salimos demasiado caros con la seguridad social y todo», lamenta. Juan conoció los puntos laborales gracias a la búsqueda por internet de una amiga, que le pidió la cita. «Me asesoraron muy bien, he seguido los pasos que me recomendaron, hice captura de pantalla de todas las conversaciones, puesto que no tenía comprobantes de los pagos, y ahora ya he podido llegar a la justicia gratuita y tengo asignado un abogado de oficio», relata.

Estos tres casos son un ejemplo de los que reciben desde hace años los Puntos de Defensa de Derechos Laborales, impulsados ​​por Barcelona Activa en colaboración con sindicatos y entidades del territorio, como servicio del Ajuntament de Barcelona diseñado. ¿La novedad? Que se han incrementado los asesoramientos presenciales en todos los distritos, ofreciendo individuales y con periodicidad semanal o quincenal, según cada caso, además de continuar ofreciendo el servicio vía telemática, tal y como se estableció durante la pandemia. Además, también se han especializado en ámbitos concretos, según las peticiones que se han ido recibiendo y para atender con una máxima personalización.

Por un lado, existe una atención más específica en temas de igualdad y no discriminación, de acoso sexual en el trabajo y acoso por razón de sexo. Por otro, también se especializan en el ámbito de los cuidados, un sector que desde los Puntos consideran que requiere mejorar las condiciones dignas de trabajo.

Sin embargo, durante los tres primeros trimestres de este año 2021 se ha prestado servicio a 1.800 personas un 62% de las cuales han sido mujeres, un 66% del total trabaja por cuenta ajena, un 66% con contrato indefinido, un 62% tiene un salario inferior a 18.000 euros, y un 63% lo hace a jornada completa. Además, se han realizado participaciones grupales, hasta 278 sesiones, para asistir las diferentes dudas o cuestiones.

Las consultas atendidas se refieren a escenarios futuros de extinción de contrato si la empresa no sale adelante, cambios en las condiciones de trabajo, respecto a turnos de trabajo y sueldos a consecuencia de la situación económica de la empresa, y sobre liquidaciones de contratos o falta de puntualidad en los pagos, y sobre prestaciones y subsidios por desempleo. La mayor parte, un 33% tiene que ver con derechos laborales en genérico relacionadas con el salario, contratos, vacaciones, descansos o convenios; un 28%, consultas sobre condiciones de trabajo como reclamaciones de cantidades, riesgos laborales, o derechos fundamentales del trabajo, un 17%, sobre temas de Seguridad Social como serían incapacitados, paro, o jubilaciones no contributivas, un 12%, despidos y extinciones de contrato, y un 10% sobre los ERTO.

Acercarse a quienes no se acercan, normalmente los sectores más precarizados

¿De dónde viene, pero el nacimiento de estos espacios y su motivo de ser? Como explica Raquel Gil, Comisionada de Promoción del Empleo y Políticas contra la precariedad del Ajuntament de Barcelona, ​​en el momento que se apuesta por empezar esto en distritos muy concretos, como fueron Nou Barris, Ciutat Vella y Sants-Montjuïc, creían que había un grupo de gente al que es difícil llegar. «Hay gente que ya tiene recursos, gente que está sindicada, gente que ya sabe a dónde ir, pero hay un grueso de gente, que normalmente es la que suele sufrir más precariedad, que también es la que más le cuesta encontrar espacios dónde ir a informarse, conocer los derechos que tiene o en definitiva tener información real sin una voluntad detrás», relata Gil.

Así, se crearon los Puntos en tres distritos concretos entendiendo que eran los que más demanda tendrían de la existencia de estos espacios y se habló con los sindicatos para ver cómo podía cubrirse conjuntamente llegar a un público que no se acostumbra a acercar. Ya entonces, y como después se ha demostrado útil a través de los datos, se focalizó todo con campañas dirigidas a colectivos de trabajadoras del hogar y al sector de los cuidados, ya que a pesar de tener una regulación muy específica, sí existe una regulación que mucha gente desconoce y existen unas obligaciones también para quien contrata. Gil añade que por ejemplo en el caso de Ciutat Vella también se hizo campaña para llegar a algunas economías de proximidad: «hay mucha persona inmigrada trabajando y hacía falta que supieran que vengas de dónde vengas y aunque no tengas papeles hay unas obligaciones que la parte contratante debe cumplir y que hay espacios donde puedes ir a asesorarte para saber qué debes que hacer».

Los Puntos de Defensa de los Derechos Laborales incrementaron en un 75% el número de personas atendidas en 2020

Este inicio funcionó bien, se acercaba a un público que no era el de siempre y permitía llegar a colectivos muy concretos. Con el paso del tiempo, se vio que se había estabilizado suficientemente el tipo y el volumen de demandas, pero también se notó que existían dificultades para llegar al resto de barrios. «Hay barrios donde los números de población en irregularidad administrativa, en paro, con unas condiciones más complejas o que reciben más prestaciones, pero desgraciadamente la precariedad no es monopolio de un distrito, pasa en muchos sitios», resalta Gil. Aparte, también se encontraron que a veces la gente que no trabaja y vive en el mismo barrio, por temas de horarios, prefería asesorarse en el barrio en el que trabaja. Había que ampliar el servicio y la manera de prestarlo.

Esta percepción combinada con la llegada de la pandemia obligó al servicio a adaptarse. Una de las primeras medidas que tomaron para que los servicios llegaran a la ciudadanía durante el confinamiento fue que éstos fueran virtuales. El ámbito de la ocupación se vio trastocado y por tanto, por el Ajuntament, reforzar los puntos de defensa fue una de las primeras medidas. Al hacerlo virtual, desapareció el impedimento del espacio físico y que la gente se desplazara. Esto permitió tener un punto virtual a nivel de ciudad.

Durante esos meses, las organizaciones sindicales laborales también recibían muchas consultas. Las dudas eran sobre las condiciones y los derechos siendo personal esencial o no siéndolo o bien cómo iban las prestaciones a la hora de poner en marcha los ERTO. Este período y estas dudas les permitieron probar esta forma de trabajar y de llegar a toda la ciudad.

Crearon una centralita para que la gente llamara a un único teléfono y desde allí se derivara a la persona que prestaba la atención. Si se trataba más de negociación colectiva, Gil explica que entonces lo compartieron con los sindicatos para que fueran más ellos quienes pudieran realizar también el asesoramiento no como cuestión individual, sino como defensa de derechos colectivos.

Después de este período, Barcelona Activa se encontró con que justo coincidía en el tiempo la renovación de los contratos de los servicios de estos puntos de defensa, ya que son llevados por entidades externas a partir de concursos públicos. Con esto por delante, vieron que era necesario mantener el incremento económico que ya se iba dando y poner más recursos así en los lugares donde se había visto que más era necesario durante este período de prueba telemático masivo. Sin embargo, Gil destaca que se valoraba positivamente ampliar a toda la ciudad de esta manera, pero que era necesario recuperar los puntos físicos, ya que existe una brecha digital precisamente entre estos colectivos que se dirigen a los puntos de defensa. Así, y después de esta retrospectiva, desde Barcelona Activa celebran que ahora los puntos de defensa se ofrecerán ya en todos los distritos de la ciudad.

Así, aparte de los tres distritos donde ya se ofrece, Ciutat Vella, Nou Barris y Sants Montjuïc, ahora se ofrecerá en todos los distritos de la ciudad. En el Eixample y Gràcia, se atenderá desde la sede de los respectivos distritos; en Les Corts, en las Cristalerías Planell; en Sarrià-Sant Gervasi, en el centro cívico Vil·la Urània; en Horta-Guinardó, en el equipamiento de Ca n’Andelet; en Sant Andreu, en el centro cívico Trinitat Vella; en San Martín, en Piramidon.

Aparte de las 1.800 atenciones de esta primera parte de 2021, en el 2020, casi 3.000 personas pasaron por este servicio, con un incremento de la demanda a consecuencia de los efectos de la crisis de la Covid-19. Como destacan, el paro de actividad a raíz del confinamiento total supuso el peor impacto para la ciudadanía: en datos, en 2020, la provincia de Barcelona tenía 137.000 personas en situación de ERTO; pero en lo que llevamos de 2021, hay registradas alrededor de 40.000 personas, lo que supone una reducción de casi el 70%.

Especialización en temas de acoso y discriminación

Los Puntos de Defensa de Derechos Laborales están especializados en temas de acoso y discriminación, aparte de estarlo también en ciertos sectores profesionales. El hecho de tener esta especialización ha hecho ver a los trabajadores que los casos de acoso no cesan y que son continuos.

Gil explica que “podrían haber subido las consultas de prestaciones, por despido, consultas sobre seguridad social”, pero asegura que siempre se han mantenido las consultas que tienen que ver con “temas de igualdad en la empresa, de acoso, de situaciones en las que hay una desigualdad muy evidente por cuestión de género o alguna sospecha de que había algo raro».

También como explica la comisionada, se han dado cuenta de que por lo general siempre que se apuesta por servicios virtuales, aumenta el número de mujeres. «Esta atención ha incrementado en el momento que hemos hecho la virtualización de los puntos de defensa, pero nos ha pasado igual con la formación y con temas de orientación», apunta, y sigue diciendo que este elemento tiene que ver con «la conciliación por no tener que desplazarte y tener un servicio a tu disposición en horarios que te permiten combinar con otras cosas». Tienen claro que con la formación ha sido así, pero en el caso de los puntos de defensa creen que también hay una parte de que muchas mujeres no se desplazarían por dudas sobre desigualdades, pero sí se animan si la consulta puede ser más rápida de modo telefónico. Esto ocurre porque como cree Gil, «el imaginario colectivo marca que no se denuncia por temas de acoso o igualdad en el trabajo». Que empiece a visualizarse esto y que haya mujeres haciendo consultas es por lo menos importante y destacable. Entre los ejemplos que pone Gil encontramos por ejemplo que ante la comunicación de una maternidad futura cambia la posibilidad de una promoción en el trabajo o cambia también el tratamiento que te realizan. «Las mujeres no encontrarán a alguien diciendo no promocionas porque serás madre, pero sí se encontrarán ciertas prácticas que ponen mucho en evidencia esto», destaca. Así, valoran muy positivamente el hecho telemático por ser más accesible y porque favorece realizar preguntas que no se harían en otro entorno.

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1 comentari

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