La mañana de la vuelta al cole recibí el mensaje de alguien muy vinculado con los actuales gobernantes de Barcelona. Nuestros intercambios textuales tienen algo de diálogo de besugos, con mucha voluntad de hilvanar algún acuerdo, sin resultados de ningún tipo al no entender la administración como las críticas buenas siempre son propositivas, no ataques furibundos, tan del gusto de nuestra época.

Su Whatsapp, sin saludo previo ni nada por el estilo, me informaba de la inminente restauración del invernadero de la Ciutadella, obra de Josep Amargós catalogada como bien de interés nacional y olvidada durante años, pero claro, la proximidad de los comicios municipales obliga a mover algunos resortes, sobre todo donde el foco es visible o rentable, como asimismo sucede con el Palau del Marqués d’Alfarràs, en el ingreso del Laberinto de Horta, otro recinto medio abandonado por las autoridades, excepto cuando conviene.

Invernadero de la Ciutadella | Jordi Corominas

Esta comunicación con el prócer me retrotrajo a unos años atrás, cuando en esta misma tribuna escribí sobre la urgencia de rehabilitar el invernadero, y con él todo el parque de la Ciutadella, el primer público de la capital catalana, concedido a la misma por el General Prim durante el Sexenio Democrático con la doble obligación para el Ayuntamiento condal de sufragar los gastos de demolición de la fortaleza y no dedicar el espacio a la especulación inmobiliaria, si bien sus puertas se ornaron con los puntales económicos de la época: Industria, Comercio, Marina y Agricultura.

Estatua dedicada al General Prim en el parc de la Ciutadella | Jordi Corominas

Con esto cumplido, su gran salto e inmortalidad para con Barcelona llegó, como es sabido, en 1888 al ser el recinto de la Exposición Universal, piedra inaugural de la maquinaria de organizar grandes acontecimientos para transformar la ciudad, como más tarde ratificaron la frustrada Olimpiada Popular, el Congreso Eucarístico, los Juegos Mediterráneos, los Olímpicos del 92 y el Fórum de las Culturas, sin desmerecer los fastos de 1929, claves al ganar Montjuic para la causa.

Todas las hectáreas de la Ciutadella tienen la virtud de sintetizar aspectos fallidos de la contemporaneidad barcelonesa y catalana, por suerte enmendables si la clase política se acoplara su particular sonotone en vez de tirarlo por su habitación, aislada de la realidad.

Tres serán las claves de nuestro paseo argumental. La primera me conducirá a explicar una anécdota. Hará cosa de unos meses, no tantos, el ínclito Consistorio me invitó en calidad de experto a una comisión para cambiar la forma de conservar el patrimonio, algo sorprendente dado su desdén con la materia, más bien un tormento nimio, pues los cabreos por redes sociales no suelen conseguir ningún efecto certero, salvo enseñar cómo los barrios son ninguneados por aquellos que deberían trabajar para preservar su pluralidad identitaria, fundamental si se apuesta por una Barcelona auténtica más allá de las postales y el naifismo de izquierdas.

El busto de Víctor Balaguer en el parc de la Ciutadella | Jordi Corominas

El cónclave en esencia sirvió para conceder un respiro a las asociaciones de vecinos; cuando tuve turno de palabra invité a los responsables a fijarse más en los márgenes y proteger su pequeño patrimonio para reforzar la idea de ciudad federal, donde los barrios sean entidades de gobierno, perfectas para tejer un sistema de redes con los distritos y de estos con Sant Jaume.

Todo esto queda muy bien sobre el papel y el mismo interlocutor del primer párrafo de este artículo me amonestó verbalmente, advirtiéndome de no ser partidario de remodelar las divisiones administrativas al ser algo demasiado caro, respuesta propia de quién pisa poco las calles, desatiende las preocupaciones ciudadanas y no contempla x posibilidades por pura comodidad.

La conservación del pequeño patrimonio tiene múltiples ventajas, entre ellas no desnaturalizar las zonas, integrándose lo viejo con la tan cacareada sostenibilidad. Por lo demás, este proyecto se sostendría con una pedagogía urbana para enterrar la Barcelona autopista de consumo, alterándola por otra de conocimiento mediante soportes físicos en los hitos patrimoniales, respaldados con aplicaciones tecnológicas para ampliar lo tangible en el exterior.

Estatua de Josep Clarà dedicada a los voluntarios catalanes muertos por Francia | Jordi Corominas

Esto, necesario y dinámico para privilegiar a los habitantes sin desmerecer a los amadísimos turistas, podría probarse de modo embrionario en la Ciutadella, plagada de Historia muda, pues ahora mismo se habla de restaurar el invernadero, sin meditar sobre cómo sería imperativo hacer lo mismo con el resto del conjunto, donde muchas de sus parcelas mueren de pena, desahuciadas por inacción.

El caso más flagrante es del recinto científico de la Exposición de 1888, sentenciado desde hace más de un decenio. Su tabla de las distancias, un Google Earth de su tiempo, tiene su superficie de piedra quebrada y al borde de una destrucción obscena porque con toda probabilidad el Ayuntamiento la desconoce desde su suprema ignorancia con el pasado; lo mismo, aventuro sin mucho temor a equivocarme, debe acaecer con el termómetro o las letras de todas estas maravillas tecnológicas de antaño.

Foto actual del mapa de las distancias de la Exposició Universal de 1888 | Jordi Corominas

En muchos de mis ensayos amo afirmar, contento de cómo algunos intelectuales de postín me lo copian, aquello de la primera refundación de Barcelona en 1855 y la última en 1992, pero el evento donde los ojos del mundo se posaron en la gran hechicera fue el de 1888, caído en una profunda amnesia porque ningún Ayuntamiento ha procurado dignificar la Ciutadella, sólo famosa por las minimalistas agrupaciones de independentistas junto a las vallas del Parlament, cuando sería mucho mejor revalorizarla desde un doble eje, cívico y cultural.

El Parlament, antiguo arsenal, en el parc de la Ciutadella | Jordi Corominas

La Ciutadella de 1888 tuvo el reto de todas las sedes tras las semanas de esfuerzos, inversiones y redención. En esas secuencias temporales el lema renovarse o morir adquiere sentido, si bien aquí el jardín y sus instalaciones garantizaban un mañana con perspectivas esplendorosas, como así sucedió entre un loquísimo parque de atracciones, la supervivencia del puente de la sección marítima o el añadido de un Casino entre la cascada monumental y el lago, activo hasta 1964.

Cascada del parc de la Ciutadella | Jordi Corominas

Estas incorporaciones y resistencias remozaron el entorno, algo característico del mismo, como si fuera una casa donde pueden acumularse símbolos sin perjudicarla, algo de gran belleza por el verde y la joya de ver cómo convive una mezcla harto heterogénea en la que se incluye una iglesia marcial, un memorial de las víctimas barcelonesas de los campos de concentración o el quiosco musical rebautizado en memoria de la transexual Sonia, asesinada por fascistas la noche del 6 de octubre de 1991.

Lago del parc de la Ciutadella | Jordi Corominas

Esta acumulación es saludable al ser evolutiva. Mi relación con la Ciutadella ha sido entre arisca y placentera, algo causado por una amalgama de prejuicios y sabiduría, como cuando su césped se llenaba de batucadas, muy a lo Carlinhos Brown, con sus participantes creyéndose revolucionarios mientras sólo reproducían las imágenes queridas por Joan Clos y sus publicistas, eso sí, con más cerveza y trabajo extra para los servicios de limpieza.

Quizá sólo la comprendí en mi primera visita a París tras el cierre de la Pandemia. Era septiembre de 2021 y me adentré en los jardines de Luxemburgo. Todos los bustos de personalidades ilustres y grupos escultóricos me hicieron entender cómo los de la Ciutadella, de Joan Maragall al actor Fontova, eran copias de los franceses, como por otra parte siempre ha sucedido en Barcelona, no sólo antes, sino también ahora, con Ada Colau muy atenta a las medidas adoptadas por Anne Hidalgo en la ciudad de la luz.

Sillas en los jardines de Luxemburg | Jordi Corominas

Estas estatuas, unidas a otras curiosidades como la piedra de la fiesta del árbol, podrían constituir un recorrido didáctico para caminar por la Historia sin tanta solemnidad, aquí desmentida pese a la piedra.

La Ciutadella es un anexo catalán del Luxemburgo parisino, con una diferencia de hondo calado, a imitar con urgencia si al fin queremos ganar el pasaporte hacia la civilización. Este agosto regresé a la capital francesa y reincidí en esta gloria ajardinada, recreándome en todas sus bondades, distrayéndome por lo esmerado de sus rutas señalizadas y enamorándome de cómo sus usuarios, ahora todos somos eso en cualquier circunstancia, se ocupaban de las sillas del parque, sentándose para leer, departir con los amigos o dormir, devolviéndolas a su estado anterior cuando se levantaban.

El umbráculo del Parque de la Ciutadella y el Homenaje a Picasso, de Antoni Tàpies | Jordi Corominas

La escena se repitió en otros escenarios, como las Tullerías o el Palais Royal, donde esos asientos portátiles de color verde son íconos del civismo cotidiano y una victoria de la responsabilidad colectiva, consciente de cómo el mobiliario urbano es un bien comunitario a respetar sin vandalizar, verbo rutinario y temeroso en la idiosincrasia barcelonesa, como demostrarían esos míticos veinte duros de antaño para aposentar el trasero en las sillas de la Rambla.

¿Podríamos emular este comportamiento francés en la Ciutadella? Lo dudo mucho y quizá, en vez de cursos de nuevas masculinidades de gravoso dispendio para las arcas municipales, ahorraríamos dinero y venceríamos generaciones si fomentáramos una educación ciudadana de aquello perteneciente a cada uno de los barceloneses, sin depender de citas electorales, con la constancia de quien ama lo público para beneficio de la mayoría.

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4 comentaris

  1. Henriette Amunazo on

    FUI CURADO DEL VIRUS DEL HERPES SIMPLEX POR EL DR AGUA, EL GRAN HERBOLARIO.
    Estoy muy feliz de compartir este testimonio con el mundo porque generalmente hay muchas dudas sobre la cura del virus HERPES simple. Esto es real, tómalo en serio, mi nombre es HENRIETTE AMUNAZO y estoy muy feliz de que hoy pueda dar este testimonio al mundo y también ayudar a las personas que han sido condenadas como yo. ¿Quién creerá que una hierba puede curar completamente el HERPES del cuerpo?, nunca creí que esto funcionara, he gastado mucho dinero en medicamentos del hospital para suprimir los brotes, llegó un momento en que todo lo que quería era la muerte por venir porque estaba arruinado y ya tengo fuertes brotes del virus del herpes. Un día, estaba navegando por Internet haciendo preguntas en línea solo para saber más sobre los últimos desarrollos en el sector médico para ver si todavía hay esperanza, entonces me topé con una publicación sobre este gran hombre llamado DR WATER a través de un amigo en línea que hizo públicamente un testimonio de cómo ella también fue curada del virus del herpes simple 2 por este médico herbal que es bien conocido por su antigua y fuerte práctica herbal para curar el HERPES, el VIH, las VERRUGAS y el CÁNCER. Al principio dudé tanto de la mujer como del médico, al igual que muchos de los que ven esta publicación dudarían porque médicamente se ha demostrado que es imposible, pero luego decidí intentarlo, así que le envié un correo electrónico. No le creía mucho, solo quería darle una oportunidad. Respondió mi correo y necesitaba información sobre mí, luego se la envié, preparó una medicina herbal (CURA) y la envió a través del Servicio de mensajería en línea para su entrega. Le dio mis datos a la Oficina de Correos. Me dijeron que en 3-5 días recibiría el paquete y después de recibirlo, tomé el medicamento como me lo recetó, al final de los 13 días que duró el medicamento, me dijo que fuera al hospital para una prueba, y yo Fui, sorprendentemente después de la prueba, el médico me confirmó que estaba libre del virus del herpes simple, pensé que era una broma, fui a otros hospitales y también me confirmaron que no tenía herpes, diré que fue como un milagro. Esperé para ver si volvería a tener brotes y han pasado 2 meses, no he experimentado ningún brote. Gracias señor por salvarme la vida, incluso si no puede ver esta publicación, nunca dejaré de testificar el impacto que tuvo en mi vida al restaurar mi vida cuando estaba siendo estigmatizado e incluso evitado por familiares y amigos. Te prometo que siempre daré testimonio de tus buenas obras. si tiene el virus del herpes simple, paciente con VIH, diabetes, virus del papiloma humano o verrugas genitales, comuníquese con él y estoy seguro de que se curará, comuníquese con él a través de:
    correo electrónico: Drwaterhivcurecentre@gmail.com
    o llamar/whatsapp: +2349050205019
    ESTAS SON LAS COSAS QUE ES DR AGUA
    ESPECIALIZADO
    . HERPES
    . VIH/SIDA
    . CÁNCER
    . VERRUGAS GENITALES
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    . HEPATITIS B y C
    . TRASTORNO DE LA TASA DE PUERTO
    . DIABETES
    . CÁNCER DE PRÓSTATA
    . FIBRIOD, QUISTE
    . INFERTILIDAD [ESPOSO O ESPOSA]

  2. Yolanda Guisasola on

    Quiero saber si sobre 1953 llego a ser un restaurante
    Recuerdo haber asistido a una boa yvsi no era el botanico gabia otro espacio similar

  3. Yolanda Guisasola on

    Quiero saber si sobre 1953 llego a ser un restaurante
    Recuerdo haber asistido a una boa yvsi no era el botanico gabia otro espacio similar
    Pero pueden contestar, por davor a mi pregunta?
    Gracias

  4. No puedo identificarme como “sobreviviente del VIH” porque no estoy sobreviviendo. He conquistado la batalla del VIH con alternativas naturales. He derribado los muros del estigma, he luchado contra la discriminación, he superado los rechazos y las críticas. Han sido 12 años de Victoria, bajo la supervisión del Doctor Muna Remedies. Si puedo encontrar cura, consuelo y curación con los productos herbales naturales del Doctor Muna, cualquier persona con enfermedades crónicas o infecciones virales también podrá curarse. marvelspelltemple@gmail.com merece difusión para el público en general, Whatsapp +2347035449257

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