El Salón de Personas Mayores de Catalunya, FiraGran, pide que el proceso para registrar el llamado testamento vital sea más sencillo y que, tal como propone la Asociación por el Derecho a Morir Dignamente en Catalunya (DMD), haya una persona en los Centros de Atención Primaria (CAP) que pueda verificar que la persona que lo pide está en plenas capacidades de hacerlo y se expresa libremente.

El documento de voluntades anticipadas (DVA) está destinado a los profesionales sanitarios y, en él, la persona manifiesta las instrucciones que debe tener en cuenta el equipo médico en caso de que no pueda expresar su voluntad al final de su vida. También especifica qué quiere que se haga con su cuerpo y sus órganos después del fallecimiento. Además, sirve para designar a una persona como interlocutora con el equipo sanitario.

El director de FiraGran, Juli Simón, remarca que “a todos los ciudadanos, pero muy especialmente a las personas mayores, nos hace falta que sean más fáciles los trámites y más cuando estamos hablando de un tema de este alcance, que es el de poder decidir sobre nuestra salud si llegado el momento no podemos expresarnos”. Por eso, este es un tema prioritario en la edición de este año, que se celebra del 19 al 21 de octubre en el recinto de La Farga de l’Hospitalet de Llobregat.

Según datos del Ministerio de Sanidad, en Catalunya solo han registrado el DVA 105.750 personas, cifra que representa un 1,4% de la población. Para Simón, “esto es muy poca gente”, y más si tenemos en cuenta que, según estudios de entidades del sector, “el 60% de las personas que llegan a una situación del tramo final de su vida, se dan cuenta de que les hubiera gustado tener este testamento vital hecho”.

En Catalunya, el DVA se puede registrar de dos maneras. Una es ante el notario, con cita previa y un coste económico que oscilaría entre 50 y 100 euros. La otra es a través de tres testigos mayores de edad, dos de los cuales no pueden tener relación de parentesco hasta segundo grado ni estar vinculados por relación patrimonial. Estos tres testigos firman un documento según el cual la persona toma la decisión de forma libre y tiene plenas capacidades para hacerlo.

“Se tiene que facilitar que la gente pueda llevar a cabo este testamento vital de manera ágil y transparente. Tal como está, no está del todo mal, pero mucha gente no va al notario, porque a menudo primero va al abogado, tiene que pedir cita al notario, no es un lugar al que normalmente vayamos a menudo y no hay costumbre. Con la opción de los testigos, se han encontrado casos en que no se ha podido validar porque mucha gente no sabe que no pueden tener parentesco. Por eso, vemos que esta tramitación se puede formalizar a través de profesionales de la salud”, añade.

El director de FiraGran señala que, además, el hecho de registrar el DVA es una decisión personal y es posible que la persona necesite asesorarse en el ambulatorio con alguien que le transmita confianza, y que no lo quiera comentar con tres testigos, por cuestiones de intimidad y confidencialidad, y porque quizás no quiere comenzar un debate moralista. “La opción C, es garantista, no hace daño a nadie y es la más fácil de realizar”, asegura Simón.

Derecho a morir dignamente

La Asociación por el Derecho a Morir Dignamente en Catalunya (DMD) hace talleres diarios en el marco de FiraGran. La entidad pide modificar la ley para sumar esta tercera opción que permita hacer la declaración del DVA ante profesionales sanitarios designados por la Conselleria de Salud de la Generalitat. Para la presidenta, Cristina Vallés, “es una manera también de garantizar la equidad, puesto que hay personas mayores a las cuales les es complicado encontrar a tres testigos o costearse un notario”.

“El DVA lo que hace es decir cuáles son tus voluntades cuando tú ya no te puedes expresar. A veces, la gente dice, ‘ya lo diré cuando llegue el momento’. Si es así y llegado el momento tienes voz porque tienes las facultades mentales preservadas, es fantástico; pero si, por lo que sea, un accidente, un ictus o una demencia, no puedes expresar tus voluntades, es bueno que tengas un documento que diga exactamente qué quieres”, resume Vallés.

La presidenta de DMD añade que este documento “libera a otras personas a decidir por ti”. “Como persona, tener que decidir el final de vida que quieres para otro, es muy difícil, y a menudo lleva muchos problemas a la familia. Desde la Asociación por el Derecho a Morir Dignamente, recibimos llamadas de personas que nos llaman porque querrían una cosa y el hermano quiere otra… A veces, solo hacemos el papel de mediadora”.

Este documento, asegura Vallés, “es importantísimo para que tus voluntades sean respetadas, para aligerar el dolor a la familia y para los profesionales médicos, que conocen los valores de esta persona”. Por eso, que solo un 1,4% de la población lo haya registrado después de más de veinte años de entrada en vigor de la ley, “pone los pelos de punta”.

La experta considera que hay mucha gente que desconoce la existencia y el procedimiento del testamento vital. Remarca que para personas mayores que viven solas es muy difícil llevarlo a cabo, ya sea porque tienen problemas de movilidad que le impiden ir al notario, o bien porque les cuesta encontrar a tres personas que digan que es competente, tiene las capacidades preservadas y toma la decisión libremente.

En el caso de encontrar tres testigos, estos tienen que registrar el DVA, con su nombre y DNI, en un centro de salud, que normalmente suele ser un CAP, una oficina de atención ciudadana de un ayuntamiento, o una oficina de la Generalitat que tenga ventanilla de registro único. “Pero, ¿qué pasa? Que antes se tiene que preguntar, porque hay ayuntamientos o CAP que no tienen experiencia y, normalmente, es mejor pedir hora para que te puedan atender bien”, advierte.

Estos tres testigos tienen que ir físicamente con la persona o bien llevar una fotocopia compulsada con su DNI, un trámite que para muchas personas puede ser fácil pero que, tal como explica Vallés, para algunas personas mayores, sobre todo las que viven en soledad, es muy difícil de hacer.

Modificación de ley

Para Vallés, “tenemos que encontrar una manera equitativa y fácil de hacerlo. Proponemos que una persona que nombre el Departament de Salut en cada CAP pueda hacer esta tarea de verificar que esta persona cumple los requisitos, que tiene las facultades mentales preservadas y que lo está haciendo libremente. Normalmente, en los CAP ya hay una persona de administración, trabajo social o enfermería, o el mismo médico o médica, que lo explica. Lo único que se pide en esta modificación del punto 8 de la ley 21/2000 del Parlament de Catalunya es que, aparte de la posibilidad del notario y de los tres testigos, a través de una persona nombrada por el Departament, se haga esta tarea de verificar las demandas de voluntades anticipadas”.

Esta tercera vía tan solo consistiría en “entrar en el CAP, preguntar quién te puede informar sobre el DVA y cerrar el trámite”. Entonces, se registraría el documento, que queda en la aplicación de ‘La meva salut’ con el historial clínico de la persona.

La DMD tiene como referencia el caso de Navarra, donde en menos de dos años las personas que han registrado el testamento vital han pasado del 1,3% al 1,9% de la población. En Navarra, son los profesionales del trabajo social quienes pueden hacer el trámite. Además, hay en marcha una campaña de información sobre las facilidades burocráticas.

La Asociación por el Derecho a Morir Dignamente ya ha hecho consultas en los colegios profesionales de trabajo social, enfermería y medicina, así como a la Conselleria de Salut de la Generalitat, y considera que la propuesta podría tener luz verde porque se trata de facilitar un derecho de la ciudadanía y no supone un gasto económico. “Creemos que tenemos las de ganar y ayudaremos a que las personas tengan una muerte según sus valores. La mayoría de casos que conocemos dicen que no quieren que se les alargue la vida artificialmente si están en una situación de agonía, dolor y sufrimiento”, afirma Vallés.

Hay diferentes modelos de documentos de voluntades anticipadas. La asociación tiene uno genérico y uno específico para demencias; la conselleria tiene otro, y los diferentes estamentos religiosos también disponen de los suyos. En este último caso, hay más personas que especifican que rechazan la eutanasia, pero, tal como recuerda Vallés, a nadie se le aplica si no lo ha pedido previamente.

Más de 300 actividades

Si bien la simplificación del testamento vital es uno de los temas claves de la edición de este año de FiraGran, el salón acoge más de 300 actividades, entre conferencias, coloquios, talleres y aspectos más lúdicos, entre ellas una caminata para personas de más de 60 años por calles y parques de l’Hospitalet, una bicicletada desde Barcelona hasta el recinto ferial, talleres para estimular la memoria, y actividades de manualidades, música y teatro. En la edición anterior, FiraGran superó los 10.000 visitantes.

Share.
Leave A Reply