Hace siete años, a Ivan Camps Rivas le encontraron un cavernoma o malformación vascular en la médula y, al extirpárselo, perdió la movilidad de las piernas. Tenía 35 años. Mientras hacía rehabilitación en el Instituto Guttman de Barcelona, probó una de las actividades que más le gustan, la natación. Pensaba que sería fácil, siempre había sido una persona deportista y competitiva, pero, una vez en el agua, la mitad del cuerpo se le hundía y le costaba flotar.

Su monitora, Maria Folgado, le explicó cómo moverse en el entorno acuático y le dio algunos consejos. Ivan recuerda que fue como volver a aprender a nadar: “La manera de hacer brazadas no es la misma. Tienes que respirar menos de lo que respirabas para coger una velocidad bastante elevada. Tienes que compensar los brazos para que el cuerpo no se hunda”.

Maria le comentó que entrenaba a personas con discapacidad en el Centro Natación Mataró y le animó a probarlo. Ivan prefirió acabar primero la rehabilitación, por si mejoraba, pero, al acabarla, tuvo que adaptarse a la realidad de la silla de ruedas. “Yo no muevo ninguna de las dos piernas, voy en silla de ruedas todo el día, por eso escogí la natación, porque era uno de los deportes en los cuales yo no necesitaba una silla de ruedas para practicarlo. Tuve ‘feeling’ con ella y, después, con el resto del equipo”.

“La natación es como una rehabilitación”

Actualmente, en el CN Mataró de natación adaptada hay casi 30 personas con capacidades diversas, y han ganado las últimas cuatro ediciones del Campeonato de España. Ivan entrena lunes, miércoles, viernes y sábado. “La natación es como una rehabilitación psicológica”, remarca. “El ambiente que tenemos en el equipo es muy bueno, es como si estuvieras tomando algo con los amigos, pero estás practicando deporte. Nos lo tomamos en serio, aquí venimos a entrenar, no a hacer vida social, pero nos explicamos nuestras historietas, y está bien”.

“Nos gusta ganar”, reconoce, “y no solo ganamos el campeonato de España, también la liga catalana, que son cuatro jornadas, el campeonato de Catalunya de invierno y el de verano… Con la selección catalana, cuando he ido, hemos ganado un par a veces y dos más hemos quedado segundos”. Hay galardones individuales y por equipos: cada deportista suma puntos para su equipo, y así el CN Mataró ha sido el mejor de los últimos años allá donde ha competido.

Ivan Camps Rivas: “Gracias al deporte tengo una forma física que me permite hacer muchas cosas”

A pesar de tener una trayectoria de primer nivel, el CN Mataró tiene dificultades para encontrar patrocinadores y, a menudo, son los nadadores y las nadadoras quienes se tienen que costear viajes y manutención. En el caso del Campeonato de España, es el club quién lo paga, o la cooperativa B-Swim, a la que pertenece Maria Folgado. La inquietud del equipo ahora es si podrán ir a competir a un encuentro internacional en Berlín: “Sin un patrocinador nos lo tenemos que pagar nosotros, y no sé si todo el mundo estará dispuesto a desembolsar la cantidad”, comenta Ivan.

Precisamente, el 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una jornada que tiene como objetivo sensibilizar y concienciar a la población en general sobre los derechos de estas personas e incluirlas en la vida social, económica, política y cultural, suprimiendo todo tipo de barreras.

Una adaptación continúa

“Gracias al deporte y a la natación, tengo una forma física que me permite hacer muchas cosas. Por ejemplo, tengo un huerto a casa. Lo adapté, con un poco de imaginación, y las plantas no están en el suelo, sino a unos 30 centímetros, como si fueran jardineras. En verano, planto tomates, pimientos, calabacines, ajos, lechugas…”

Ivan y su familia se tuvieron que cambiar de casa. Antes vivían en Mollet del Vallès y ahora en Caldes de Montbui, en una planta baja rodeada de un terreno plano, pero él no ha querido adaptar mucho la casa para acostumbrarse a las barreras arquitectónicas con que se encuentra al exterior. En pocos meses, desde que se empezó a encontrar mal en julio del 2014 hasta que lo operaron en enero del 2015 sabiendo que tendría efectos secundarios, Ivan ha tenido que hacer todo un proceso para convivir con una discapacidad.

Ivan ha creado su huerto adaptado | cedida

“Cuando salí de la operación, me centré en la recuperación, ni llantos ni malas caras. Yo pensaba que, si mi familia me veía destrozado, lo pasaría peor, y hacía ver que estaba como siempre, explicando mis chistes. No me costó mucho, ya estaba mentalizado”. Antes trabajaba en una oficina, en una multinacional. Ahora no tiene trabajo. Se tuvo que comprar un coche nuevo y adaptarlo, e intenta hacer una vida lo más normalizada posible: “No te puedes quedar en el sofá. Yo llevo a mi hijo a entrenar a fútbol tres días a la semana, me quedo allá viéndolo y después lo traigo a casa. Estoy bastante entretenido”.

Aun así, el cambio de vida le ha permitido conocer de primera mano que “el mundo no está preparado para gente que va en silla de ruedas”. “Se ha mejorado desde hace unos años, sí, ahora es mejor, pero no es suficiente. Falta mucho, e incluso la sociedad nos lo pone más difícil todavía”, añade, y pone como ejemplo las dificultades que tiene para aparcar su vehículo en una plaza para personas con movilidad reducida, puesto que a diario la ocupan coches de personas que no tienen esta condición. “Es cada día desde hace siete años. Incluso, hay gente que se te pone chula y te dice: ‘¿Qué, tienes ganas de problemas?’ Normalmente, tú preguntas educadamente si tienen la tarjeta para estacionar allá y te dicen que solo son dos minutos o cualquier excusa, y es muy cansado”.

Ivan viaja a menudo para competir con su equipo. A pesar de que van a hoteles con habitaciones adaptadas, se ha encontrado con casos como que la silla no entra por la puerta, o que solo hay una barra a la bañera, o que hay dos escaleras para acceder en la habitación. “No sé qué criterios hay para decir que un hotel es adaptado”, remarca.

Entrenamiento de alto nivel

Maria Folgado es la entrenadora del equipo de natación adaptada del CN Mataró y la seleccionadora estatal de la Federación española de deportistas con parálisis cerebral. Ella y otros profesionales del mundo de la natación de competición decidieron crear B-Swim al ver que “no había opciones reales” para las personas con discapacidad que querían hacer natación. “Había muchas asociaciones, pero quienes lo llevaban, eran voluntarios, o personas que se dedicaban dos o tres días a la semana. No había una profesionalización. Veíamos que, en la natación adaptada, como que el nivel de exigencia era menor, como que había suficiente con un voluntario, que no hacía falta que fuera un monitor”.

Para B-Swing, las personas que hacen deporte adaptado no solo van para entretenerse un poco y salir de su espacio habitual. “Yo vengo del entrenamiento de alto nivel. Ahora solo me dedico a deportistas con discapacidad. Desde el principio, para mí, no había diferencias. La diferencia era la adaptación para lograr el objetivo de mejorar y superarse. Y eso lo tienen que hacer en las mejores condiciones”.

El CN Mataró de natación adaptada ha ganado el Campeonato de España las últimas cuatro ediciones

La entrenadora concibe el deporte como “un motor de cambio, que tiene que ser de calidad, estructurado y dirigido por profesionales. Es un derecho en igualdad. Yo aplico las mismas teorías y programaciones que aplicaba con otros deportistas anteriormente”. Su método de entrenamiento consiste en “hacer planificaciones, mejorar la técnica, definir el estilo de cada nadador y, después, hacer adaptaciones. Eso no quiere decir bajar el nivel de exigencia, yo quiero que haya una mejora en el rendimiento: ser más rápido, nadar más rápido, más distancia, más distancia en menos tiempo”.

Autoestima

En el CN Mataró hay personas que necesitan entrenamientos diferentes, en función de si solo pueden mover las piernas, los brazos o de las dificultades de movimiento que tengan. “Es muy exigente pensar cómo puedo hacer que mejoren, pero a nivel personal es muy gratificante, porque ves unas mejoras a través del deporte, y como cambian físicamente. De alguna manera, creo que estoy ayudando a cambiar la vida a alguien con un impacto directo, y es muy adictivo. Tengo la sensación de que mi tiempo invertido es útil”. Así, recuerda a deportistas que ahora andan con menos dificultades o que caminan distancias más largas. “Podría explicar mil casos. Los he tenido muy difíciles, y me parecen sorprendentes y me emocionan porque se les ha dado la posibilidad de ser más fuertes”, indica, recordando que entrena desde niños hasta personas mayores.

Maria valora los beneficios de la natación por diferentes motivos: es “liberador” para las personas que van en silla de ruedas, y “da seguridad” porque no hay riesgo de caer y hacerse daño. Además, hay otro factor: “Tú te expones físicamente, estás en bañador, hay un proceso en el que tienes que aceptar tu cuerpo tal como es. Esta comunicación no se dice, pero tú lo ves, te estás exponiendo y te estás empoderando”.

Faltan patrocinadores

Orgullosa de su equipo, enumera los campeonatos ganados en los últimos años. “Tenemos a seis deportistas en el equipo paralímpico español. Es gente de mucho nivel”. Aun así, lamenta la carencia de espónsores y ver como a veces no todo el mundo puede ir a competir. “Es muy decepcionante. No hay bastante dinero con lo que tenemos en el equipo. No podemos hacer competiciones fuera porque es un coste muy grande y en cada competición tienes que mover sillas de ruedas, tienes que buscar hoteles adaptados, es desesperante. La sensación es que al deporte adaptado no se le da la misma importancia que al convencional, continúa considerándose de otra categoría”.

Esta deportista de élite, que ha viajado en todo el mundo, afirma que “ves otros países y cómo se plantea el deporte con personas con discapacidad y la repercusión que tiene, y te das cuenta de que aquí nos queda mucho que hacer”.

En este sentido, critica la carencia de rampas en las instalaciones, por ejemplo, o la poca oferta deportiva. “Cuantas menos limitaciones pongamos, más deportistas irán apareciendo. Hay muchas personas que quieren hacer cosas y no las hacen porque lo que existe no está adaptado. Otra de las peleas es la falta de profesionales formados, hay pocos técnicos formados en deporte adaptado, haría falta una formación específica en las universidades”.

Share.
Leave A Reply