Un trabajo sobre economía sostenible de Ariadna Ferreres Boquera ha sido el ganador de la segunda edición del Premio Europa Joven, de la Fundación Catalunya Europa, orientado a alumnos de bachillerato de Catalunya. El jurado ha valorado “la calidad de la investigación, la profundidad de análisis y el esfuerzo personal”.
“Siempre he tenido interés en que las futuras generaciones vivan en un planeta donde poder salir a la calle y respirar aire limpio”, explica Ariadna Ferreres, del instituto Compte de Rius de Tarragona. “Las empresas son un motor de la economía y quería ver si podemos ir hacia un modelo más sostenible sin dejar de generar beneficios”.
“El tema de la sostenibilidad me gusta y me pregunté ‘¿pueden las empresas tener un modelo sostenible y obtener ingresos?’ Mis profesores me dijeron que era un tema demasiado amplio y me tuve que organizar”.
Sintetizar tantas horas, semanas y meses de investigación en 40 páginas fue todo un reto del cual salió airosa hasta escribir ‘Economía sostenible: El valor compartido como estrategia empresarial’.
“Una de las cuestiones que se me planteaba era si las organizaciones internacionales, los estados, podían influir a nivel europeo y nacional”, explica. Así, analizó diferentes indicadores económicos y entrevistó a empresas que habían obtenido el certificado de calidad BCorp por su modelo de sostenibilidad para conocer su grado de implicación y el conocimiento sobre el tema. “He aprendido muchísimo”, asegura.
Responsabilidad social
Para esta alumna de Tarragona, uno de los aspectos más interesantes es ver como el concepto de sostenibilidad ha ido cambiando el modelo empresarial: “Antes se centraban más en la obtención de beneficios, y ahora hay un triple impacto económico, social y medioambiental”.
Esta imagen de empresas verdes y limpias, no obstante, se topa con una realidad: el ‘greenwashing’, o cómo las empresas hacen marketing sobre la responsabilidad social y medioambiental, pero a la práctica se trata más de un lavado de cara publicitario que de un cambio real que tenga en cuenta el planeta. “Si las empresas quieren aparentar que son sostenibles, es porque realmente les interesa. La conciencia está, todo el mundo sabe que los recursos son limitados y que consumimos en exceso”.
Por eso, afirma, uno de los retos es cómo contribuir a informar a la sociedad para conocer qué empresas son realmente sostenibles y cómo, entre todo el mundo, puede aumentar esta tendencia a cuidar del medio ambiente.
En su análisis, Ariadna Ferreres compara si hay diferencias entre la implicación española y la europea, y según sus conclusiones, “hay más conciencia en los países del norte de Europa que en España” y tendríamos que tender a imitar lo que pasa en el norte: “Tenemos que producir, no solo para generar beneficios, sino añadiendo el valor social y medioambiental”.
El premio
El premio Europa Joven está organizado por la Fundación Catalunya Europa y la Representación de la Comisión Europea en Barcelona, con la colaboración del departament d’Educació.
El galardón distingue trabajos de alumnos de bachillerato sobre temas europeos con el objetivo de promover el conocimiento, la investigación y el interés de los jóvenes por la realidad de la Unión Europea.
En esta segunda edición, se han recibido 51 trabajos de 43 centros. La ganadora recibió 700 euros y la oportunidad de viajar a Bruselas para conocer las instituciones europeas, junto con los autores de dos accésits.
Este año, el jurado ha concedido dos accésits a los trabajos de investigación sobre la extrema derecha, de Luís Martín Miguel de la escuela Súnion de Barcelona, y sobre el Brexit, de Pol Morales Borràs del instituto Mercè Rodoreda de l’Hospitalet de Llobregat.
Para la ganadora del Premio Europa Joven, si bien el trabajo de investigación le ha supuesto muchos meses de trabajo, “ha merecido la pena, por la experiencia y por el aprendizaje”. “Cuando me dijeron que había ganado el premio, no me lo esperaba”.
Viajar a Bruselas para conocer las instituciones europeas es todo un regalo para Ariadna Ferreres, y es que es aquí donde querría enfocar su futuro: “A mí me gustaría estudiar relaciones internacionales y acabar trabajando en una organización internacional que tenga que ver con la sostenibilidad y la política”.