La consellera Anna Simó ve “imprescindible” lograr un acuerdo político en materia de educación que dure como mínimo dos legislaturas y remarca que los retos educativos son también los de la sociedad en general porque están interrelacionados, como por ejemplo el abandono escolar, la pobreza infantil o la segregación. Defiende que todo el mundo pueda acceder a las actividades extraescolares y que los docentes merecen más reconocimiento por su trabajo.
Catalunya ha reducido los datos de abandono escolar prematuro (AEP) al pasar del 16,9% de 2022 al 14% de 2023, según los datos extraídos de la Encuesta de Población Activa. En el conjunto de España, la tasa es del 13,6% y el objetivo europeo sería llegar al 9%. Hay una mejora que no es suficiente. ¿Qué se ha hecho y qué hay que hacer para disminuir este abandono?
Lo que importa, desde mi punto de vista, es tener un buen diagnóstico de cuáles son las múltiples causas del abandono, cuáles son los primeros avisos que puede recibir el sistema sobre que un alumno puede acabar abandonando y poner las medidas para que el sistema pueda ofrecer nuevas oportunidades al alumnado en caso de que esto pase. Por lo tanto, estamos hablando de un trabajo personalizado con el alumnado y de una visión de que no hay ningún alumno que, como pasaba en mi época, el que vale va a bachillerato o el que no en FP; es decir, que no hay ningún alumno que valga o no valga. El sistema tiene que encontrar los recursos y el apoyo a los centros para que puedan hacer en condiciones su trabajo.
Precisamente, en el Departament estamos acabando el plan estratégico contra el abandono escolar en el que estamos trabajando en diez ámbitos y, además, el Consell d’Educació de Catalunya hace sus jornadas, este año en l’Hospitalet de Llobregat y sobre abandono escolar, para reflexionar sobre ello. Lo que se necesita es hacer una buena detección y poner buenas medidas. Y entiendo que la diversificación de itinerarios para el alumnado, teniendo en cuenta los diversos perfiles y las diversas actitudes ante el hecho del aprendizaje, es una de las claves del aprendizaje personalizado. En todo caso, es importante tener un plan de choque, que lo tendremos y lo compartiremos pronto, y que haya esta cultura de que todo el mundo sirve y todo el mundo tiene su talento, para tratar de encontrar varios itinerarios y dar nuevas oportunidades a todo el alumnado.
¿En estos diez focos se contempla la pobreza infantil? Porque el alumnado más perjudicado suele ser el más vulnerable. La semana pasada, el Síndic de Greuges explicaba en un informe que hay 400.000 niños vulnerables y también mencionaba pequeños signos de mejora, puesto que el riesgo de pobreza ha pasado del 28,6% al 27,5%. ¿Qué respuesta puede dar la escuela, y las instituciones educativas, para ofrecer a todo el mundo una educación de calidad?
A la escuela se nos pide todo. Todos los problemas sociales, generados o no en la escuela, la inmensa mayoría no generados en la escuela, tenemos que ayudar a resolverlos. Esto yo intento verlo como una oportunidad del papel y del valor que se da a la educación socialmente, pero es evidente, y esto el Govern lo comparte porque hemos hablado frecuentemente, que la escuela sola no puede luchar contra la segregación o contra las desigualdades de origen del alumnado.
La escuela sola no puede luchar contra la segregación o contra las desigualdades de origen del alumnado
Creo que un buen paso es el plan de choque contra la pobreza infantil que el Govern aprobó en octubre a instancias del Departament de Derechos Sociales y en el que continúa trabajando para abordar todos los retos que tenemos de país, que no están aislados los unos de los otros. Los retos de la educación no están aislados de los retos que tenemos socialmente. Y tenemos un papel, evidentemente. Yo defiendo que es un papel por la igualdad de oportunidades del alumnado y por la equidad, pero las cosas no se resuelven en cuatro días.
Ha hablado de la segregación. Por un lado, hay experiencias, como la de Terrassa, que en cinco años ha pasado de ser de las ciudades con los peores resultados a hacer una gran remontada, como indica el índice de disimilitud. Por otro lado, alguna vez ha afirmado que en tres o cuatro años, “la segregación escolar en este país será historia”.
Si continuamos con la dinámica de ahora.
¿En qué se basa?
Primero, reconociendo la valentía y el acierto de los firmantes del Pacto contra la Segregación Escolar, empezando por la Sindicatura de Greuges. Después, de Josep Bargalló como conselleer de Educación y de todas las organizaciones más representativas de la comunidad educativa y del mundo local. Trabajamos codo con codo con la Sindicatura en este rendimiento de cuentas que hemos vuelto a hacer, creo que es la vía. Y poniendo en marcha todas las herramientas de las cuales nos hemos ido dotando para la mejora contra la segregación. El decreto de admisión –para planificar la oferta– para mí ha sido una pieza importantísima, pero se necesita la conciencia de los ayuntamientos y de los centros concertados. El índice de disimilitud –para la distribución equilibrada del alumnado– de zona afecta a todos los centros educativos del Servicio de Educación de Catalunya de una zona.
Yo aquí hablaría, además de la Sindicatura de Greuges y del Departament de Educación en su momento encabezado por Bargalló, de tres perfiles que son claves: la inspección educativa, sin la cual esto no sería posible; el mundo local, y los ayuntamientos se dejan la piel, y Terrassa lo ha hecho; y los centros concertados, que han entendido y han apostado por este pacto. Y, evidentemente, los docentes y las direcciones, pero creo que estas tres figuras son claves para que la segregación escolar sea historia de aquí a unos años.
¿Qué papel tienen las extraescolares en la equidad del alumnado?
Para mí, el trabajo de fuera de la escuela, de la educación a tiempo completo, es un trabajo de enriquecimiento en la línea de la igualdad de oportunidades y de la equidad. Por eso, me comprometí a elaborar en estos próximos meses un plan de educación a tiempo completo, que tenemos que hacer con el mundo local y con los departamentos que nos pueden ayudar, que subvencionan y hacen ayudas para el ocio educativo y fuera de la escuela, el Departament de Cultura en cuanto a cultura popular y tradicional y a bibliotecas, Vicepresidencia, Presidencia, Secretaría General del Deporte… Estoy mencionando algunos, pero me quedo corta. Es importante que hagamos este esfuerzo y que tengamos este plan. Hemos empezado a encontrarnos y lo primero que tenemos que hacer es saber qué estamos haciendo cada uno para no solaparnos y cuantificar todo lo que hacen los ayuntamientos y los diversos departamentos porque, por ejemplo, los planes educativos de entorno son eso, planes que van más allá del horario lectivo, y podemos comparar los resultados. Va más allá de las extraescolares, es una apuesta fuera de la escuela, con dinamización y trabajo conjunto con el mundo local, con talleres enriquecidos, porque los resultados educativos mejoran. Por eso, apuesto.
Hablando de resultados educativos, el informe PIRLS situaba a Catalunya en la cola en cuanto a comprensión lectora, como PISA, añadiendo matemáticas y ciencias, y desde el Departament se han puesto en marcha varias medidas, como la apuesta por las bibliotecas escolares o la formación del profesorado. Hay margen de mejora, pero a menudo dice que este tipo de proyectos necesitan tiempo. ¿Cuándo empezaremos a ver los resultados?
Para mí lo importante es, y lo he dicho en el Parlament, alinear los objetivos de todas las formaciones políticas, que pueden ocupar este Departament en cualquier legislatura, para garantizar inversión y focalización en aquello que acordemos durando al menos dos legislaturas. Sobre PISA, y no siempre se me ha interpretado adecuadamente, yo digo que PISA no nos ha cogido por sorpresa porque teníamos PIRLS, de 2016, y teníamos las competencias básicas que hacemos anualmente. En las competencias básicas de 2022 ya se hablaba del efecto pandemia y se veían los resultados y, en aquel momento, el conseller Cambray presentó cuál era el plan de refuerzo de matemáticas y lingüística, y en 2023 vi brotes verdes en las competencias básicas. Lo que tenemos que ver es si esta tendencia se consolida en 2024, si nos quedamos igual o si bajamos.
Por lo tanto, ya se han tirado adelante medidas, y acordamos con una mayoría de diputadas y diputados la creación de un grupo de trabajo que llamamos grupo de impulso de mejoras educativas formado por 18 personas que han estado o están en los centros. Les hemos pedido, forzando mucho la máquina, que en dos meses puedan tener conclusiones. ¿Por qué? Para que se puedan aplicar el próximo curso y que podamos prepararlo.
¿Hay alguna iniciativa de este grupo de trabajo con la que no contaba y que le haya permitido al Departament ampliar la mirada?
Yo di la bienvenida al grupo cuando vino al Departament, acompañada de parte del equipo, y me comprometí a volver a verles cuando acabaran su trabajo. Hasta que no tengan las conclusiones sobre la mesa, yo no las sé. Hemos intentado que puedan trabajar tranquilos y preservándolos del foco mediático, sin estrés.
¿Es posible un acuerdo político en materia de educación?
Es imprescindible. Creo que el monográfico en el Parlament fue una gran oportunidad. Lo propuso Junts, estoy convencida de que no tenía solo el objetivo de lograr un gran pacto por la educación, sino de rendir cuentas por sus desavenencias con el Departament, pero, gracias a aquel monográfico, ahora tenemos una serie de resoluciones. No son resoluciones globales y tocan varios temas, pero ahora mi esfuerzo es mantener la confianza para poder ir avanzando todos juntos para que haya una continuidad en aquellas políticas que acordemos y en las inversiones que le corresponden hacer al sistema durante al menos ocho años.
Los retos en el mundo educativo son enormes: abandono, segregación, inclusiva, extraescolares, educación emocional… Todo, bien y a corto plazo, no es posible. ¿Cuáles serían las prioridades que se podrían pactar?
Todo es prioritario, pero para mí lo urgente son todas aquellas políticas que incidan positivamente en la igualdad de oportunidades, en la equidad del sistema. Ya sé que es muy genérico porque lo engloba todo. Creo que es el gran reto que tenemos ahora, y es el que nos está dando las pruebas de competencias básicas. Todas las evaluaciones que estamos haciendo de sistema, como PIRLS y como PISA, que también nos están indicando que aquí hay un problema de desigualdad social, socioeconómica, como indica el trabajo que hizo Lucas Gortázar y su equipo analizando PISA, con aquellos gráficos tan demoledores sobre donde se encontraba la piedra de toque de los resultados educativos. Segregación y, sobre todo, el origen socioeconómico de las familias. La desigualdad. Por eso se confía tanto en la educación. A mí me gusta girar las cosas. Por eso se le exige tanto a educación. Porque creo que es la mejor herramienta, con el permiso del Departament de Salud y del de Derechos Sociales, es la mejor herramienta de política pública para hacer un abordaje de raíz de las dificultades que como sociedad tenemos de justicia social e igualdad de oportunidades para todo el mundo.
Lo urgente son todas aquellas políticas que incidan positivamente en la igualdad de oportunidades, en la equidad del sistema
Entre las medidas que se han tomado para mejorar resultados académicos y favorecer el hábito lector, figuran las bibliotecas escolares. Uno de los factores que hace que los niños y niñas lean más, seguramente es que tengan referentes, familiares y de docentes, que cojan libros. ¿Las familias y el profesorado leen poco?
Lo que nos dicen las evidencias, los datos, es que las familias sin biblioteca propia, y no me refiero a grandes bibliotecas, sino a familias sin hábito lector, suelen tener niños con poco hábito lector y sin vocación de leer. Aquí es donde entra la escuela, la biblioteca escolar y todo el trabajo del currículum de infantil y de primaria. Pero los niños están en la escuela un tiempo y, por eso, en el marco del Plan del Libro y la Lectura, hay medidas de trabajo con las familias, que son medidas con las cuales desde Educación nos hemos comprometido. La escuela también tiene que hacer, en este caso, de compensatoria a la hora de acompañar y de activar a las familias que no tienen hábito lector.
Otra medida tiene que ver con perfeccionar la formación del profesorado para trasladar mejor el aprender leyendo, las matemáticas o el catalán. Si se pone el foco ahora, ¿es porque antes no se había focalizado lo suficiente?
Yo puedo hablar de lo que estamos haciendo ahora, del análisis. Creo que la confrontación demagógica sobre métodos, sobre si es mejor aprender con el ma-me-mi-mo-mu o con el enfoque global en la lectoescritura, no es el debate, con todos los respetos. Lo que sí que hace falta es que cada centro, cada docente, en infantil y primaria sobre todo, pero también en secundaria, pueda hacer su reflexión sobre si el sistema, el método mixto o no, que esta saliendo adelante desde hace años con la lectoescritura, le da resultados óptimos con el alumnado que tiene ahora, no con el que tenía hace 20 años. Ahora hay un alumnado acostumbrado a muchos estímulos, que tiene un tiempo de reflexión y de atención mucho más corto que el que teníamos entonces. Esta reflexión ya me parecería una gran reflexión, y es en lo que estamos acabando de trabajar y que presentaremos en los próximos días a los servicios territoriales y a los coordinadores pedagógicos y jefes de estudio.
Con tantas medidas, ¿puede ser que a veces se tomen decisiones demasiado rápido o sin tener en cuenta algunos puntos de vista? La semana pasada se anunció que no se harían las pruebas orales de catalán de las competencias básicas y, en menos de 24 horas, se dijo que se harían con algunos cambios.
Este año, están las primeras pruebas Lomloe de diagnosis de media etapa, es decir, de 4º de primaria y 2º de ESO. Son unas pruebas que el Departament había trabajado con la obligatoria, que era matemáticas y comunicación lingüística, y nosotros añadimos ciencias, porque consideramos que era bueno hacerlo. No son pruebas externas, las tiene que pasar el mismo centro, son diagnósticas. Cuando lo analicé y escuché lo que me decía el Consejo Superior de Evaluación, lo que en aquel momento me decía el presidente era que estábamos poniendo mucha atención en los centros en evaluación, porque tenemos las competencias básicas de final de etapa, las orales de las cuatro lenguas al final de etapa, además, las nuevas de Lomloe… Y evaluar tanto a los centros, yo creo que no es bueno. No podíamos dejar de hacer las de competencias básicas ni unas que están prescritas por ley, que son las Lomloe. Dije, concentrémonos en esto y mientras tanto preparemos una buena prueba, censal, externa, para el año 2025, que no recaiga sobre el peso del centros; así tendrán dos y no tres. Esto, sin yo pensar en consecuencias que podrían tener sobre el Pacto Nacional por la Lengua.
En el momento en el que comunicamos a los centros, después de hablar con las direcciones, que este año extraordinariamente no se haría y que el próximo año continuaríamos, hay una inquietud desde el Departament de Cultura, la Plataforma per la Llengua y Junts. Y se nos dice que esto es como si se dejara de trabajar por la lengua. Que no es así, que continuamos trabajando, estamos ofreciendo 5.500 plazas de C2 para los docentes, estamos haciendo cada vez más actividades en los centros por el catalán y para la mejora del catalán, y estamos evaluando más. Las pruebas de evaluación de media etapa analizan comprensión lectora y oral en catalán y castellano, que estas no estaban. Además, tenemos las de comprensión oral, lectora y expresión escrita en primaria de competencias básicas, y las de comprensión oral y lectora en secundaria. Es decir, estamos analizando hasta tres veces en dos etapas; pero, hablando con Plataforma per la Llengua, dije, de acuerdo, que haya un análisis en 2024, hagamos una muestral externa, con tres o cuatro meses para organizarla, pero que no importune a los centros, que era mi idea inicial, no sobrecargar a los centros. Este fue el cambio y esta es la base que lo motivó, por responsabilidad y criterio.
La sobrecarga de los centros es a su vez la saturación de los docentes. Empezamos el curso con 81.335 docentes, 1.190 más que el curso anterior. Hay más docentes que nunca. Se han hecho oposiciones. Pero faltan profesionales para hacer sustituciones. ¿Cómo es que no salen los números?
En determinadas especialidades –faltan–. En infantil y primaria, no. En secundaria. Se nos van jubilando docentes y la profesión docente es una salida para muchas personas que han estudiado sus grados especializados: ingenierías, filologías, etc., pero no es suficiente. Asumo toda la responsabilidad que tengo como Departament para que las cosas se hagan mejor y, por eso, ahora, con los sindicatos, hemos acordado que antes de acabar el mes de febrero les haremos una sesión monográfica de todas las medidas que estamos tomando para intentar mejorar la provisión de puestos de trabajo, de bajas, etc. Y, si hay alguna idea más, decídnoslo, y lo tiramos adelante.
A mí me duele cuando escucho críticas demagogas y poco respetuosas con el trabajo de los docentes
Hemos tomado medidas que son buenas, como por ejemplo pactar ampliamente con los sindicatos en enero de 2023 la reducción de una hora lectiva, esto nos ha secado la bolsa. Son medidas que hemos tomado y que tienen otros efectos. Por lo tanto, para intentar flexibilizar la bolsa o intentar promover vocaciones, necesitamos cuatro años mínimo. Hace falta que el alumno de bachillerato o de formación vocacional superior quiera dar el paso; esto no es inmediato, pero estamos trabajándolo, haremos una campaña que ya la tenemos casi diseñada para incentivar al alumnado a que haga filologías. Los sindicatos también tienen que dar su versión: paga mejor, mejora las condiciones en los centros y verás como tendrás más docentes. Yo creo que no es suficiente, pero no quiero enmendar a los sindicatos y por eso queremos hablar.
Tradicionalmente, ha habido una tendencia a reflejarse en países como Finlandia, pero en las últimas décadas el gran cambio educativo se ha dado en Portugal, que es más próximo cultural y geográficamente: en 20 años ha pasado de unas tasas de abandono del 50% al 6% gracias a acuerdo político, educación obligatoria hasta los 18 años, inclusión, comedor escolar casi gratuito, inversión en extraescolares… ¿Lo han estudiado?
Hablamos de ello con el ministro (de Educación portugués) João Costa, que vino aquí. Nos reunimos, coincidimos con muchos análisis y lo presenté en una conferencia en el Círculo de Economía. Además, la Dirección General de Atención a la Familia y Comunidad Educativa viajó con entidades del ámbito educativo a Portugal para conocer el sistema de educación a tiempo completo. Yo creo que no tenemos que mirar, en el sentido de copiar totalmente, a Finlandia o a Portugal, sino que lo que tenemos que hacer es trabajar sobre evidencias internacionales, ver si aquello que funciona a nivel internacional es aplicable o no aquí y responder a los retos que tenemos aquí. También podemos hablar de Uruguay, de Chile y de otros países que tienen una educación a tiempo completo. Se trata de tener tu propio modelo y hacer políticas educativas desde las evidencias.
No empezaremos a partir del 12 de septiembre
El inicio de curso próximo será… ¿La semana del 2 de septiembre o la del 9 de septiembre?
Espero poder hablar de calendario y hacer propuesta dentro de pocos días. Ahora estamos trabajando y pronto podremos hacer retorno con las direcciones, los sindicatos y el Consejo de Educación de Catalunya. Lo que sí digo es que no empezaremos a partir del 12 de septiembre. Lo que tengo que hacer es escuchar lo que se me dice: si hay tiempo, si no hay tiempo, y las implicaciones que tiene durante el resto del curso. Yo tengo que hacer entender que para mí es una ganancia que los alumnos puedan empezar antes y, por lo tanto, tenemos que encontrar este equilibrio que creo que necesita la comunidad educativa y el Departament para recuperar confianzas. La confianza no pasa solo por la toma de decisiones, sino por la manera en que las tomas: escuchando y respetando al otro. Después, puedes estar de acuerdo o no con la toma de decisiones.
No nos daremos cuenta y ya llegará el nuevo de curso. ¿Algún mensaje que quiera dar?
Todos los de esta entrevista pero, en todo caso, insistir en que socialmente se tiene que valorar mucho el trabajo que hacen los docentes y los profesionales de la educación. A mí me duele cuando escucho críticas demagogas y poco respetuosas con el trabajo de los docentes. Contemos hasta diez antes de hacerlo y pongamos en valor el trabajo que hacen. Creo que es mucho mejor trabajar sintiéndose reconocidos por las familias, que no quiere decir acríticamente, por su administración educativa, por su consellera y por la sociedad en general. Después, yo tengo que hacer todo y más para que trabajen en mejores condiciones en los centros, pero sí haría un llamamiento social de apoyo y reconocimiento.
