La multiconsulta de Ada Colau, una de las políticas bandera del área de Participación del Ayuntamiento de Barcelona, tiene tres propuestas sobre la mesa: la municipalización del agua, el cambio de nombre de la plaza del esclavista Antonio López por el de Idrissa Diallo –muerto en el CIE de la Zona Franca en 2011– o la consolidación del gimnasio cooperativo Sant Pau con la adquisición del solar donde se integra y la construcción de más viviendas públicas. Si hasta ahora el único tope con el que se encontraban estas propuestas era reunir las 15.000 firmas necesarias para entrar en consulta de este verano, ahora podrían verse frenadas también por dos recursos al TSJC de la Cámara de Concesionarias (CCIE) y de la Delegación del Gobierno en Catalunya.
Ante la impugnación de la medida, promovida por empresas como Agbar, que forma parte de la CCIE, el consistorio ha respondido que la política participativa “seguirá adelante”. Así lo ha defendido la misma concejala responsable de la medida, Gala Pin, que entiende que la ciudadanía “debe expresarse” sobre cuestiones como el agua, la memoria o el derecho a la vivienda.
Las resistencias de ciertos agentes a las consultas ciudadanas no sorprende Pin. Sí lo hace, en cambio, la rapidez con la que han llegado los recursos: “Este es un paso previo, no pensábamos que irían a impugnar el reglamento. Pero no olvidemos que estamos preguntando si la gestión del agua debe ser pública o no”, refunfuña.
Dijo que ya “intuían” que las grandes empresas se posicionarían en contra de la multiconsulta. ¿Por qué?
Cuando conocimos las preguntas, una de ellas sobre la gestión pública del agua… Lo intuimos, sí. Conociendo la beligerancia que ha tenido la empresa que actualmente gestiona el agua en la ciudad [Agbar] en otros procesos… En Valladolid se libró una gran batalla judicial, y en Terrassa también… Aquí nos ha sorprendido que lo hagan tan deprisa. Nos encontramos en un paso previo, no pensábamos que impugnarían el reglamento. Pero no olvidemos que estamos preguntando si la gestión del agua debe ser pública o no.
¿Intentarán alguna mediación con la empresa?
El mismo reglamento contempla que el mes antes de la multiconsulta haya debate ciudadano… Y aquí esperábamos que la empresa, dentro del marco del debate, manifestara su rechazo.
Pero la reacción ha llegado antes.
La sorpresa es que sin haber presentado alegaciones al reglamento, sin haber ni siquiera preguntado nada del procedimiento de la consulta, han ido al contencioso con la voluntad de impugnar. Pero no debemos olvidar que quien ha llevado al contencioso la cuestión es la Cámara de Concesionarias, donde están representadas Agbar, las funerarias o Gas Natural… Empresas que tienen el monopolio sobre los bienes básicos. Por eso entendemos este recurso como un ataque de los lobbies contra el bien común. Pero seguiremos adelante: preguntar a la ciudadanía también es un bien común de la ciudad.
¿Qué harán si se frena la multiconsulta por la vía legal?
La información que tenemos nosotros habla del anuncio de interponer los recursos, por lo tanto cuando llegue el momento nosotros entregaremos todo lo necesario en los juzgados. Y después valoraremos. De momento trabajamos para hacerla en verano, porque tenemos un compromiso con la ciudad, y este compromiso viene avalado por un amplio consenso de los partidos. Hay un esfuerzo tras la medida que hay que reconocer y sacarla adelante.
¿Cuál fue la reacción de los partidos cuando se conocieron las preguntas de la multiconsulta? ¿Hubo resistencias por las temáticas que abordaría?
Nadie nos ha hecho llegar ningún comentario. Insisto, esta normativa se trabajó mucho con todas las fuerzas, y todo el mundo era consciente de qué tipo de cuestiones se podían plantear. Estamos en un momento en que la ciudadanía debe poder decidir sobre una serie de temas que les afectan. Al final los partidos no deben estar a favor de que se consulta, sino de si se consulta o no.
¿Teme que varíe este apoyo tras las reticencias de ciertos agentes a las preguntas?
Este viernes teníamos convocada, desde antes de Navidad, una reunión con los partidos para hablar de la multiconsulta: nadie nos ha hecho llegar ningún comentario ni ninguna queja. Para nosotros la multiconsulta está enmarcada dentro de la autonomía local y del municipalismo, estuvimos muchos meses trabajando con entidades y grupos políticos, para incorporar sensibilidades diversas.
Sin dejar la polémica, algunos de estos colectivos y entidades han criticado la dificultad de alcanzar la fase de las preguntas, por las propias bases de la multiconsulta. Por ejemplo el número de firmas exigido es de 15.000.
Las firmas requeridas son el mínimo que marca la ley, un 1% teniendo en cuenta el número de vecinos de la ciudad. Por eso son 15.000. Pero aquí hay un debate de fondo: el choque entre democracia representativa y participativa. Para sacar adelante iniciativas se debe demostrar el apoyo ciudadano, que lo que se pide tiene interés. Conociendo las dificultades de organizarse, sobre todo de las entidades con pocos recursos, lo que dice el reglamento es que si se alcanzan las 15.000 singatures, el Ayuntamiento subvencionará con un euro cada firma, hasta un máximo de 15.000.