Durante la semana de protestas contra el desalojo y derribo de Can Vies por parte del Ayuntamiento de Barcelona en 2014, la policía detuvo hasta 67 personas. Los que restan hasta llegar a los 84 –el total de detenidos– fueron localizados en días y semanas posteriores a los incidentes, a partir de grabaciones y de las cerca de 300 identificaciones que los cuerpos policiales realizaron aquellos días.
Dos de esas 84 personas, Franz Estartús y Adrià Aragonès, han sido absueltas este viernes. Así ha trascendido tras la difusión de un comunicado –colgado en redes sociales– de la organización independentista antirrepresiva Alerta Solidària y que este medio ha confirmado con el abogado de los jóvenes, Eduardo Cáliz. El mismo letrado ha informado que sus clientes se encuentran a la espera de poder leer la sentencia para dar más información sobre el fallo.
Con la absolución se resuelven dos casos más de los iniciados tras las protestas. Si bien una docena de las personas relacionadas con los incidentes fueron ya condenadas en los meses posteriores a la trifulca (penas de entre 6 meses y casi 4 años de prisión), muchos de los casos que derivaron de las 84 detenciones durante los tres días de manifestaciones por el cierre de Can Vies están aún pendientes de juicio, casi cuatro años después.
Franz y Adrià arrastraban desde abril de 2015 una acusación fiscal de tres años y medio de prisión por desórdenes públicos y atentados contra la autoridad.
“Volvíamos de la manifestación y estábamos cansados. Llovía. Íbamos andando a casa de Adrià. Cuando estábamos en la calle Sagunt, vimos cómo una furgoneta de la Brigada Mòbil nos cerraba el paso por arriba. En seguida nos giramos, y vimos que también nos habían cerrado el paso por la parte de abajo. Estábamos lejos del foco del conflicto de aquella noche, que estaba cerca de la Estació de Sants”, relataba Franz a Catalunya Plural, haciendo memoria de la noche de su detención, dos años después de los incidentes.
Tras aquella detención, recordaba Franz, primero se recluyó, pero a los pocos meses comenzó a hacer vida normal. Seguía yendo a las clases de Ciencias Políticas de la UPF, entrenaba un equipo de niños en el club de fútbol de su pueblo, Tiana. Y sobretodo se dedicó, junto a Adrià, a recorrer Catalunya explicando su caso. Lo hicieron por varias comarcas. Y no estuvieron solos.
Después de su detención, el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) montó una campaña de apoyo que pretendía presionar a las instituciones judiciales y forzar la absolución de los dos jóvenes, de 22 y 27 años. En 2016 los diputados de la CUP en el Parlament se fotografiaron con el cartel de dicha campaña, que rezaba “Franz i Adrià absolució“. Dicho eslogan se ha materializado en realidad este viernes.