En las últimas horas solo se habla de un medio de transporte en Barcelona: el tranvía. Aunque el Gobierno de Barcelona necesitará más bien un tren de alta velocidad para conectar con ERC si no quiere que su principal proyecto de movilidad para esta legislatura quede en el tintero. El equipo de la alcaldesa tiene el tiempo contado, pero considera primordial sacar adelante la conexión del tranvía por la Diagonal, por lo que perseguirá –dicen fuentes municipales– “hasta última hora” un acuerdo con los independentistas.
Así lo ha indicado también en rueda de prensa este jueves la teniente de alcaldía de Ecología y Movilidad, Janet Sanz, que ha ofrecido un pacto político in extremis a la formación liderada por Alfred Bosch. Se trata de un documento “genérico” de ciudad que garantice el transporte público. Por el momento, portavoces de ERC han destacado que en el pleno del Ayuntamiento de este viernes votarán ‘no’.
El escollo sigue siendo el mismo que diez días atrás, cuando el partido de Bosch anunció que no daría apoyo a la propuesta de Ada Colau: la titularidad en la gestión del tranvía. ERC considera el protocolo de actuación propuesta de BComú sigue siendo “un cheque en blanco para favorecer un tranvía privado”.
Aunque lo que Janet Sanz ha llamado “Bases para un acuerdo por el tranvía público metropolitano”, documento al que ha tenido acceso Catalunya Plural, recoge que la inversión será “100% pública”; que todo nuevo beneficio derivado del incremento de la rentabilidad “repercutirá en el sector público”; que la inversión pública también deberá conllevar un incremento de la participación pública en la gestión a través de un operador público (preferiblemente TMB); y que los acuerdos que se tomen en relación a la gestión y financiación deberán tener como objetivo que, llegada la fecha de finalización de la concesión actual (2032), se logre una “gestión pública directa”. Conciliador, el Gobierno de Ada Colau este jueves no ha vuelto a enmarcar la negativa de los republicanos en la cercanía de las elecciones en 2019, como sí hizo hace unos días, cuando recordó que ERC recogía en su programa electoral el tramo de tranvía que se someterá a votación este viernes.
Pese a ello, la propuesta no ha convencido a ERC, que sigue considerando “buenas intenciones” la idea de Colau, por lo que todo apunta que volverá a quedar barrada en el pleno la consecución de la conexión por la Diagonal de la alcaldesa, pues el PDeCAT y Ciutadans ya se habían posicionado en contra. Igual que la CUP, que esgrimió argumentos parecidos a los de ERC para el ‘no’.
BComú tan solo ha contado con el apoyo estable del PSC, que en las últimas horas ha lamentado que Colau intente estrategias “extraplenarias” con ERC, aunque ha ratificado su apoyo al proyecto de su exsocio de Gobierno. También ha asumido el ‘sí’ el regidor no adscrito de Demòcrates, Gerard Ardanuy, cuyo voto era necesario –junto a ERC y PSC– para llegar a los 21 regidores.
Como toda aritmética quedará en nada sin los cinco regidores de Esquerra, la propuesta de Sanz se ha sumado este jueves a los múltiples llamamientos a los republicanos la última semana. Un informe filtrado a la prensa por el consistorio apuntaba que el 52% de los ciudadanos de Barcelona estaban a favor de la unión del tranvía por la Diagonal, pero a las pocas horas de su publicación se supo que el informe no había sido encargado por el consistorio sino que la había pagado la empresa Tram, una empresa privada (mínimamente participada públicamente), que gestiona las líneas del Trambaix y el Trambesòs. Aunque no sólo el Gobierno de la ciudad ha presionado a los republicanos. Lo han hecho también las cuatro universidades públicas de Barcelona, que se posicionaron a favor de la conexión por la Diagonal.
Sea como sea, ERC parece haber pasado página ya de la propuesta de Colau. Como respuesta a las palabras de Janet Sanz ha decidido proponer que la inversión prevista para el tranvía vaya a las obras pendientes del Metro y FGC. “Si el gobierno municipal no consigue firmar un convenio con la ATM que garantice que la inversión prevista para la conexión tranviaria beneficie al sistema de transporte público, que el presupuesto se destine a avanzar a las infraestructuras que son de gestión y explotación pública”, ha zanjado ERC.


Catalunya Plural, 2024 