El antigitanismo es tan historia como día a día en las vidas de buena parte la minoría étnica más grande de Europa y, según indica el último Eurobarómetro sobre discriminación, más discriminada −junto a las personas musulmanas. Una elevada sobrerepresentación de la población gitana en la exclusión social y en la pobreza, directamente ligadas a la aún habitual salida temprana del sistema educativo, son endémicas formas en las que se concreta la desigualdad respecto a la sociedad mayoritaria (la población paya; no gitana).
Paqui Perona Cortés, nacida en el Campo de la Bota, uno de los últimos barrios de barracas de Barcelona, conoce de primera mano el impacto de la segregación escolar. “Es el cáncer principal del pueblo gitano en el siglo XXI”, lamenta. Superarla y acceder a una educación de calidad, en un sistema educativo capaz de responder a la diversidad, es prioritario en la doble lucha que Perona Cortés, presidenta de la asociación Voces Gitanas, asume desde La Mina: conseguir la igualdad efectiva respecto a la sociedad mayoritaria y, en paralelo, la igualdad entre mujeres y hombres, dentro y fuera de la comunidad gitana. “En mil años de políticas de aniquilación y reeducación, unas sobre otras, vigentes hasta hoy, no han podido con nosotros”, reivindica. “Y no pueden con nosotros”, añade, en presente.
“Si los gitanos tuvieran memoria morirían todos de angustia”. En ocasiones has hecho referencia a esta frase de la poetisa gitana polaca Papusza. ¿Por qué es significativa para ti?
Supervivientes del genocidio nazi no querían que las personas más jóvenes supieran las miserias y humillaciones que habían sufrido por ser gitanos. Así, mientras que las personas judías iniciaron un proceso de reconstrucción y de reconocimiento de lo ocurrido en el genocidio, los gitanos no, porque estaban más estigmatizados que nadie, y porque, durante siglos, se consideró que contar las miserias que has pasado no es bueno para tu comunidad. Con Veus Gitanes, hemos intentado recoger la memoria de los viejos y viejas de aquí y ha sido difícil, por lo mimo: se niegan a exponer públicamente las miserias. No se cuenta lo que la Guardia Civil hacia a las personas gitanas, bajo las políticas de Franco. Un pueblo necesita su memoria para seguir adelante y desde las asociaciones trabajamos para que se reconozca la historia del pueblo gitano. Sin este reconocimiento no habrá reparación.
Para que la historia y la cultura gitana lleguen a las personas gitanas y no gitanas más jóvenes, entidades del tejido asociativo gitano pedís que se incluyan en el currículum escolar
La sociedad mayoritaria cree que el racismo que sufrimos los gitanos y gitanas es merecido, porque no conoce nuestra historia. Llevamos soportando siglos de persecución. Nuestra situación es así hoy en día por cómo nos han tratado las leyes. En 1749, con La Gran Redada, el intento de aniquilación del pueblo gitano en España, ya había muchas personas gitanas que estaban viviendo asentadas en pueblos, sus hijos e hijas incluso iban a escuelas de pago, y algunas eran propietarias de tierras. Pero las políticas fueron arrancárselo y aniquilarlas y provocaron un retroceso social en el pueblo gitano. Cuando hablas de las personas indígenas americanas o australianas, todo el mundo reconoce las vulnerabilidades de las minorías étnicas, porque se conoce que han sido maltratadas por el mundo blanco. Nosotras hemos sido tan negadas, que incluso se nos niega esto. Se cree que hemos elegido mantenernos al margen de la sociedad, por lo que nos merecemos la discriminación. ¡Esto hay que romperlo!

¿La ‘guetificación’ en barrios como el tuyo, La Mina, ha sido provocada?
Se culpabiliza a la cultura gitana del hecho de que muchas personas de los barrios gueto estén en situación de marginalidad o vulnerabilidad, cuando esto se ha provocado políticamente. Crearon guetos para que no “molestáramos” al resto de la ciudad. Hace solo veinte años, en La Mina estábamos encerrados entre cuatro muros, sin ningún contacto con el resto de la ciudad. A personas que proveníamos de una situación de marginación y vulnerabilidad, nos encierran décadas en un barrio sin equipamientos y del que es difícil salir, y estalla una bomba: una bomba en retroceso social y de evolución de la cultura. Cuando empiezan a reconocer nuestro territorio como valioso, porque estamos al lado del mar, y resulta que hay que recuperarlo urbanísticamente, todo empieza a cambiar.
¿En calidad de vida?
Empieza el plan urbanístico de La Mina y también ven que hace falta un plan social. Llega el tranvía al barrio y los recursos de acompañamiento laboral y social. Las políticas sociales han llegado. Ha mejorado mucho el conocimiento del mercado de trabajo, por ejemplo, y también hay más igualdad de género. Al mutilar los mercadillos, las mujeres se han tenido que incorporar a otros trabajos y el hecho de relacionarse en otros espacios de la ciudad y con personas no gitanas aporta riqueza. La convivencia en diversidad siempre aporta riqueza.
¿Cómo valoras las políticas en marcha actualmente para promover la igualdad del pueblo gitano, respecto a la sociedad mayoritaria?
Las estrategias europeas y nacionales, de aquí y de allí, para la población gitana no surgen de las necesidades de las personas gitanas, ni se plantean desde el reconocimiento cultural, el reconocimiento de que somos una minoría étnica que hace siglos que formamos parte de la sociedad catalana, española y europea. El planteamiento es “necesitamos que vosotros cambiéis para nuestro beneficio”. Por esto fallan las políticas para la población gitana. El marco europeo ve a los gitanos como mano de obra barata y parte de un ámbito social paternalista. A una mayoría de los gitanos y las gitanas nos condenan a vivir en barrios marginales y a ser controlados por servicios sociales, “para que sepamos dónde están, qué gastan y cómo se organizan los gitanos”. Esto es racismo. Carlos III plantó la semilla de la asimilación del pueblo gitano en las políticas y sigue vivo hoy en día.
Denunciáis, algunas voces del tejido asociativo gitano, que hay un antigitanismo institucional
Las acciones de política pública tienen el mismo fondo que las políticas de control que empezaron los Reyes Católicos y que continuó Carlos III y que siguió Franco. Durante siglos, el pueblo gitano ha sido el más autónomo que ha existido en la tierra. Las mujeres y los hombres lo han sido. Fue lo primero que molestó al llegar a Europa, por esto se cargaron nuestra forma de organización económica. Necesitaban que estuviéramos dentro de un sistema para poder controlarnos. Siempre hemos vivido independientemente con nuestros oficios, pero cuando se acaban, el mercado de trabajo no nos quiso. ¡Teníamos un estigma tan grande colgando a nuestra espaldas! De vagos, de maleantes… Tuvimos que crearnos nuestro propio mercado de trabajo, que fueron los mercadillos. El 90% de los gitanos y gitanas se lo crearon. No pensaban en la escuela como futuro porque ya tenían su futuro, que era la venta.
Permanecer en el sistema educativo es un reto central para conseguir minimizar el impacto de la pobreza y la exclusión entre la población gitana. Una mayoría no termina los estudios secundarios y tener estudios universitarios te convierte en un caso aún extraordinario en tu comunidad
¡No, no! Yo no tengo estudios universitarios
¿No tienes un postgrado en estudios de género e igualdad?
Sí, hice un postgrado, pero sin acabar la EGB, ¿eh? Yo tuve una trayectoria como la de la mayoría de chicas gitanas en La Mina. Fui absentista escolar. No me sentía reconocida en el sistema educativo. No es que mi padre y mi madre me sacaran del sistema educativo porque hubiera hombres. Eso no es así. Lo que pasa es que los gitanos y gitanas tenemos siempre la libertad de decidir, incluso de pequeños, para bien y para mal. Yo decidí no ir a la escuela en sexto de EGB. Pero luego tuve la suerte de rodearme con personas que me aportaron mucho. Y empiezas a leer, a interesarte… y por una cosa y otra, acabé en el mundo asociativo. Cuando empiezas a trabajar, ves que tienes una carencias técnicas y no tienes más remedio que irte formando. Y al final hice un posgrado de género. No me pudieron dar el título porque no tenía una licenciatura, pero sí un certificado conforme había cursado y aprobado los estudios.
¿Las dificultades para permanecer vinculada al sistema educativo que encontraste se mantienen?
Llevamos décadas en el mismo lugar. Nosotros culpabilizando al sistema educativo y el profesorado culpabilizando a las familias de no vincularse. Ni todo es real por una parte ni todo es real por la otra. Hay que mirar los cimientos del sistema educativo, que no incluye la perspectiva de ninguna minoría. Cuando analizamos la discriminación hacia las mujeres, decimos que no es culpa de los hombres en sí, sino que hay que remover el sistema patriarcal, deconstruirlo para construir un sistema igualitario entre hombres y mujeres. Con el racismo pasa lo mismo. El sistema educativo, como todo lo que nos rodea, se ha construido desde una perspectiva colonial; desde la perspectiva de que las minorías son un producto económico para beneficio de los blancos. Tenemos que salir de la idea de ‘sois vosotros los que os tenéis que adaptar’ y reconstruirlo sobre valores antiracistas.
Pensando en acciones concretas, ¿qué es lo más urgente para reducir la pobreza y exclusión?
Primero, acabar con la segregación educativa. Es el mayor cáncer del pueblo gitano en el siglo XXI. A lo segundo que nos enfrentamos es a una revisión del sistema educativo desde la diversidad. ¡Una perspectiva de la diversidad que no sea creada desde la perspectiva paya!
La etnia gitana, originariamente nómada, es transnacional. Pero a pesar de la diversidad de contextos en los que viven las comunidades gitanas, hay elementos que os hacen hablar de pueblo gitano ¿Cuáles son los principales rasgos compartidos?
No hay un libro de instrucciones de qué hacer para ser gitano o gitana. Es la convivencia con la comunidad, con tu cultura, que te hace sentir identificada con los tuyos y a los tuyos contigo. Creo que lo que compartimos es el orgullo de pertenencia étnica y los valores, la unión de la familia y la solidaridad. El individuo existe, pero es poquita cosa, existe más el grupo. Las payas y los payos generáis un proyecto independiente. Es otro de los choques que tenemos. Yo creo que los gitanos y gitanas hemos luchado contra esta tendencia a la que el sistema económico ha arrastrado la sociedad. El sistema occidental tiene que revisar a dónde le ha llevado el exceso de individualismo. ¿Queremos seguir así? La individualidad no ha podido afrontar el cuidado de las personas mayores, de las personas enfermas, la conciliación del trabajo y el cuidado de los hijos e hijas…

Uno de los principales prejuicios sobre las personas gitanas es que su cultura es más machista que la de la sociedad mayoritaria. ¿Cómo afecta sobre mujeres y hombres?
Los estereotipos sobre el pueblo gitano nos han machacado tanto que nos los hemos acabado creyendo. En algunos casos, encuentras un autoestereotipo de mujer sumisa, para reafirmar su identidad delante del grupo. El trabajo que hay que hacer es deconstruir los estereotipos, entre la sociedad mayoritaria y dentro de la comunidad gitana. El machismo es universal y los gitanos no somos marcianos, pero hay que decir que el patriarcado en nosotros es un patriarcado impuesto por la cultura blanca, con políticas de reeducación durante 600 años. De hecho, las primeras leyes antigitanas hacen hincapié en el rol de las mujeres. Al llegar a España, fue lo primero que chocó, porque éramos opuestas al prototipo de mujer en Europa: libres y con autonomía. Mientras que la paya se ha tenido que ganar su independencia económica, nosotras no hemos tenido que pasar por esto. Ser independientes económicamente ya era un valor para las mujeres gitanas. También ahora las gitanas tenemos más libertad y más estrategias de lo que se cree.
¿Existe un feminismo gitano?
Las gitanas somos muy diversas, como el resto de las mujeres. Hablando desde mi necesidad de mujer gitana de un determinado barrio, que es La Mina, y desde lo que yo he visto entre las mujeres gitanas de la base, de la calle, las que hemos vivido dentro de la comunidad, para mí el modelo feminista es un modelo comunitario y que tiene en cuenta las otras discriminaciones que nos traviesan porque, antes que por ser mujer, soy discriminada por ser gitana. Y en eso tengo que luchar junto a los hombres gitanos. Yo no puedo decir ‘me emancipo y ya cambiará el mundo’, porque pertenezco a una minoría étnica y mis valores son de pertenencia al grupo. Yo creo en un feminismo que pueda generar transformación en mi pueblo. Si te emancipas pero te vas de la comunidad, no hay ningún beneficio social para los tuyos.
Suelen asociarse a la cultura gitana los matrimonios precoces. ¿Qué tiene de realidad y qué de estereotipo?
La sociedad mayoritaria cree que hay un padre y una madre diciendo a la niña de 13 o 14 años “cásate” y yo no conozco ni a uno. Todo lo contrario. Pero muchas veces se acelera porque es la única meta en la que ven una salida. El problema es tanta desigualdad social y tan pocos sitios en los que te sientes identificada, el poco reconocimiento cultural, que lleva a aferrarse al objetivo de crear una familia. Yo no me he casado, defiendo que puedan hacerlo, pero que tengan otras opciones en la vida. Casarse, estudiar, disfrutar de la juventud simplemente… yo creo que aquí está el trabajo de las entidades, que los y las jóvenes se planteen más objetivos. Lo importante es poder tener las herramientas necesarias en la vida para poder decidir. Esto es lo que pido para las mujeres de mi comunidad. Para las mujeres y para los hombres.



12 comentaris
Y qué me dicen de los gitanos de Sevilla que se niegan a cumplir el aislamiento por el coronavirus, y están poniendo en peligro a sí mismos y a sus vecinos? Eso es puro incivismo. Eso es porque los maltratamos? Ni la policía se atreve a enfrentarse con ellos. Y una gran parte de ellos no se quieren integrar. Yo no siento rechazo por los gitanos. He conocido gitanos muy respetables y notables en su profesión. Pero los hechos son los hechos, incluyendo tráfico de drogas, absentismo escolar, machismo, discriminación de las mujeres. Cómo se siente una mujer gitana con esa cultura? Como mujer, me parece intolerable. Se que históricamente se les ha perseguido y marginado, pero veo cambios muy positivos en la sociedad. Ahora bien, ellos tienen que hacerse responsables de su propio futuro y hacer un esfuerzo de integración, respetarse a sí mismos y no automarginarse con sus conductas. Lo que ellos no hagan por sí mismos, no lo hará nadie. Adquirir mala fama es muy fácil. Hacerse respetar es dificilísimo, lo se. Creo que los mejores esfuerzos de los líderes de la comunidad gitana (personas admirables) han de dirigirse a su propia comunidad, tanto o más que a la sociedad dominante. Valoro mucho su labor, de verdad. Pero siempre detecto un puntito de victimismo.
Me parece buena idea todo lo que esta mujer propone pero me temo que luego los gitanos harán lo que les de la gana. A muchos no les veo esforzándose ni dos días. Yo desde luego no tengo la culpa
Siempre ese tufillo victimista tan característico.
Jamás se ha integrado la comunidad gitana, muchas veces la ley ni les toca pese a hacer lo que les pase por el arco de triunfo, por miedo, eso si, cuando se les exige el cumplimiento de la ley somos todos racistas.
Casitas para ellos y al trabajador que respeta la ley nada, entran en los hospitales como manadas, molestando y entorpeciendo el buen funcionamiento.
Racistas con todo el que no sea de su raza.
Y aún hay que premiar al que es gitano y se comporta dentro del margen de la ley? Es lo normal, a mi nadie me premia por cumplir con la sociedad, si no estoy de acuerdo me voy a una isla desierta. En general me parecen una escoria, tampoco me cabe duda que un gran número de gitanos estaría encantada de pasarme a cuchillo por dar mi opinión.
Esto es el cuento de la buena pipa. Fueron,son y seran siempre una vergüenza.No hay voluntad ninguna de adqptarse.Los que llegan del Este de Europa. Son unos puercos, vagos, sucios. Les inculcan a la proxima generacion la estafa y el robo.Tener jeta para conseguir sus objetivos. Odiar a los payos. Y siempre utilizando el victimismo de haber sido perseguidos.Primero, hay que analizar el porque los persiguieon. Seguramente que no fué por ser buenos samaritanos. Ellos se buscan su marginacion y sus problemas
Solitos. Que se integren 100×100 con la ciudadania y verás que jamas se
Volverá a hablar de vosotros. Ah, recuerdo que los peores barrios de España son desgraciadamenete donde vive la mayoria de poblacion gitana
No creo que los gitanos sean personas ¿por qué, pues, habríamos de reconocer que poseen los mismos derechos que nosotros?
Yo vivo en una calle de gitanos y desde que empezó la pandemia han sido sin duda los más desobedientes y los que menos se ponen la mascarilla. Además no hacen más que chillar, chillar y chillarse entre ellos. ¿por qué tienen que dar ese espectáculo ante todos los vecinos? Así es imposible razonar y menos aún hablar bien de ellos. Me lo ponen imposible
Pues que quieres que te diga , el racismo , fobia , y discriminación que hay hacia esa comunidad se lo ha ganado a pulso .
Tengo 42 años y con el 99% de los que he tratado, son personas de malas ideas , vengativos , dañinos, embusteros , ladrones, etc etc .
No tienen remedio y no van a cambiar por que lo llevan en la sangre.
A mí cuanto más lejos mejor , tienen lo que se han ido cosechando .
Yo he ido al colegio donde iban gitanos. Yo, blanco, rubio, imaginaos las que me hicieron pasar. El asco que les tengo no solo viene de ahí, vivo en un barrio donde por desgracia hay gitanos, unos chulos asquerosos, prepotentes y racistas maleducados, sinceramente, son incapaces de convivir, sucios y se pasan las normas por donde les da. Todos fuera.
Me parece mal lo que pensais de nosotros, he leido otros comentarios y me parece muy fuete. Si un payo roba no pasará nada pero porque halla gitanos que roben, igual que hay payos que roban, nos convienten a todo el pueblo gitano en “sucios, desgraciados, racistas, desobedientes…” Me parece brutal este racismo. Y que yo, con 12 años lo tenga que decir a adultos, se os debería caer la cara de vergüenza.
Buenas Helena, vivo en un barrido donde por desgracia tengo que convivir con muchos de tu raza, generalmente yo no culpo la raza de nada por que la raza no existe mas que la humana, pero la cultura si existe.
Primero llamarnos payos es un insulto ya de por si tu comentario es insultante, un Español o Ciudadano no se hace la victima cuando le pillan robando ni llama racistas a los demás, ese cuento vuestro nunca acaba.
Desde que estoy aquí mi moto acaba en el suelo cada 2 x 3, no puedo llevarlo al garaje del edificio por que se cuelan allí y le harían algo peor, en mi bloque hay 3 puntos de droga donde circulan yonkis cada dos por tres, los niños no van al colegio todo el día en la calle causando vandalismo, el bloque muy sucio, el contador de luz con casi todo el mundo enganchado menos yo y otra persona, incluso el verano pasado se me engancharon a mi y tuve que pagar casi 300 euros de luz.
Anoche a las 3 de la madrugada tuve que bajar a levantar la moto por que la tiraron y estaba perdiendo combustible, peleas constantes y esto es solo el malestar social que crean activamente.
No he visto trabajar a casi ninguno de ellos, todos los pisos gratis gracias a las ayudas sociales, sueldos gratis mientras que yo o cualquiera de este post que has leído se tiene que levantar cada mañana para trabajar y intentar llegar a final de mes, muchas veces no se logra y sabes que ayuda nos dan? UNA MIERDA.
Dime quería Helena, ¿tenemos los ciudadanos motivos para sentir rechazo hacia la cultura gitana?, por que yo estoy hasta los huevos de ellos.
Los gitanos de mi barrio son sucios, tiran hasta los pañales por la ventana , si les dices algo te insultan. Los hombres se dedican a la compra venta de coches ilegal y no dejan espacio para aparcar. Tiene hijo continuamente para cobrar ayudas para traer gitanitos que de mayores también serán cobradores de pensiones. Uno de ello tiene a un perro sucio atado en la terraza todo el día. Por las mañanas ves todas las mesas y sillas que han usado para sentarse en la calle la noche anterior. En veranos cortan las mangueras de las zonas verdes para ducharse. Esto no es una opinión, es un hecho.
Son una plaga! y yo estoy en Venezuela!
Son gente inadaptada socialmente.
Resulta que aquí tienen mucho dinero y hacen lo que les da la gana aprovechando la situación del país.
Son ruidosos, cochinos, tramposos. Le pagan a la policía para hacer sus fiestas que nunca acaban, con equipos a todo volumen.
Parecen hijos de hermanos o de primos, lo único para lo que sirven es para hacer cosas malas.
Ah por cierto, sus hijos no van al colegio y eso que aquí no existe la educación desde el hogar.
Plaga!