En la calle Consell de Cent, 159, una puerta de madera entreabierta conduce a un callejón oscuro adoquinado de paredes desconchadas desde el que nos dan la bienvenida una veintena de buzones desiguales, de colores y formas diferentes, unos llenos de correspondencia y otros vacíos. Esta es la carta de presentación de quienes trabajan hoy en este patio creativo del Eixample barcelonés: diseñadores gráficos, fotógrafos, una galería de arte, pintores, ceramistas, brocanters, una editorial, un conocido diseñador de moda… y un restaurante especializado en ahumados, gracias al cual vuelve a humear la gigantesca chimenea de 25 metros que lleva reivindicando desde hace más de un siglo este rincón de la ciudad, la fábrica Lehmann (o lo que queda de ella), como espacio de creación en sus más diversas formas. En cierto modo, este patio de aire bohemio es una continuación de un pasado de creación de ilusiones y sueños infantiles, ya que el recinto acogió desde 1893 una fábrica de muñecas de porcelana y de juguetes de latón.

La Lehman es un vestigio más del pasado industrial barcelonés, pero allí donde el común de los visitantes ve simplemente una huella de ese patrimonio, Dory Sontheimer ve mucho más: sus orígenes. “Entrar por aquel pasillo, un tubo desde la acera de Consell de Cent hacia el interior de la fábrica donde todavía se conserva el patio, es como atravesar el túnel del tiempo, como ir caminando hasta la década de 1930, cuando la Lehman estaba en plena efervescencia”, explica. Y un carrusel de emociones se remueve en su interior porque, para Dory, la Lehmann es parte importante de la historia de su familia, la familia judía a la que desconocía pertenecer hasta el 2002, cuando tras morir su madre, al vaciar el domicilio, descubrió ocultas en el altillo de su habitación de soltera siete cajas llenas de cartas, documentos, fotografías…

Dory nació en la Barcelona franquista, católica y apostólica de 1946, y se educó en un colegio de monjas alemanas. Al cumplir 18 años, sus padres le soltaron a bocajarro: “eres de origen judío, pero no lo comentes”. Y ahí quedó eso. En aquel momento no le dio ninguna importancia, ni siquiera se molestó en indagar. “En los últimos años de la enfermedad, mi madre gritaba que nos venía a buscar la Gestapo, y ahí sí que intuí que algo grave había debido pasar, algún drama familiar”. Pero nunca imaginó la dimensión de lo ocurrido hasta que descubrió y abrió aquellas siete cajas en el 2002. “En ellas estaba distribuida toda la información por familias (la materna y la paterna). Mi padre era un hombre muy metódico, muy alemán -recurre Dory al tópico con humor- y guardó toda la correspondencia con la familia cronológicamente ordenada. Él, además, utilizaba para responder una máquina de escribir y guardaba una copia de lo que enviaba, de manera que era muy fácil seguir el hilo de la historia y la tragedia familiar bajo la ocupación nazi. Lo complicado era saber quién era quién”.

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Me llamo Inma y Barcelona de aquí para allí es un blog que nació, como su nombre indica, de mi afición por descubrir mi ciudad, recorriéndola de un lado para otro, y de mis ganas de explicar y compartir. Soy periodista en periodo de búsqueda y reinvención -después de 18 años trabajando en El Periódico de Catalunya-, ‘microeditora’ y cofundadora de la editorial Espai Literari, y también coautora del libro ​La Barcelona invisible​. Me gusta leer y escribir relatos tanto como investigar r Me encanta viajar con el mismo espíritu curioso descubro mi ciudad. ¿Te apetece descubrir sitios conmigo?

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