Un profesor que estaba impartiendo clase a estudiantes de Ciencias de la Comunicación se asomó por la ventana y vio que en la plaza situada junto a la Facultad un numeroso grupo de personas -más de mil- estaba escuchando muy atentamente a un ponente. Interrumpió la clase y se incorporaron al evento. Estaba hablando Paul B. Preciado sobre las políticas de género, sexo y sexualidad. Esto es lo que hacen los maestros sensibles: salir a la calle para aprovechar las oportunidades que brinda el entorno: para observar, investigar, experimentar o pensar. O para todo eso.

Democracia y ciudad: visiones interdisciplinarias

Esta Biennal del Pensamientp programó durante la semana del 15 al 21 de octubre sesenta y nueve actos que se desarrollaron en más de noventa espacios de todos los distritos de Barcelona: plazas, jardines, centros cívicos y culturales, espacios universitarios, bibliotecas, librerías… Hasta el Palau de la Música Catalana, una de las joyas más preciadas del Modernismo. Se implicaron 153 entidades y, además de las conferencias, diálogos, debates y mesas redondas, también hubo teatro, música, talleres, presentaciones de libros, paseos filosóficos y diversas actividades familiares y de otro tipo. Durante una semana la ciudad estuvo ocupada por el pensamiento, con gente de todas las edades pero con una presencia destacada de la juventud.

Los actos, con el foco de una urbe abierta y conectada al mundo, se agruparon en cuatro temáticas: ciudad democrática, ciudad digital, ciudad diversa y ciudad habitable. Diagnósticos, experiencias, reflexiones, propuestas y muchas preguntas abiertas: ¿cómo repensar los espacios para que sean realmente inclusivos? ¿Cómo nos convertimos en una ciudad refugio? ¿Cómo preservar los derechos digitales de la ciudadanía y recuperar la soberanía? ¿No va siendo ya hora de desprivatizar facebook  y Google? ¿Por qué los cuerpos importan? ¿Cuáles son los efectos de los populismos? ¿Qué relaciones se establecen entre arte, filosofía y ciudad?

Entre un total de 156 ponentes internacionales y de todo el Estado se contó con la presencia de Judith Butler, una de las investigadoras más influyentes en el ámbito del género, la ética, la política y los Derechos humanos; Richard  Sennett , uno de los sociólogos que tanto ha contribuido al análisis del nuevo capitalismo; Remedios  Zafra, autora de ensayos muy nuevos sobre el estudio crítico de la política contemporánea, el feminismo y las políticas de igualdad en las redes; o de  Sergio  Fajardo, ex alcalde de Medellín, una de las urbes que bajo su mandato experimentó una profunda transformación urbanística y cultural.

Espacios genuinamente educativos

Aunque la fiesta entera del pensamiento estaba impregnada de educación, este ámbito tuvo también sus espacios y actividades más específicos. Así, Marina Garcés dialogó con la pensadora india Gayatri Spivak torno a la educación del futuro, que alterna su actividad como docente en la Universidad de Columbia con la creación y asesoramiento de escuelas primarias en las zonas rurales más pobres de la India: “Construyendo puentes entre dos extremos del actividad educativa haces que los dos espacios interactúen”. Piensa que en estas escuelas rurales el sistema feudal ha destrozado la mente del alumnado, el hecho de que piensen por sí mismos, y que la pedagogía liberadora debe darle voz y formarlo para que entre en la democracia y pueda votar. “Que tengan una base para entrar en el sistema desde donde pueda sabotearlo”. Sostiene Spivak que sus estudiantes de la universidad también necesitan ayuda “porque el idealismo digital los hace completamente ignorantes respecto al trabajo intelectual”.

También se habló del mundo del libro y de la lectura, de las necesarias transformaciones en las prácticas lectoras y en la redefinición de las bibliotecas ante la irrupción de los soportes digitales. Hubo una perfomance , música y arte para niños y niñas, invitándoles a jugar a pensar a través del juego, del cuerpo y de la experiencia estética. Y el alumnado de secundaria de varios institutos de la ciudad también fue invitado a tomar la palabra, confrontando sus ideas con antropólogos, escritores, arquitectos y matemáticos. Y no podían faltar los paseos peripatéticos por la ciudad, donde los estudiantes, guiados por una filósofa o un filósofo, emprendían una conversación en torno al género y la democracia, trasladando los referentes clásicos en el mundo actual.

En palabras de Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, ​​este nuevo evento ciudadano “ha demostrado que era absolutamente necesario y ha venido para quedarse”. Aunque el pensamiento, el debate y la experimentación no pueden estar nunca de vacaciones y seguirán, con mayor o menor impulso, en los diferentes ámbitos institucionales o de la sociedad civil: promovidos desde arriba o desde abajo. Y puestos a soñar, ¿se imaginan una fiesta del pensamiento y la educación en la que durante una semana los alumnos -desde Infantil hasta la universidad y la educación de personas adultas- pudieran ocupar los diferentes espacios abiertos y cerrados de la ciudad también para pensar, debatir y experimentar de forma más libre, abierta e imaginativa? ¡A ver quién coge el guante!

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