El 19,22% de las personas en edad laboral atendidas por Cáritas en Catalunya tienen trabajo, aunque precario. El 80% restante son parados, según la memoria anual de la entidad correspondiente a 2017. Además, una de cada tres familias y personas solas atendidas no cuentan con una vivienda digna.
La entidad diocesana atendió el año pasado 321.287 personas, un 11% menos que el año 2016. Sin embargo, las personas que han requerido la ayuda de Cáritas tenían unas necesidades más intensas.
En la presentación de la memoria han participado Juan José Omella, arzobispo de la conferencia episcopal tarraconense. Francisco Roig, presidente de Cáritas Cataluña, Anna Roig, de la comisión de comunicación y Raquel Carrión, representante de la Comisión de Acción Social de Cáritas Catalunya.
Anna Roig afirmó que “el crecimiento de estos años no garantiza la traducción de las cifras macroeconómicas en un bienestar suficiente para la gente de base”. La misma responsable explicó que “tener un trabajo no garantiza unas condiciones de vida dignas” (un 12% de trabajadores catalanes – según las últimas estadísticas – son pobres).
Roig ha hecho mención a un estudio de la fundación Foes que relaciona el nivel económico con otros indicadores sociales. Según el avance del 48% de la población española fruto de su situación laboral y social se puede considerar que está socialmente integrada, mientras que el 52% restante, con diversas gradaciones formaría parte de la población con problemas de integración. De este porcentaje, el 33% sería una desintegración ley y un 18% grave.
Ascensor social que no para
“El ascensor social no tiene parada en las plantas bajas” ha manifestado Anna Roig, como resumen de su percepción. Los hogares son elementos a partir de los cuales Cáritas opera. De hecho, la vivienda es ahora el principal problema que afecta a los más necesitados. De las familias y personas solas atendidas, el 33,7% no tienen una vivienda digna. Mecanismos como el alquiler de viviendas o realquiler de habitaciones en las que vive una familia, a veces compartida con otras unidades familiares. La grave situación del mercado de alquiler en Catalunya hace que, por lo menos, se pague una habitación realquilada con 400 o 500 euros mensuales, según Raquel Carrión.
Como en otros años los responsables de Cáritas han hecho llamadas a evitar que la pobreza se cronifique, porque se ha constatado que esta situación se hereda.
El 44% de las personas atendidas han nacido en España o en el resto de Europa, el 18,5% proceden de América del Sur y Central; el 31,9% en África, el 1,9% en Asia y el 3,4% en el resto del mundo. De hecho, este último año se ha notado que hay personas que piden ayuda a Cáritas no tanto fruto de necesidades económicas sino que vienen huyendo de la violencia de sus países.
Reforma laboral favorable a los trabajadores
Los responsables de Cáritas de Catalunya no sólo plantean las situaciones negativas sino que apuntan alternativas. Así Anna Roig ha reclamado a las fuerzas políticas, “una nueva reforma laboral que tenga en cuenta las necesidades de las personas trabajadoras”. En este sentido puso sobre la mesa un dato, desde 2014 hasta ahora el 90% de los contratos laborales que se firman son temporales.


